CAPITULO 1 - Hermanito

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Son las 6 de mañana. El sol llena el Sunny y como de costumbre Sanji es el primero en levantarse para hacer el desayuno y llamar a los demás.

-Creo que en un día llegaremos a una nueva isla- avisó Nami y todos sonrieron por eso.

-Que lista es mi Nami-chan - dijo poniendo los ojos en forma de corazones.

-¡Estúpido cejas rizadas!- dijo Zorro saliendo por la puerta. 

Sanji esta vez pensaba ignorarlo porque ni siquiera había desayunado. Después de comer salió a buscar al Marimo.

-A ver, hay que organizarse- dijo Nami mirando a todos, jugaron a quién se quedaría en el barco y les tocó a Sanji y Zorro.

Zorro miró mal a Nami, y Sanji le devolvió la mirada de disgusto.

-¿Qué estas mirando ceja rizada?

El rubio suspiró y se fue a otro lado, dejando sorprendido a Zorro.


**********************

Zorro estaba en la comisaría sentado en una silla, apoyándose en la mesa  con un café ya bastante frío. 

-¡¡Zorro!!, ¡Estoy harta de tus líos, llevas años desaparecido que Robin y yo pensamos que estabas muerto, pero no!. Estabas muy vivo, tan vivo como para que me despierte una llamada de la policía a las 5 de la mañana; explicando que mi hermano pequeño ¡había golpeado a un oficial!.

-Eres la única abogada que conozco- se defendió.

Nami gritó y suspiró, para luego gritar más fuerte -¡¡Estúpido!!

La chica logró sacar a su hermano de la cárcel, pero tendría que estar bajo arresto domiciliario. Los dos subieron al coche, y ahí fue donde le dijo al peliverde que tendría que estar bajo arresto.

-¡¿Tres meses?!, eso me parece excesivo.

-Zorro, ¡golpeaste a un oficial, y solo porque quiso llevarse un maldito espejo!

-¡No es solo un espejo!... ~es todo lo que me queda de él...

Al llegar a casa de Zorro, Nami se sorprendió al ver todo tirado, y el colchón en el suelo justo al lado del balcón.

-¿Por qué está ese colchón ahí?

-Aaah, -Zorro olió una taza que había en el refrigerador para ver si estaba limpia, sonrió con tristeza y contestó. -A él le gustaba mucho dormir viendo las estrellas.

-¿A quién?- Nami no lo sabía, pero se arrepentía de decir esas palabras.

-A MI esposo- dijo comiendo un trozo de Madalenas.

-¡¡¿Tu qué?!!, Espera, ¡¿estás casado?!

Zorro tenía la boca llena así que levantó su mano izquierda dejando ver su alianza como respuesta.

-Vaya, no tienes pinta de ser un hombre casado- dijo acercándose mucho a Zorro ¿Cómo es el?

-El  tiene algo en su voz que te hace vibrar de emoción cuando esta feliz y te entristece si no lo esta, es muy valiente y caballeroso, nunca maldijo, pegó o insultó a ninguna mujer en mi presencia. Es rubio con ojos azules, mide 1.88, tiene dos pendiente en la oreja, un culo que me la pone duro de solo pensarlo, y nunca escuché a nadie soltar gemidos como él cuando llegaba al máximo placer.

-¡Zorro!

-Y tiene una cara de ángel, además de que cocinaba bastante bien.

-¿Ya no lo hace?- Zorro miró el suelo -

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