¤♡Dulce Venganza♥*《Justin Bieber y tu》

Capítulo 29

En dirección a Seattle se dirigía el Jet de Zayn, el sonido tapaban mis oídos pero no lo suficiente; Zayn dormía a mi lado, apoyado por mi hombro. mientras yo observaba la neblina por donde pasábamos.

Nunca le habia prestado atención a la ventana cuando viajaba con mis padres, ya que estaba muy entretenida en el celular o como le decia Andrea cuando me veia con el "aparato infernal" ; prefería eso a chocar palabra alguna con ellos.Apreciaba el espléndido espectáculo que el cielo me regalaba, esmerando cada parte; las nubes esparcidas por todo lugar como si fueran enormes algodones de azúcar, las estrellas diminutas luces opacas y la joya principal: la luna siguiendo el rumbo por donde íbamos, mientras cada vez me hundía en mis pensamientos y recuerdos mas abismales, expulsé varios suspiros mucho mas profundos. Pesando de que las horas eran eternidades, los minutos siglos y los segundos milenios.

Parpadeaba pesadamente en tan sólo pensar y pensar, sin querer me quede al igual que Zayn solo que dormida en su regazo.

-Hermosa -susurró antes -

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Seguía con mis párpados cerrados, disfrutando de las pequeñas caricias que Zayn me daba con sus nudillos sobre mi cabello, trazando ondas que parecían cascadas al juntarlas, tambien de sus palabras acariciando el poema que una vez me recitó. No sabía si sentía algo muy grande por Zayn, pero de que si estaba segura era que solo me hacia sentir una chispita que casi no me provocaba lo mismo que Justin; mi corazon se aceleraba mientras exigía salir con grandes palpitaciones, mis pómulos teñidos de un rubor bastante aparente, mis labios palpitos deseando sentir los de él, y por lo último mi respiración se contenia para soltar un gran suspiro; no me explicaba porque el hacia funcionar mi organismo y sentidos de una forma inexplicablemente.

Abría y Cerraba mis parpados y pestañeaba tan delicado. Recuerdos y mas recuerdos volvían a mi mente como un freesbe, chocando con partes indebidas para no atormentar mas; miré a la ventana, el cielo estaba de color naranja con rojos y amarillos acompañados de los rayos del sol, frunci el ceño. Me incorporé en mi asiento sin avisar y me abroche el cinturón al oír que ya íbamos a punto de aterrizaje. Me sorprendí al ver cuanto había dormido, suponía que al rededor de medio dia.

El Jet paró, y nos indicaron que ya podiamos bajar. Agarramos nuestras cosas y empezamos con el viaje hacia el hotel ya aparcados en el Audi 4x4 negro.

-Sabes algo -dije de golpe- pienso que mi madre no es tan inocente como aparenta serlo -declaré-

-¿Porqué lo dices? -preguntó con su vista atenta al camino-

-No lo se. Pero lo que si estoy segura es que la repudio, la odio, quiero decirle sus verdades para que sufra.

-¿Porqué te caso conmigo? - preguntó-

Su pregunta me tomó por sorpresa,  si sabía que responder pero lo mejor era que no lo escuchará salir de mi boca; quede en silencio sin decir nada,  el momento de tensión se precensio. "No debí decir eso" me repetía miles de veces maldiciendo internamente.

-Lo siento -susurre inaudible, dejando brotar una milésima gota de agua salada-

-Lo se -contestó de la misma forma, acompañado de un tono melancólico-

Tras un largo camino llegamos al hotel "Pan Pacific Seattle" unos de 5 estrellas según escuché. Nos bajamos y las miradas fueron atraídas a nosotros, los fotógrafos tomando fotos, periodistas preguntando por el próximo proyecto de "Empresas Yaser".  Avanzamos como pudimos y nos adentramos en la recepción donde estaba atendida por una rubia de pelo opaco,  tez blanca como la nieve casi transparente, vestida con su pieza completa de uniforme.