Capítulo 7 La joven y sus sentimientos

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En todo el camino, Zoro no ha dicho nada, parecia perdido en su propio mundo, trate de sacar varios temas para poder charlar pero no habia caso, no me estaba escuchando.

-¡Hey Zoro, ya estamos por llegar!- exclame mirando a el a travez del retrovisor.
-¿Ah? Ah bueno- conestó vagamente y siguió mirando a la ventana.

Pasamos un par de calles más y fui sola a aparcar el auto, mientras Zoro esperaba afuera en el portón del departamento.

Sali corriendo para poder llegar lo mas rapido para que Zoro no se mueva ni un milimetro, porque de seguro se perdía otra vez. Olvide aclarar que, el estacionamiento en donde dejo mi auto es bastante lejos del departamento.
Cuando entramos voy directamente al mostrador, el señor que estaba ahi me dio mis llaves, y le pedi que si por favor me daba otro piso que este disponible para Zoro, a lo cual me negó.
-¿Como que no puedo alquilar dos departamentos?- exclame golpeado la mesa del mostrador.
-Discuple maidmousille, pero por ley usted no puede alquilar o compar dos departamentos al mismo nombre- conestó el hombre algo asustado.
-Agh, bueno esta bien señor, con tal de no pagar otra multa esta bien- comenté mirando a un lado.
-¿En que minuto te han multado?- pregunto Zoro preocupado con una expresión de enojo.
-¿Como crees que llegue a buscarte tan rapido en el aeropuerto?- conteste frunciendo el ceño - Como sea (...) ¡Por favor se lo pido aun que sea deme un departamento con dos dormitorios apartes -suplique uniendo mis manos, un gesto que se me ha pegado desde que me fui de Japon.
-Bueno maidmousille- habló el señor con caracter- Aqui tiene su nueva llave, por favor primero retire su equipaje y pertenencias de su anterior dormitorio, vuelve y me devuelve las llaves- contestó poniendo las nuevas llames en mi mano - Que tenga un buen día - conestó con una sonrisa y se fue del mostrador a la cafetería

El edificio que alquile estaba en el tercer piso de siete, era bastante amplio, por lo tanto habían demasiadas cosas en todo el piso desparramadas.
Le rogue a Zoro que por favor me ayudara a llevar todo el equipaje, a lo cual con desgano acepto.
En total llevamos más de diez maletas al nuevo edificio (...) que quedaba en el séptimo piso. Obviamente y por desgracia el ascensor no andaba, asi que Zoro tuvo que cargar solo las diez maletas.
Cuando ya llegue al piso me fui corriendo directo a la puerta, apenas abrí, el ya estaba detras mio y se tiro directo al piso.
-¡Hey mis maletas no son tan pesadas!- exclame algo enojada.
-¿Que no lo son? Apuesto que en estas maletas por lo menos hay 50kl ya sea de tu cantidad mounstruza de ropa, joyería y quien sabe que más - contestó enfurecido, mientras se levantaba tiro todas las maletas de golpe al piso.
-¡Roronoa Zoro! ¡La madre que te ha parido! ¡TEN CUIDADO CON MIS TESOROS!- grité golpeando en su cabeza.
El grito de Zoro fue tan fuerte que hasta yo misma sentí el dolor que sufría. Obviamente vinieron los vecinos a quejarse con el portero, y el nos regaño, más a mi que a el, porque antes que viniera ya interrumpía bastante la paz que tenia este edificio.

-Menos mal que ya se fue- suspiré al cerraba la puerta - Ahora ya puedo organizar de nuevo el closet y la cocina, Zoro vete eligiendo que habitación vas a querer- comenté mientras agarraba mis maletas.
-Como tu digas Nami- contestó con desgano.
Otra vez volvimos al silencio del principio. Zoro desempaco sus cosas y fue directo a darse un baño, del tiempo que pase en Japón, ahi tardan bastante en bañarse, asi que pase mi baño para la mañana del siguiente día.
Mientras tanto, yo iba a comodando mis cosas en mi habitación, viendo cada prenda, cada regalo de secundaria mezclado con mis voletos de estos ultimos dos años, me vinieron muchos recuerdos a mi mente y sin darme cuenta solté un suspiro.
-Si tan solo me hubiera confesado antes de presentarle a Luffy- susurré con un tono de tristeza mezclado con mi nostalgia.

¿Un Amor de Invierno?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora