La humanidad es basura.
Sin importar como se vea, todos solo somos un montón de hipócritas que se preocupan por sí mismos. Aunque hagamos actos buenos, siempre habrá un beneficio oculto, una razón para hacer las cosas.
Los héroes verdaderos no existen, mucho menos los inocentes que deben ser protegidos.
Incluso un inocente bebe que fue salvado de un incendio por unos bomberos, al crecer fácilmente se puede convertir en un vago, un ladrón, un asesino o cualquier otra cosa.
El mal existe en lo profundo de cada ser.
Y a mí no me queda duda de eso.
Siempre me pareció que la sociedad era injusta; obligándonos a actuar de un modo u otro buscando la aceptación de las masas, y aquellos que no encajen en el perfil son discriminados y exiliados.
Al final el ser humano es hipócrita y hará lo que sea con tal de estar acompañado de alguna persona.
Tal cobardía siempre me pareció ridícula, estúpida, irracional, pero aun así jamás exprese mi opinión, al final era como el resto y solo buscaba aceptación.
Pero incluso un hipócrita como yo se puede cansar de lo mismo.
Un día me canse de todo, estaba decidido a convertirme en aquella persona ideal; Un héroe que velara por el bien de los demás y no por su interés propio.
Una verdadera estupidez, pero en aquel momento un sentido de la justicia combinado con arrogancia invadía mi cuerpo.
Como mi primer acto bueno, pensé en ayudar a un compañero que era víctima de bullying en la escuela.
Siempre me pareció asquerosa la forma en la que los demás abusaban de él, pero por alguna razón cada vez que lo veía me limitaba a voltear mi mirada y fingir que todo estaba bien.
Nunca fui bueno peleando por lo que estaba un poco nervioso, pero aquella auto promesa me dio fuerzas para seguir.
Tenía miedo, pero me arme de valor. Nunca busqué destacar por lo que todos se sorprendieron cuando repentinamente intervine en una discusión que no me concernía.
Lo molestaban como siempre, solo porque era más bajo, tímido y algo raro. La profesora no estaba; aprovechaban ese momento para burlarse de él y hacerle bromas ocultando todo bajo una falsa fachada de amistad.
Me acerqué y lo dije en voz alta. Todo lo que pensaba.
- "Porque molestan a Kotaro, que les a echo el, acaso les parece justo ponerse todos en su contra, ya paren con eso, lo que hacen está mal, que no les da vergüenza....arrepiéntanse y pídanle perdón."
El salón se llenó de un silencio angustioso, las miradas estaban fijas en mí, sentimientos de confusión, ira, temor, indignación todos estaban mesclados.
La respuesta llego después de un rato. –"De que hablas Isshiki?" "Solo jugamos un poco con Kota" "No exageres tanto, solo es un juego entre amigos, no es cierto Kota".
Me trataron como un tonto, como si no me diera cuenta de nada, lo peor de todo y lo que más me frustraba era que todos sabían lo de Kotaro y aun así nadie dijo nada, todos solo lo ignoraban.
Pero no importaba, era algo de esperarse.
De todas formas, lo que más importaba era salvar a Kotaro.
- "¡Váyanse a la mierda!" dije con una mirada amenazante, a lo que todos no se lo tomaron de buena manera.
y lo lleve a que se sentara cerca mío.
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Reencarne como mago
FantasíaIsshiki pierde la fe en la humanidad a la joven edad de 14 años, sin motivos para vivir decide darle fin a su sufrimiento, cuando pensaba que este era su fin, el vuelve a nacer, pero en un mundo medieval con una realidad mucho más dura y lúgubre. Bu...