Capítulo dos "Conociendo y reconociendo"

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Sam despertó antes que Bill y se fue sola a la escuela, quería ser un poco mas independiente, no le gustaba la idea de que su tío la fuese a dejar.
En la entrada de la escuela se encontraba James, ella no quería hablar con él, así que la chica no pasó junto al joven y no entro a la escuela.

James: ¡Hey, Sam! - corre hasta ella- ¿No entrarás?

Sam: No, quiero estar sola y conocer la cuidad.

James: Tendrás una sanción si te descubren... -sujeta el brazo de Sam y corre hasta la siguiente cuadra- Es malo que faltes y te vayas sola por ahí, te podría pasar algo y nadie sabría... Así que te acompañaré -sonríe-.

Sam: James, no... Quiero estar sola, ademas no quiero que te sanciones por mi culpa.

James: Vamos, soy el único que te puede mostrar los lugares lindos de esta cuidad sin que corras peligro.

Sam: Siempre logras convencerme -dijo un tanto sonrojada- Pero esto no es una cita, que quede claro.

James: Esta bien -ríe- Nadie dijo que sería una cita.

Sam: Vamos, -comenzó a caminar- Llévame a un lugar bonito.

James: Conozco el lugar perfecto -toma la mano de Sam-

Sam: ¡Suéltame! -dijo nerviosa y molesta-.

Caminaron largo rato. Sam veía los enormes edificios, a la gente con su ropa extraña y todo su entorno. James llevó a la chica a un parque, le asombró ver como el lugar no parecía cuidad, no había mucha gente allí. El chico le pidió a Sam que lo siguiera en todo momento y así fue como llegaron a un lugar lleno de árboles enormes.

James: Me gusta mucho este lugar, esta un poco aislado pero es un pequeño bosque en la cuidad.

Sam: ¿Por qué nadie viene?

James: Dicen que esta parte del parque esta encantado y que cosas malas le pasan a la gente que viene.

Sam: ¿Malas?... Gente tonta.

James: ¿Cómo pueden creer en cosas así? Hadas, duendes y cosas así... Que infantiles.

Sam: Yo si creería, uno nunca sabe lo que puede haber en el mundo.

James: Te veía mas madura, pensé que no creerías en eso.

Sam: Lo que uno cree no va con la madurez.

James: Tal vez tengas razón, las personas no conoces bien el lugar en donde viven.

Sam: -sentándose a los pies de un árbol- Podríamos ser investigadores -ríe- y después aprender magia.

James: -riendo- si claro, luego nos matan y nos convertimos en ángeles.

Sam: Te verías ridículo con alas -rie-

James: Y tu te verías hermosa -dijo rápidamente-.

Sam: ¿¡Que!? -dijo sonrojada-.

James: Nada, nada -dijo nervioso-

Hablaron largo rato sobre cosas totalmente absurdas, hasta que Sam se quedó dormida en el hombro de James.

Pasaban las horas y Sam no despertaba, James las sacudió suavemente pero ella no despertó, así que la tomó en sus brazos y se dirigió al lugar mas cercano, su casa. Una vez allí, él la llevó a su habitación, donde la recostó en su cama para que siguiera durmiendo tranquila.
El señor Smith no solía estar en casa, era un hombre ocupado, pero esa tarde el hombre llegó mas temprano de lo habitual. El chico sintió la puerta de la casa cerrarse, lo cual anunció la llegada de su padre, bajó rápidamente para verificar que era él.

Última esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora