Rebekah

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-Por qué dices eso?.- Se asusta.

-Es que no te das cuentas que nadie te quiere?, se supone que tu familia te apoya, pero no es así, a ver, dime Quién ah venido a verte?

-Sólo una amiga mía.- Dice triste cabizbaja.

-Ves!? Que tengo la razón, sea lo que sea que hagas, tu familia siempre estará ahí para tí, aunque sea tu madre, dímelo a mí!, ya tengo experiencia.- Me encojo de hombros haciendo una mueca.

-Sí es verdad tienes razón, pero ya eso no tiene importancia.

-Sí la hay!.- Le aliento para que abra bien los ojos.- No soy tu amiga ni nada, se que no me soportas y en realidad no entiendo el porqué!? pero aún así me hablas porque soy lo único que te queda.

Ella no dice nada, pero solo sigue pintando y sé que debe de estar llorando, pero aún así no da la cara.

-Se te acabaron las palabras?.- Le digo con voz suave.

Ladea la cabeza en modo de "sí".

-Ese es tu problema Mer, no demuestras lo que sientes... y por eso pierdes las cosas. Sé mucho mas de tí de lo que crees...- Le susurro a su lado mientras le pongo la palma de mi mano en su hombro y luego me voy... Dejándola sola, como tal se había dado cuenta hace poco.