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Me encontraba en el bosque, sola, a oscuras, sin si quiera una vela, o una lampara, nada, solo yo y la completa oscuridad. A lo lejos logro ver una luz, una simple luz blanca, me acerco a ella, cada paso que daba me alejaba mas de la luz, literalmente no podia correr o si no me quedaria sin aquella luz.
Siento algo en mi espalda, siento como una mano se desliza lentamente por todo mi hombro, no me puedo mover, no puedo hacer nada; no me puedo mover, no puedo hablar, nada.

Ven conmigo, ven conmigo, ven conmigo -escucho decir a este personaje al que ni si quiera puedo ver, tan solo sentir.

¿Quien eres? -pregunté aún de espaldas.

Eso no importa, solo ven -vuelve a repetir.

No, no hasta que me digas quien eres -vuelvo a insistir.

Te asustaras -responde.

No lo haré -respondí.

Si tu lo dices... -dice.

Recien me podia mover, di la vuelta, para poder reconocer a este personaje de voz penetrante, en ese momento una pequeña lampara brilla detrás mio.

Doy la vuelta lentamente... era, era, era... me cuesta describir: alto, delgado, sin, sin, sin... sin rostro.

En ese momento desperté, mi corazón latía a mil por hora, la ventana abierta de mi habitación dejaba que el viento que entraba por ahí me ponia los pelos de punta.
Me levanté algo mareada, para cerrarla. Trato de mantenerme de pie pero no logro, caigo, me quedo en el suelo, una media hora despues sentí que ya podía mantenerme de pie, con el poco equilibrio que tenía que ese momento, llego a mi cama y trato de dormir.

[...]

Despierto con nauseas, trato de no vomitar.
Pase el día con nauseas, no pude si quiera desayunar, mi madre me hizo té y con eso creo que mejoré.

Unos señores estaban instalando la señal para la tv en la sala, mientras otros de la misma compañía instalaban el wi-fi.
Ya eran las 11:55 p.m. y los señores estaban en la casa hace dos horas.
No podía dejar de observarlos porque mi madre tenia el miedo de que nos roben algo.

Cariño, iré a comprar almuerzo, te quedas vigilando -dijo mi madre acariciando mi pelo.

Claro mamá -dije mientras ella salía por la puerta.

Me quede parada obserbando como hacian su trabajo los señores como por 20 minutos.

Señorita, ya acabamos con la televisión -me dijo el señor.

¿que hay del wi-fi? -pregunté.

Eso ya esta instalado -afirmó.

Vale, respecto a la paga... -estaba a punto de llamar a mi padre.

El señor ya nos pagó por adelantado, no sé preocupe -respondió.

Claro. Claro. -dije.

Los señores se llevaron cosas y salieron de la casa, apenas se fueron llegó mamá con el almuerzo. Llamé a mi papa y a mi hermana para que bajen a comer, y empezé a poner la mesa.
Luego de almorzar tranquilamente nos sentamos todos en el sofá y yo en el suelo apoyandome en las piernas de mamá.

¿Quieren ver una pelicula? -preguntó mamá.

Claro -dijo papá.

Hija, ponme ese programa de peliculas ¿como es que se llamaba? -preguntó mi mamá.

¿Netflix? -dije dudando.

Si. Si. Si, ese -me paso el control remoto.

Mientras decidiamos que pelicula ver, quise poner algo que a todos nos guste ver asi que recomende "Life Of Pi"
Tenia animales:lo que le gusta a Adriana. Emoción e historia: algo que a mi padre llamaba la atención al igual que a mamá y a mí.

Al pasar de la pelicula, el suelo me empezó a incomodar y la alfombra no ayudaba, me acosté en las piernas de mi mamá tal cual bebé y me dormí.
Desperté ya al final de la pelicula y mi papá y Adriana estaban durmiendo.

Me levanté con cuidado de no lastimar a mamá y me dirigí a mi cuarto saque tres mantas y cuando volví a bajar mi mamá estaba acomodando a adriana en el sofá.
Yo los abrigue con las mantas a mi hermana y a papá.

¿Que tal si vamos al centro comercial? -susurro mamá.

A comprar... -dije esperando que ella completara la oración.

Ropa-me miro ansciosa.

Vamos -dije devolviendo la mirada.

El día se paso en compras, llegamos a las 10:40 p.m. a casa. Papá y Adriana estaban viendo Tv y nosotras entramos a nuestros cuartos a acomodar nuestra nueva ropa y luego bajé.

Cariño, ven un segundo -dijo mamá desde su cuarto.

Subí hasta el cuarto de mamá.

¿que pasó? -pregunte.

Toma tus horarios y tus libros estan en tu casillero, en la escuela -dijo entregandome una hoja donde decía todas mis materias a la hora exacta a las que me tocaban.

Vale ¿cuando empiezan las clases? -pregunté.

Mañana -dijo tranquilamente.

¿Mañana? ¿y el uniforme? -dije algo alterada.

No es nesesario el uniforme -respondió.

Ah vale, yo tomaré algo y me iré a dormir -dije antes de despedirme.

Tienes que estar lista a las 7:30 a.m. -dice mamá.

Okey -salí del cuarto, me dirigí a la cocina, abrí una botella de agua, tomé un diminuto sorbo y me fui a mi cuarto.

Me puse la pijama y a dormir se ha dicho, obviamente puse mi alarma, no soy tan tonta. Desperté... pero no estaba en mi casa, y ahí estaba de nuevo el mismo hombre de mi anterior sueño, el que no tenia rostro.
Me extendió la mano, como si me ofreciera su ayuda y yo simplemente se la negué.

¿Que quieres? ¿Quien eres?

Tranquila no vengo a hacerte daño.

Entonces...

Solo quiero que me acompañes.

¿A que? ¿A donde?

Quiero mostrarte un lugar, nada más.

Aún no entiendo como es que podia hablar sin tener boca, no lo entiendo.
¿Porque sueño con el?
El paisaje cambiaba por si solo, sin si quiera yo moverme. Como si nada una cabaña rustica pero grande estaba frente mio, este hombre sin rostro ya no estaba y me encontraba sola, ¿que podia hacer? ¿quedarme afuera como perro y ver alrededor ó entrar a la casa la cual puede que halla o no personas?

Votaré por la razón más logica para mi, la cual era entrar a la casa, puede que me quieran matar pero no pierdo nada intentando, además, es un sueño ni modo que me muera.

Antes de abrir la puerta, desperté por el sonido insistente de la alarma.

¿Amiga de los Creepypastas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora