Living again.

Capítulo 5.

Me levanté a las 8.30, media hora antes de lo normal. Tenía que preparme bien, hoy era mi "cita" con David. Puse la radio y me metí a la ducha casi dormida todavía, pero el agua fría hizo que me espabilara al segundo. Terminé de ducharme y me sequé el pelo y el cuerpo y me puse el albornoz para bajar a desayunar. Mientras tomaba las tostadas y el café pensaba que ropa ponerme. Después de darle mil vueltas, esta vez en frente del armario, decidí ponerme unos pitillos negros de cintura alta y remangados por abajo y una blusa azul cielo semi transparente metida por dentro. Me puse un sujetador negro de encaje. La verdad es que quedaba bastante sexy. Me hice unas ondas surferas en el pelo y me pinté los ojos con una larga línea negra de eyeliner, rimel, colorete y un tono rosa suave en los labios y me puse mis vans negras. 

Justo cuando iba a apagar la radio comenzaba a sonar esa canción "that what´s makes you beautiful". La verdad es que no podía sacármela de la cabeza, me gustaba mucho. Cuando vuelva a casa me la descargaré. 

Llegué a clase y Sara y María no me dijeron ni hola.

- FIU, FIU. ¿Y ESTO? ¿A QUÉ SE DEBE? - gritó María.

- María, por favor - dije muerta de la vergüenza. 

- No, no, nada de por favor, María tiene razón. ¿A quién quieres impresionar? - reafirmó Sara.

- He quedado con David para comer luego - contesté casi susurrando.

- ¿¡QUÉ!? ¿¡CÓMO!?

- ¿Y CUÁNDO PENSABAS DECÍRNOSLO? 

- ¿HOLA, MÍA? SE SUPONE QUE SOMOS TUS MEJORES AMIGAS.

Se pusieron un poco locas, la verdad.

- Bueno, es que lo hablamos ayer por la noche, fue de imprevisto. 

- ¿Y? ¿SABES QUE EXISTE UNA COSA LLAMADA TELÉFONO POR EL CUAL SE PUEDE HABLAR A CUALQUIER HORA DEL DÍA? -dijo Sara bastante enfada. 

- Jope, vale. Lo siento- agaché la mirada triste.

- Sara, tía, te has pasado un poco - miré a María con ojitos de cordero - pero que sepas que no me gusta un pelo que no nos hayas contado nada. 

- Uy, vale, cómo sois, de verdad.

- Te has librado porque ya está aquí el profesor - dijo María.

- Jorge, se llama - la interrumpí.

- Bueno, qué más da cómo se llame. Luego nos vas a contar TODO. 

Hice un gesto de aprobación con la cabeza. Le debía la vida a Jorge ahora mismo. La clase, muy a mi pesar, pasó demasiado rápido. Antes de que el profesor se fuera de clase, ya estaban éstas pegadas a mi.

- Y bien.... - dijo con tono desafiante Sara - ¿cuáles son tus intenciones para con David?

- O más importante, ¿cuáles son sus intenciones? - remató María.

- Pues no sé. Si os soy sincera el chico me gusta bastante, es muy guapo, pero no me fío del todo - ambas me miraban atentas - Ayer, después de colgaros a vosotras, me mandó un WA para ir a su casa a hacer la práctica de derecho, pero no me atreví a ir.

- Joder con el muchacho, no pierde el tiempo - soltó Sara.

- Ya, y es que me parece un poco raro. Ya sabéis que nunca un chico así se ha interesado por mí. Estoy algo confusa. 

- Bueno, pero ¿y si de verdad le molas? Es un partidazo, ya te lo digo. Serías la envidia de todas, incluídas nosotras - le dio un codazo a Sara y esta asintió. 

- Lo sé, pero no sé. He pensado que por ir a comer con él no pierdo nada. Que por cierto - eché un vistazo a la clase - no está.

Me quedé un poco pensativa. ¿Y si no venía a clase, y por tanto tampoco a la cita? ¿y si se había dormido? o mucho peor, ¿y si me había vacilado?

- Bueno, Mía, nos tenemos que ir, ya ha llegado la de derecho - dijo Sara dándome un beso en la mejilla, y María hizo lo mismo - Nada más que vuelvas a casa, nos llamas y nos cuentas todo.

- Vaaaaaaale.

Como ellas no tenían derecho y David no había llegado, me senté sola en segunda fila. Cada vez que la puerta de clase se abría yo levantaba la cabeza y miraba esperanzada de que fuera David, pero no, nunca era él.

Terminó la clase y él seguía sin aparecer. Estaba un poco nerviosa y a la vez enfadada. Salí a la puerta de la facultad a esperar allí. Pasaron 5 minutos y nada. 10 minutos y nada. 15 minutos, nada. Ya no quedaba prácticamente nadie por allí. Empecé a maldecirle en mis adentros. "Este tío me ha tomado el pelo y yo como tonta he picado." "Si es que ya decía yo que no era posible que un chico como él se fijara en alguien como yo". "Si es que soy tonta". Mejor me marcho porque aquí ya no pinto nada. Estoy haciendo el ridículo.