Ángel

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Flashback.

“Mamá, estoy en casa." Dije en voz alta con la esperanza de recibir un saludo por parte de mi madre y no tener que repetir mi señal de vida. Pero no recibí ninguna respuesta, sólo el silencio me acompañaba, lo cual era extraño, el auto de mi madre estaba estacionado en el estacionamiento. “¿Mamá?" Solté mi mochila en el suelo, y caminé por toda la sala y la cocina en busca de mi madre, pero ella no estaba en ninguna parte. Jay estaba en la escuela, me había dicho que tenía práctica de fútbol. Extraño, nunca había tenido interés en los deportes antes.

“¿Mamá?" Toqué en su habitación pero nadie abría. Supuse que no habría nadie dentro, por lo que abrí la puerta y asomé la cabeza antes de entrar completamente.

Mi madre estaba acostada sobre la cama mientras que mi padre estaba encima de ella y mantenía sus brazos fijos extendidos hacia arriba. Ninguno había notado mi presencia. Yo quería quitarlo de encima de ella, pero no era lo suficientemente valiente para hacerlo, por lo que cerré la puerta y salí corriendo de allí.

Me subí en mi bicicleta y pedaleé a más no poder. No sabía a dónde iba, pero quería irme lejos por primera vez en mi corta vida. A lo lejos localicé un parque. Estaba ya cansada de pedalear, por lo que me detuve en él. Me senté frente a un hermoso lago y comencé a tirar piedras. Nunca entendí cómo algunas personas lograban que rebotaran sobre el agua. Supongo que no nací con el talento.

Cerca del río había un gran árbol, me recosté debajo de él y cerré mis ojos por lo que parecieron instantes, pero no lo fueron.

“¡Daniella!" Una voz a breve distancia llamaba mi nombre. Yo abrí los ojos lentamente, pero aún no podía visualizar quién era. “No pensé que te encontraría nunca." La voz cada vez me parecía más conocida pero me negaba a abrir los ojos completamente, quería seguir durmiendo donde sea que estaba.