Un juego de Alas.

A sus recién cumplidos cien años, Aquila Torres no quiere nada que se relacione con la magia, a pesar de que esta corre por su sangre. Ha dejado su casa en Mérida, luchado por encajar en un colegio de humanos en la ciudad más grande de Venezuela, y aprendido a vivir como uno de ellos, todo por no ser obligado a entrar en el Consejo junto a sus padres.

Solo que ahora, después de quedar sin nada en un mundo lleno de crueldad entre humanos y magos, el dolor lo lleva a aceptar ser entrenado por la reconocida y excéntrica hechicera Alas Da Silva, quien ha jurado protegerlo y alimentarlo... ¡¿por el resto de sus vidas?!

Vale, por lo menos la comida no está mal.

n o t a:

Esta historia participa en el concurso de Nozomi7, «El amor que nació de una sakura», el cual consiste en sacar un relato inspirándose en disparadores creativos. He elegido el que está en multimedia, aprovechando que jamás he visto la película y adaptándolo a una idea muy personal. Aquí los humanos y magos saben de la existencia de los otros y conviven como sociedades, con ciertas reglas organizadas y supervisadas por El Consejo, peeeero esto es romance puro y duro así que eso quedará en segundo plano, pa' qué mentir.

Aclaro que todo estará ambientado en Venezuela, mi país natal, porque me encanta escribir sobre sitios de acá y con palabras típicas; para los que no son venezolanos dejaré notas de lo que significan las expresiones, así que tranquilos (<3). Supondré que todos sabrán la situación por la que estamos pasando, por lo que esto estará ambientado en una Caracas de por allá del 2009, cuando la crisis no había llegado a la cumbre todavía.

Muchísimas gracias por leerme, por sus lindos comentarios y el apoyo,

con amor, ale.