Amparados en la oscuridad los impuros se multiplican. Sus ojos rojos se posan en quien será su próxima víctima, a quien atraparan con sus garras negras semejante al metal corroído, en un agarre mortal de hierro, donde sus picos llenos de colmillos d...
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"La Organización de Cazadores fue fundada con exactitud con la llegada de un Sacerdote de Angelus, una deidad del viento, con el poder de bendecir armas y limpiar la corrupción superficial. Su sede principal fue erguida hace mucho tiempo, manteniéndose firme contra los múltiples ataques que ha sufrido a manos de poderosos Impuros que buscaban vengarse.
Sobre un empinado y peligroso acantilado se erguía con orgullo una majestuosa mansión, con brillantes paredes de inmaculada pureza, que parecían devolver con igual fulgor la luz natural de la luna, sin imperfecciones, adornada únicamente por fosforescentes runas que titilaban con una débil candidez. Fuera, donde sus impenetrables murallas evitaban el paso a sus magníficos jardines, se encontraba el deplorable escenario, de las manchas sangrientas de los impuros; aquel patio exterior solo era un terreno árido sin vegetación ni vida, ocupado por las armas y cadáveres que osaron amenazar el equilibrio natural. Las marcas que se pegaban a la piedra pulida del tétrico panorama, contaban la desesperación de sus víctimas, junto con mensajes escritos en la agonía de los últimos minutos de vida de las almas corrompidas.
La organización de los cazadores, ese era el nombre de aquel infernal lugar. Temido, odiado, amado, venerado, justo e injusto; cada persona pensaba diferente pero todas concordaban en algo, aquel lugar apareció de la nada en medio de una de las peores tormentas que azoto el país de la gran corona. Un lugar igual de maldito, que solo se lograba vislumbrar en la noche, acompañando a la luna y escondiéndose del sol. Cualquier cambia-forma que sea tan valiente o tonta como para siquiera acercarse sin invitación, encontrara una muerte lenta y dolorosa, sumándose a los múltiples cadáveres que rodean la majestuosa edificación."
Dentro, por sus altos pasillos, iluminados por la tímida luz de las velas, que dibujaba oscilante alargadas sombras sobre el elegante tapiz. Podía verse una pequeña silueta masculina, firme y elegante, que miraba con ojos ausentes desde un gran ventanal, perdido en sus recuerdos, en un pasado que no era mejor, atrapado en el presente incoloro, donde la promesa de que el tiempo sana, perdona y olvida no significaba nada. En su corazón el calor de la humanidad se volvía cada vez más lejano, como sueños de una vida mortal que no le pertenecía, ilusiones que parecen más felices que la realidad.
Alguien lo llamó en un susurro, devolviéndolo a la realidad, a la exactitud de los hechos. Un ronco gruñido escapo de su pecho, una nueva misión le sería encomendada, traería otro premio a su nombre. Antes de acudir al deber, se deleitó, mirando fijamente los cadáveres, él era uno de los mayores causante de aquella masacre, Min Yoongi un letal omega de Halcón, el segundo cazador por antigüedad y letalidad. El ave de rapiña más rápida, tal vez más delgado y pequeño que sus compañeros, pero mucho más fuerte y resistente. Un ser atormentado desde sus inicios, quien ya no recordaba cuándo fue la última vez que siquiera la insinuación de una sonrisa trato de cambiar su impasible expresión.
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