Capítulo tres "Malas practicas"

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Al pasar las semanas la joven se iba acostumbrando más a su nuevo modo de vida. A pesar de los malos ratos que pasaba gracias Danielle, ella seguía su vida. Cada mañana se le hacía mas fácil todo, despertaba con ganas de aprender cosas nuevas. Bill se centró mas en su sobrina que en cualquier otra cosa, ella era su prioridad ahora, así que decidió enseñarle todo lo que la pequeña Sam aun desconocía.

Bill: Tienes dieciocho... ¿No es así?

Sam: Sí, así es.

Bill: ¿Seguias asistiendo a clases antes de venir a este mundo?

Sam: Algo parecido, mi padre me obligaba a asistir...

Bill: ¿Última lección?

Sam: ¡Ahg! Para que quieres saber tanto, es aburrido -dijo molesta-

Bill: Quiero saber que te debo enseñar ahora, es algo normal.

Sam: ¿Enseñar qué? -dijo un poco interesada-.

Bill: Depende de lo último que aprendiste.

Sam: Esta bien, fue... Reconocimiento de alas.

Bill: De verdad era aburrido, no puedo creer que Bek te haya dejado aprender con los demás jóvenes... Te adelantaré años de clases con esto, pero no le digas a tu padre.

Sam: ¿Qué es?

Bill: -sacando grandes libros- Magia real -sonrie-

Sam: Eso suena más aburrido.

Bill: Claro que no, esto es práctica, no deberás leer mucho.

Sam: -interesada- ¿Ah si?

Bill: Solo debes prometer me que usarás esto solo cuando estés en peligro real y no cuando se te de la gana.

Sam: claro que si tío, lo prometo.

Bill: este tipo de magia es complicada ya que se le enseña a los Ángeles maduros.

Sam: Ya estoy lista para aprender cualquier cosa Tío Bill.

Bill: Entonces empecemos con la primera lección.

Sabía que era un poco arriesgado enseñarle a Sam, pero él no podía estar para protegerla y ella debía aprender a cuidarse de todo. Algo era obvio, había algo malo en ese mundo y el peligro era inminente. Trataría de ir lento con ella, no le sobre exigiría, ni mucho menos la obligaria a hacer algo que ella no quisiera.
Bill ya tenía todo planificado para Sam, pero la notaba un tanto distraída, aun así siguió con lo suyo.

Bill: Según el libro, debes fijarte en un objeto en específico y concentrar todo en él, así lo harás levitar.

Sam: Esta bien -Miró un vaso- ¿Qué pasa si no puedo?

Bill: Solo debes practicar, todo te resultará, vamos concéntrate.

Sam miró fijamente el vaso y luego de unos minutos este comenzó a temblar, en vez de comenzar a levitar el vaso quedó en el mismo lugar. Se sentía un desastre, era algo básico y no lo pudo lograr. miró a su tío con un poco de desesperación y volvió a mirar el vaso.

Bill: Recién estas comenzando, no esperes a hacer todo bien de inmediato... ¿Pasa algo?

Sam: Llevo días pensando algo... Me inquieta y perturba un poco.

Bill: ¿Se puede saber que es? cuéntame -dijo mientras miraba a Sam con interés-.

Sam: Sucede que... El día que fuimos al centro comercial me encontré con alguien del reino, estoy un poco confundida al respecto.

Última esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora