Capitulo uno "adaptación" (part I)

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Mucho más allá de las nubes y de este planeta, entre las estrellas se encuentra un reino de seres alados, los cuales son denominados ángeles. Estos seres se pueden adaptar a cualquier entorno.

Aquí gobierna Bek y Naig, quienes tienen dos hijas y un hijo. El mayor, Hank, cuida parte del ganado y de su producción. Al medio tenemos a la guerrera Jezz, la cual se encarga de la producción de armas para los ejércitos. Por último tenemos a la pequeña Sam, quien sólo genera desastres y enfados.
Ahora podemos presenciar como el rey Bek regaña a su pequeña hija.

Bek: ¡Sam! ¡Sam! ¿Me estás escuchando?

Sam: Si padre, nunca más lo haré.

Bek: Siempre dices eso y siempre me fallas.

Sam: Los errores los comete cualquiera.

Bek: Pero de esos errores debes aprender y tú nunca lo haces.

Sam: Te digo que lo de hoy no lo hice y no me crees -dijo subiendo su tono de voz-

Bek: Y la vez anterior tampoco fue tu culpa -dió un suspiro- He tomado una decisión y creo que será lo mejor para ti...

Sam: -interrumpiendo- ¿Qué cosa harás ahora? -bufó-

Bek: irás al mundo de los humanos.

Sam: ¿¡Qué!? Padre por favor no, envíame con los demonios si es necesario pero con los humanos no.

Bek: Tu madre me dijo que era lo mejor para ti.

Sam: ¡Me niego a ir a ese horrible lugar! -gritó-

La joven salió volando por la ventana de su habitación, iba en dirección al pueblo cuando los guardias reales la detuvieron y encadenaron sus alas. Sam fue llevada al salón principal del palacio, ahí se encontraba su madre y su padre.

Naig: Hija, no hagas esto tan difícil, es lo mejor para todos.

Bek: Traigan lo que pedí. Mi hija se va -ordenó a los guardias-

Sam: ¿Qué me harás?... ¿¡Qué son esas cosas!? -dijo nerviosa-

Bek: Tu sabes el poder que tiene la familia real, tú sabes de nuestra magia y también sabes que los humanos no tienen alas.

Sam: Alas -murmuró- ¿Mis alas? ¡ME QUITARÁS MIS ALAS! -gritó- Jamás lo lograrás -protestó y miró a su madre- Madre, por favor dile algo.

Naig: Bek, no le digas eso a la niña... Bueno hija, tu padre solo camuflará tus alas para que puedas pasar desapercibida entre los humanos. Serás casi como uno de ellos.

El rey conjuro un hechizo mientras se dirigía a Sam. Ella se sentía rara, como un monstruo, ella se sentía... Humana. Sus alas fueron desapareciendo en el aire, las plumas se desvanecían hasta llegar a la nada.

Sam: Que me has hecho -dijo llorando- Eres mi padre, ¿Cómo me puedes hacer esto?

Bek: Para mi no es fácil, pero todo esto lo has provocado tu y tus desastres públicos. Esto será lo mejor para ti, para nosotros y ¡Para el reino! -aclaró frente a su hija-

Sam: Padre, sé que hay otra opción, te ruego piedad -se arrodilla frente a Bek- Dame otra oportunidad.

Bek: Está es tu última oportunidad y tú mas grande prueba -le entrega un collar- Esto nos mantendrá al tanto de lo que haces, cuando el collar vea que estás capacitada para volver, lo harás.

Sam: ¿Y cuál sería esa prueba?

Naig: Eso deberías saberlo. Obedecer, aprender y respetar. El collar te sorprenderá en cualquier momento.

Última esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora