¿Que podría salir mal?

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Narrado por Facundo

Mi día está empezando de la peor manera. Me he levantado tarde, no pude tomar mi desayuno ya que quería llegar al colegio temprano y llegué tarde al colegio. Ahora estoy en el exterior de mi salón con la puerta cerrada frente a mi. No me decido en tocar o no tocar. Si toco la puerta el profesor me va a gritar delante de todo el salón y eso sería muy vergonzoso para mi, sobre todo porque Danilo está ahí. Y si no tocó la puerta me ahorraría la vergüenza pública y no daría la clase de química, podría entrar a la siguiente clase, además no falta mucho para que termine la hora.

Caminé hasta las escaleras y me metí debajo de ellas. Por este lado del colegio no pasa nadie a menos que sea el conserje. Me senté sobre mi mochila para no ensuciar mi uniforme y encendí mi teléfono. Si no voy a estar en clase tengo que entretenerme con algo y que mejor que unos memes en Facebook.

-Hola- dijo alguien detrás mío. La piel se me puso fría y tenia miedo de voltear- ¿no me vas a saludar?- voltee y vi a mi amigo Thomás que también se encontraba ahí, ¿Cómo no pude notarlo?

- Hey Thomás ¿Qué haces aquí?- le pregunté dándole un puñetazo en el hombro- y ¿por qué huele a papel de algas?

- Porque llegué tarde y prefiero drogarme aquie abajo. Super random- sacó una pipa y con el encendedor empezó a aspirar lo que quemaba.

- ¡Ala! Muy chico como para andar en vicios ¿no crees?

- Me vale pinga, huevón- dijo sin asco- Mi cuerpo, mis reglas.

- Si tú lo dices- reí por lo bajo.

- Y tú ¿Qué haces aquí?- exhaló el humo de sus pulmones.

- Pues por la misma razón que tú a excepción de la severa drogadicción que tienes.

- Pa' una vez a la semana que me meto un porro ¿me vas a llamar drogadicto? A ti te dicen maricon y no digo nada.

- ¿Maricón?- se me puso roja la cara- ¿Quién dice eso de mí?

- La pendeja de Roxana; con la que estuviste una semana y después la dejaste. Cualquiera disimula un poco y la deja al mes. - empezó a mover unas hojas cortadas en el suelo.

- Es que no le quería hacer daño, nada más.- dije avergonzado.

- Mira huevón, entre gitanos no vamos a leernos las manos.- el castaño hizo un círculo con aquellos papeles en el piso y se paró a un extremo.

- Es imposible hablar contigo- dije fastidiado. Y es que sí la dejé a la semana para no hacerle daño pues yo estoy enamorado de Danilo y me sentía muy mal teniendo una relación aparte.

¿Aparte? Cómo si hubieras estado con Danilo. Que a la justas te habla

.- ¿Y qué estas haciendo con esos papeles?- pregunté muy curioso acercándome a él y notar que cada papel tenía una letra.

- Voy a jugar la ouija- respondió tomando un vaso de cristal- ¿quieres jugar?

- No gracias, he visto muchas películas de terror y sé en qué termina esa gente.

- Tú mismo lo has dicho, son películas- giró la mirada- ¿Quieres? Me extendió su pipa y su encendedor. Va a ser más chévere jugar con la mota en la cabeza.

- No gracias,- rechacé la propuesta, aunque me daba curiosidad de cómo sería probarla.

- Te botas como rica. Fuma nomás, se ve en tu mirada que quieres.

Yo, Demonio [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora