Acompañame a ver como es la vida del castaño junto a sus guardianes y su espartano tutor que disfruta verlo en apuros a cada momento.
Su vida como estudiante y décimo Vongola, evitando peleas, compromisos y a la muerte.
La vida de sus amigos y gua...
La tranquilidad de la noche en la mansión Vongola era lo que reinaba, todos ya hacían dormidos en sus habitaciones en los brazos de morfeo — en el caso del castaño era con una cierta alondra — los rechinidos que se escuchaban por los pasos de los desolados pasillos, una familia enemiga había logrado la proesa — o suicidio — de entrar a la mansión y robar el preciado tesoro de Vongola.
Caminaron por los pasillos, reían en sus adentros no podían creer que fue fácil entrar ¿y se decían ser los mejores de la mafia? Solo debían obtener aquello y listo, los Vongola caerían. Desde que tsuna había tomado el cargo se especulaba que este guardaba en una caja de seguridad un tesoro que el protegía a capa y espada, guiados por esos rumores cierto jefe de una mafia los había enviado para que robaran aquello. Ajenos a que unos ladrones estaban en la mansión tsuna fue hacia la cocina por un vaso con agua, no quería molestar a las sirvientas por un vaso de agua así que somnoliento bajaba las escaleras con cuidado, llego hasta la cocina donde tomo el vaso con agua.
Escucho unos pasos cerca de su oficina, pero no le dio importancia creyendo que tal vez uno de los chicos estaba caminando o que otra vez Reborn estaba pensando en quien torturar, este caminaba dormido e incluso torturaba dormido, daba miedo y por ello todos no salían de sus habitaciones —Al menos no desarmados — eso y porque la mansión era muy vieja y de vez en cuando uno que otro fantasma se paseaba por el lugar, nada del otro mundo para el incluso a veces se ponía a conversar con uno de ellos cada ves que no tenía sueño. Subió las escaleras con el vaso en la mano caminando por los pasillos donde vio a un chico de cabellera negra y ojos carmín.
— Hola Scott — saludo Tsuna pasando a su lado
— Hola tsuna, si no te importa iré a volar por allá — señalo sonriendo
— me parece bien — bostezo entrando a su habitación, no sabia como había muerto Scott pero era un fantasma inofensivo, al menos con el
Scott volaba de aquí para allá mientras tarareaba una melodía que escuchaba en su mente, sus ojos brillaron con malicia el ver un par de hombres tratando se entrar en la oficina del cinejito de Vongola, sonrió macabra mente se iba a divertir esa noche como nunca.
— No creo que tsuna se enoje por lo que voy hacer — susurro acercándose a los tipos
Durante toda la noche Scott se divirtió espantando los y haciendo que esto lloraran y gritaran, incluso el hitman apareció para ayudarlo en eso — claro que este estaba sonámbulo y no recordaba nada — después de eso solo se escuchaban las risas de Scott por todo el lugar mierda tsuna solo se cubría mas con las sabanas.
— Oye tsuna ¿que guardas allí? — pregunto yamamoto dentro de la oficina mientras señalaba la caja de seguridad
— Ah — exclamo dejando de leer todo el papeleo que la piña había causado en Escocia — esto —dijo mientras ingresaba la contraseña y sacaba un libro — es un álbum de fotos de todos nosotros — sonrió mostrando una de las paginas
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Palabra ladrones
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