Conociéndote de verdad

Capítulo 10

Capítulo 10

-Derecha -dijo Severus y abrió los ojos encontrando a un sonriente Harry.

-Lo has conseguido.

-¿De verdad? -preguntó emocionado.

-Si. Mi hechizo fue a la derecha -confirmó Harry.

-Al fin -Severus puso sus codos en las rodillas y cubrió su cara con sus manos.

-Lo has hecho muy bien -felicitó-. Gracias por no quejarte de mis métodos de enseñanza, a pesar de que tardáramos casi un mes.

-Gracias a ti por enseñarme -Severus lo miró.

-¿Quieres practicar un poco más?

-Si. Quiero comprobar que no ha sido suerte.

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Harry iba caminando por el castillo cuando Siel se le acercó a él rápidamente. Harry la levantó y la puso alrededor de su cuello para que pudieran hablar.

-La chica que me has pedido que vigilara, está siendo rodeada por tres chicos. Ella no parece muy feliz.

-¿Dónde está? -preguntó Harry preocupado.

-En los jardines, cerca de donde nos conocimos.

Harry empezó a correr en dirección a los jardines. Tan solo tenía una cosa en mente, llegar hasta su madre.

Al acercarse al lugar, pudo ver que tres chicos de séptimo año de Slytherin estaban acorralando a su madre. Preocupado, corrió aún más y se interpuso entre ellos y Lily.

-¿Qué hacéis? -preguntó Harry cubriendo a Lily como podía con su cuerpo.

-Eso mismo te preguntamos, quítate del medio para que le demos lo suyo a esa Sangre Sucia -dijo uno.

Harry rio despectivo.

-Me parece a mí que no.

-Green, no deshonres tu casa con este comportamiento -dijo otro.

-No lo hago. Sois vosotros quienes mancháis los valores de Hogwarts con vuestro comportamiento -replicó.

-Sal ahora o no dudaremos en atacarte a ti también amenazó el tercero.

-Intentadlo, si podéis -les desafió.

Los tres lanzaron un hechizo a la vez. Harry empujó a Lily, quien cayó al suelo y se apartó él mismo del camino. Luego respondió con una ráfaga de hechizos que noqueó a esos tres en cuestión de segundos.

-¿Estás bien? -Harry le tendió la mano a su madre para ayudar a levantarla.

Lily dudó un momento, pero ese chico la había salvado, así que aceptó su mano y se levantó.

-Si.

-Vámonos de aquí.

Sin soltar la mano de Lily, Harry empezó a caminar, acercándose hacia el castillo. Cuando pensó que ya no había peligro, se detuvo y escaneó los alrededores

-¿Por qué me has ayudado? -preguntó Lily llamando su atención.

Al mirar a su madre, Harry quedo prendado mirandola tan de cerca. Sus padrinos tenían razón, había heredado sus mismos ojos.

-Me recuerdas a alguien muy cercana a mí -intentó contestarle de la forma más sincera posible-. No pienses lo que no es pero, ¿puedo darte un abrazo? -preguntó de repente, muriéndose de ganas de abrazar a su madre aunque sea una vez.

Desconcertada por que la salvara y por esta pregunta, Lily asintió.

Nervioso, Harry se acercó a ella y la abrazó escondiendo su rostro en el cuello de su madre. Se sentía tan bien, tan correcto. Olía a flores. Se aferró a ella unos segundos, intentando grabar ese recuerdo en su mente, antes de soltarla.