Capitulo 3

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Lo que fuera que sea esto sé esta acercando a nosotros. De pronto las pisadas dejan de escucharse, Kly echa un vistazo para ver si ya sé ha ido.

- ¡Al suelo! - grita, pero al ver que yo estoy en shock se tira encima de mi protegiéndome de una substancia pegajosa que acaba de tirar esa cosa.

No se como pero estamos escondidos en un espacio muy reducido que hay debajo de unas tuberías.

- ¿Q-que es e-eso? - pregunto casi sin aliento.

- Es un lacerador. - responde en voz baja y lentamente por lo que deduzco que no es algo bueno.

Cuando creemos que el peligro se ha ido Kly echa un vistazo y luego se levanta y me tiende la mano para que me levante yo.

- Ahora ya sabes a lo que nos enfrentamos ¿no? - me pregunta.

- Más o menos si. - respondo aún en shock.

- Oye, tranquila, no te va a pasar nada si yo estoy contigo, te prometo que no dejaré que te hagan daño. - dice tranquilizándome.

No se porque tengo la necesidad de hacerlo, lo hago, lo abrazo. El deja de respirar por unos segundos, creo que se siente incomodo. Cuando me voy a alejar el enseguida me estrecha entre sus brazos.
El momento es muy bonito, hasta que escuchamos el sonido de antes, un lacerador, el mismo de antes.

- Nos esta buscando, será mejor que salgamos de aquí cuanto antes. - dice con un poco de preocupación y angustia en su voz.

Yo asiento.

El me agarra de la mano y empieza a correr, yo puedo seguir su ritmo ya que me tiene sujetada por su mano y eso me ayuda.

De pronto giramos y nos encontramos en un pasadizo donde al final de él hay luz, empezamos a correr hacía allí y cuanto más nos acercamos, más claro se ve que es una puerta.

« ¿Que habrá ahí atrás? » me pregunto.

- Pronto lo sabremos. - responde Kly como si me leyera la mente.

Estamos a punto de llegar a la puerta cuando nos damos cuenta de que justo al lado de ella hay un pasadizo donde se encuentra un lacerador vigilando.

- Vamos a hacer una cosa ¿vale? - dice en voz baja y yo asiento.

- Yo voy a distraerle mientras tú abres la puesta y sales. - susurra.

- ¡¿Que?! - grito susurrando.

- Lo que te dije, hazme caso. - dice firme.

- ¿Estás loco? ¿Como voy a dejarte solo con esa cosa? - digo preocupada por él.

- Creeme, no es la primera vez que me enfrento a uno de ellos. - intenta tranquilizarme pero no le funciona.

No me puedo tranquilizar, tengo el presentimiento de que algo malo va a pasar.

Ya no me da tiempo a decirle nada mas cuando veo que sé esta acercando decidido a donde esta el lacerador. No le voy a hacer caso, creo que va a necesitar mi ayuda, lo voy a ayudar tal como él lo ha echo conmigo.

Preparo el arma que tengo en mis manos para dispararle al lacerador, me voy acercando al pasadizo y cuando tengo a vista a Kly y al lacerador, veo que Kly está en peligro. Estoy apuntando al lacerador para cuando sea el momento exacto pueda disparar.

Veo que en una de sus seis patas tiene una aguja y en cuestión de segundos se la puede clavar a Kly. Le disparo y en ese mismo momento cae al suelo, Kly se levanta y corre hacía mí. Tiene sangre en la cabeza.

- ¿Estas bien? - le pregunto preocupada.

- Sí. Ahora no hay tiempo de hablar, tenemos que salir de aquí rápido, los laceradores son mas fuertes de lo que  recordaba.

Abro la puerta y sin mirar que hay en la otra parte entramos.

Tú y yo contra ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora