Capitulo 4

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Al otro lado de la puerta se encuentra un campo, todo muy bonito hasta que me doy cuenta de que esta rodeado por una muralla, me doy la vuelta para ver si podemos salir por la puerta pero para mi sorpresa, la puerta ha desparecido.

- ¡La puerta no está! - le grito a Kly.

El enseguida se da la vuelta y veo como sus ojos de abren mucho más.

- Mierda. - murmura, y en la forma en que lo dice me doy cuenta de que sabe algo que yo no.

- Sabes donde estamos ¿verdad? - le pregunto esperando que la respuesta sea afirmativa.

- Sí, estamos en el criadero de los laceradores. ¿Como no lo pude sospechar? - esto ultimo se lo pregunta a el con voz baja pero alcanzo a escucharlo.

Empiezo a pensar en mi familia y me dan ganas de llorar. Mierda. No puedo contener las ganas, así que me siento en el suelo y me abrazo las piernas hundiendo la cabeza en ellas.

Al cabo de un momento siento unos brazos al rededor de mi cuerpo y me tenso pero al pasar unos segundos me relajo y hundo mi cabeza en su pecho.

- Tranquila. - me dice acariciándome el cabello.

- ¿Como quieres que lo esté Kly? - respondo sollozando.

- ¿Confías en mí? - me pregunta y yo asiento con la cabeza ya que de tanto sollozar no puedo hablar.

- Entonces mirame. - el al ver que no lo hago, me agarra de la cabeza suavemente y la sujeta subiéndola hasta que mis ojos se encuentran con los de él. Está preocupado...pero...¿por mí?

- Vamos a salir de esta juntos ¿vale? - dice y yo asiento de nuevo.

Me ayuda a levantarme y cuando estoy de pie frente a el, se acerca, pone una mano en mi mejilla y con el dedo pulgar retira las lagrimas de ahí mientras que yo le miro a los ojos. En ese mismo instante no aguanto mas y lo abrazo de nuevo, el no duda ni un instante en corresponderme y mientras nos abrazamos el me va acariciando la espalda para calmarme. Cuando ya dejo de llorar nos separamos.

- Yo voy a buscar recursos aunque sea para pasar esta noche y tu busca un lugar donde creas que podamos estar fuera de peligro. - dice.

- Vale, pero no tardes mucho por favor. - digo con un poco de angustia en la voz.

Se acerca y me da un beso en la frente – Tranquila. - me da un corto abrazo y se aleja en busca de cosas que podrían ayudarnos.

Yo me encamino hacía unos arboles apartados que he visto, me parece que será un buen lugar para pasar la noche.

Pov. Kly

Mientras me alejo de ella no dejo de pensar en porque no soy duro con ella como con las otras personas, no lo entiendo.

Voy directo hacía el bosque que hay en un rincón del cuadrado campo, donde estamos atrapados, para ver si encuentro algo que nos pueda ser útil para pasar esta noche, ya mañana intentaremos salir de aquí.

———

Me doy cuenta de que hay algo de un color amarillo verdoso que brilla en uno de los arboles, me acerco y me doy cuenta de que es la baba de un lacerador.

- Mierda. - digo para mi mismo.

Me acuerdo de que Eylen esta sola y enseguida empiezo a correr para encontrarla.

- ¡Eylen! - grito a todo pulmón preocupado. No contesta.

Sigo corriendo y gritando hasta que la escucho llamándome.

- ¡¿Donde estás?! - vuelvo a gritar.

- ¡En los arboles! - me grita en respuesta.

Voy corriendo hacia allí y me la encuentro observando detalladamente una casa pequeña vieja que hay allí.

- Eylen no hay tiempo que perder, tenemos que escondernos rápido. - le digo y ella me mira sin entender.

- Aquí es donde vienen los laceradores por las noches. - cuando termino de hablar su cara muestra pánico.

- ¿Que vamos a hacer? - me pregunta inquieta.

- No lo sé. - respondo empezando a pensar que podemos hacer.

Tú y yo contra ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora