Rebekah

-11-

-Pero ya que no han surgido más
asesinatos, es nuestra oportunidad de estar juntos, ya nos han investigado, a todos, por qué estas así de asustada?

-No lo sé... en realidad no estoy asustada, estoy pensando en lo que puede pasar. Pero ya, cambiemos de tema, sí!?

-Espera, eso es porque piensan que fuimos nosotros, porque somos parejas y somos cercanos a la persona muerta. Pero ya que no ah pasado nada, ahora si nos aceptarán nuestros padres.- Su expresión es alegre.-Bueno, siempre lo han hecho, pero de mala gana.

-Sí, pero ya no hablemos de tragedia por favor.- Le digo cansada.

-Ok.- Entrelazamos nuestras manos mientras miramos todo a nuestro alrededor, por un segundo siento paz y tranquilidad. Me siento segura junto a él. Nos quedamos en silencio por minutos, no sé que decir.

-Que harás hoy?.

-De qué?.- Me hago la loca.

-Es tu cumpleaños, crees que lo olvidé, toma...-Otro regalo.

-Una caja de música? Un clásico. No me digas que es algo diabólico como en las películas, la caja de música es una de las responsables cuando alguien muere.- Reímos.

-Era de...

-Lo sé, no tienes que decirlo. Dónde la encontraste?

-En su habitación, pensé que deberías quedártelo.

-Gracias, pensé que había desaparecido. Siempre me gustó.- Le doy una sonrisa triste.

-Haz sabido algo de Mer?

-Sí, cada día está mas loca, ese manicomio no la ayuda, la visito cada fin de semana y no veo progreso, bueno sabes que no estaba loca en realidad.

-Que pena por ella, esa Perra. Nunca me calló bien.

-Ni a mí, bueno a nadie...- Digo haciendo una mueca.

-Es por eso que todos piensan que fué ella.