Después de una tormentosa jornada de tráfico, finalmente llego a su nueva escuela con un poco de prisa, puesto que se había cambiado por las numerosas faltas desde que ocurrió el accidente que no le permitía saber quien era del todo, ya que su memoria se había borrado.
Encontrándose con el estrés a tope, se adentro a la amplia instalación que había frente a sus ojos, la instalación de su nuevo instituto. Observo a su alrededor a todas las personas que vestían el mismo uniforme que ella, notando lo alegres que se notaban, caminó y caminó hasta que finalmente pudo encontrar la oficina del director, y es que le era más fácil buscarlo por su cuenta que pedirle ayuda a alguien.
Toco la puerta suspirando intentando así expulsar su estres, tras escuchar el pase de una voz un tanto ronca, de un hombre mayor, supuso el director, camino hasta la silla giratoria esperando a que le diera su horario, con la esperanza de que también le dijese donde se encontraban sus salones, pues buscarlos seria igual de cansado que buscar la dirección y preguntar no era opción.
Y tal como lo había pensado, el director ni siquiera se molesto en mostrarle los salones, por lo que comenzó a darse algo de prisa para que no llegara tarde a su clase inicial, deseaba poder encontrarse con su primo, para que el pudiese ayudarla como la buena alma que se suponía era. Minutos después una campana sonó, por lo que supuso era ya la indicación al inicio de las clases.
Sintió una pulsada en su cabeza al ver como llegaría tarde pero sin resignarse a preguntar pues que la perdieran o le miraran como a novata no sería agradable, ni de ayuda a su posible migraña, intentando pensar positivo con calma se dio cuenta de que al menos podría ir por los pasillos en paz, sin temor a ser atropellada o chocar con algún inepto.
Pasó al rededor de veinte minutos antes de poder encontrar su salón, antes de dar algunos toques a la puerta soltó un pesado suspiro, cuando lo hizo segundos después una maestra de mediana edad le abrió, le sonrió y ella se lo devolvió, aunque algo falsa. Se adentro al salón mientras iba directamente a la parte de atrás donde se encontraba un lugar vacío pero la voz de la maestra la detuvo.
— ¿No se va a presentar señorita?
Cuestionó sin apartar la mirada y la sonrisa de la menor, ella sin en cambio suspiro y pasó a donde se encontraba la pizarra.
—¿Su nombre?
—Me llamó Hinen.
Musitó de mala gana mientras se cruzaba de brazos.
—Por lo que veo eres extranjera ¿de que...
—Soy Coreana profesora.
Musitó interrumpiendo las palabras de la mayor.
—Siéntate junto a Jung.
"Claro, como se cuales son sus nombres..."
Pensó, en la última banca compartida de una fila un chico castaño levanto la mano mientras sonreía, supuso que ese era el chico, por lo que camino hasta llegar a el lugar y sentarse junto a él.—Jung, ayúdele a la señorita a que se ponga al corriente en todo lo llevamos de el año escolar, se la encargó.
—Descuide profesora yo la ayudaré en lo que pueda.
Musito el castaño dándole una pequeña mirada a la contraria que se sentaba a su lado, la maestra solamente asintió y continuó la clase, así pasaron aproximadamente unos minutos en los que daba la explicación para resolver algunos problemas en matemáticas, en todo el tiempo se sintió observada, bueno, más de lo normal, la mayoría de personas la miraba por qué no tenía ningún rasgo oriental, pero esta vez era diferente, por inercia, giró su cabeza a su lado izquierdo, notando la mirada del castaño sobre ella, en cuanto se dio cuenta el chico, un ligero sonrojo se apoderó de sus mejillas y enseguida se giró mirando a otro lado.
Ella inevitablemente soltó una pequeña risa nasal, algo divertida pero a la vez enternecida por sus actos, nuevamente miro hacia enfrente poniendo algo de atención a la maestra, está finalmente dictó la instrucción de hacer los ejercicios en pareja, lógicamente con la persona que se localizaba a lado. En cuanto dio la señal para comenzar a trabajar el castaño se giró al igual que la peli negra, mirándose por unos segundos hasta que finalmente decidió hablar.
—¿Quieres que comencemos a trabajar o seguiremos viéndonos de manera incomoda un rato más?
Cuestionó sin expresión alguna, el contestado enseguida desvío la vista hacia el cuaderno que estaba frente a él, asintiendo con la cabeza. En silencio comenzaron a resolverlos, en algunas ocasiones cruzaban algunas palabras para ver si estaban en lo correcto con la resolución de los problemas, finalmente entregaron los problemas a la profesora, ella dio la orden de que el castaño le mostrará las cosas que había en su edificio, para que se le facilitara el acceso a este.
—Bueno, creo que debería presentarme primero, me llamó Jung HoSeok y pues al parecer estaré a lado de ti sentado por el resto del año.
—Que interesante, tú ya sabes mi nombre.
—Pero no tu apellido.
—Park, Hinen Park.
—Lindo nombre.
—Ajá.
—Emm, bueno ¿ya tienes a alguien para almorzar el día de hoy? Podría seguirte mostrando el edificio, o quizá la escuela completa si así lo deseas.
—Siéndote franca ya conozco todos los lugares de la escuela, mi primo viene igual acá a estudiar.
—¿Entonces por qué accediste a salir?
—Prefiero hablar contigo mientras camino, a que tú me estés mirando mientras prácticamente no hago nada, es algo raro...
—Lo se, pero es que eres...
—Extraña, eso ya es normal, las personas coreanas creen que no soy coreana, pero pues prácticamente soy de Busan, solo que mi madre me heredó todos los genes Latinoamericanos por...
En ese momento el castaño se detuvo, deteniéndose ella por igual.
—Eres diferente.
Musitó para después proseguir a caminar.
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Ya comenzó \^•^/
Espero les guste :)
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Ilegal {Jung HoSeok}
Fanfic"Cuando sientas que no hay salida, el amor es el único camino..." Inició ~ 25 de Septiembre de 2017. Término ~ Inconcluso. Posibles menciones de NamJin. A partir de cierto punto dentro de la historia comenzará a haber mucho Lemon, de ser ese el caso...