My Angel

1. Viviendo en el Infierno.

En una fría tarde de Noviembre, pequeños sollozos casi inaudibles salían de la boca aquel pequeño de tan sólo 13 años, quien se lamentaba internamente por la soledad que se apoderaba de él.

Estaba desprotegido y sólo.

Su madre, su única protección, yacía en el féretro que estaba frente a él.

En aquel cementerio de ese barrio pobre, estaba siendo depositado su cuerpo, ella había fallecido por la maldita enfermedad del cáncer.

Lo peor de todo, es que fue diagnosticada a tiempo, más nunca le brindaron ayuda y no podía costear el tratamiento para salvar su vida.

Eso le dolía en el alma al pequeño.

Pero lo que más le dolía, era que estaba segunda vez que estaba en ese lugar, en ese mismo año.

Irónicamente rodeado de las pocas personas a las que les solicitó ayuda para su madre y jamás se la concedieron.

Prometieron, más nunca cumplieron y ahora se presentaban hipócritamente al solitario funeral de la señora, sin siquiera una palabra de consuelo o de apoyo para aquel pequeño huérfano.

Pero tan pronto como una fina lluvia comenzó a descender, ellos empezaron a dispersarse e irse.

Al parecer la clase alta estaba más interesada en no mojarse que en hacerle compañía, fue un tonto en pensar que lo iban a ayudar, eran solo los jefes de su madre, no eran amigos, ellos ya tenían a otra empleada sustituyendola.

Sólo dos personas se quedaron a su lado para terminar con lo que ya se había comenzado.

Bajo la lluvia, él y sus amigos Steven y Mariana, terminaron de dejar el féretro y pusieron una pequeña cruz de madera que Mari le trajo a su amigo.

Sus amigos estaban asustados y preocupados, él no estaba llorando como hace unos meses cuando tuvo que enterrar a su hermano.

El pequeño Shownu se quedó de pie junto a ambas tumbas, las observaba y sollozaba muy bajito, sin poder soltar lágrimas.

Su familia se había acabado.

Su padre, era una persona alcohólica que los abandono cuando el apenas tenía 2 años y jamás volvió a saber de el.

Su madre, la mujer que los sacó adelante, no pudo darles una vida ostentosa, pero se encargó de darles a sus hijos la educación y buenos consejos.

Su hermano, una mente brillante que no fue apoyado en sus estudios por más que lo pidió, amaba a su madre más que a nada y como hermano mayor decidió buscar una manera de ganar dinero.

Lastimosamente, los trabajos no se le otorgaron porque a las empresas querían gente que lleve traje de marca a una oficina "por la reputación de la empresa".

Estupideces.

Pero él, al igual que todos jamás se imagino que la desesperación de su hermano por pagar el tratamiento de su madre y llevar comida a casa, le llevaría a cometer un delito, el cual no fue exitoso, resultando en su propia muerte.

Y ahora apenas tres meses después estaba en el funeral de su madre.

Era difícil de procesar.

Se sentía vacío.

Mariana, quien era de familia adinerada, rogó a su familia para que le ofrecieran hogar y trabajo, el cual él no aceptó.

Sin embargo, por sus buenas notas, él recibió una beca de estudio y con eso era capaz de terminar la escuela.

Más su corazón endureció cual roca y odió tantas cosas como le fueron posibles.

Incluso se odiaba a si mismo, solo de pensar cuántas veces rogó e imploro al cielo y a mucha gente por ayuda para su madre y no hubo respuesta de ningún tipo.

Su fe y su amor se habían extinguido desde ese momento.

Y por consiguiente también su debilidad.

Los años pasaron y él se concentró en trabajar, aprender habilidades y en endurecer más su corazón.

No era capaz de querer ni siquiera a Mari, quien hace algún tiempo le había dicho que lo amaba.

Siempre que se sentía débil recordaba la promesa que le hizo a su madre antes de morir: se vengaría de las personas que habían acabado con la vida de su hermano.

Terminó la escuela y casi no hablaba con nadie, ni siquiera con los que eran sus amigos.

Siempre estaba investigando y era muy meticuloso, muy poco impulsivo.

Muy pocas personas tenían valor de ingresar al barrio donde se crió, más él no tenía miedo a nada, ni a nadie.

Pasaba muy desapercibido por todo el mundo. Así lo prefería el.

Y es que con 20 años ya se había convertido en uno de los mejores asesinos a sueldo de la zona.

No dejaba rastro ni huella de donde había estado, nadie sabía mucho de él.

La policía no podía dar con el paradero del asesino por falta de evidencia y la gente no lo mencionaban por temor.

El temido Demon, quien fue estudiante de día y asesino de noche.

Corazón igneo, roca pura ardiendo por el fuego de la ira y la venganza.

No reía con nadie y se hacía pasar como el típico joven tímido, cuando en realidad era todo lo contrario.

Cuando no tienes apoyo y tienes que buscar sobrevivir, la calle te obliga a ser fuerte.

Eres el maltratado o el maltratador, no hay opción.

Y para una persona que ya no tiene nada que perder, es muy fácil perder los estribos y convertirse en algo a lo que antes le tenía miedo.

Así era Shownu, alias Demon.

Su corazón se había podrido tanto, que matar a alguien le causaba hasta gracia, era irreconocible comparado con aquel niño tranquilo que era antes de la muerte de su madre.

Mariana siempre le decía que ella seguía amandolo, que dejara ese lugar de mala vibra y que podían vivir juntos en otro lugar fuera de allí. Con ella.

Pero su misión no estaba completa, él no estaba satisfecho.

Cada vez quería derramar más y más sangre, ya no era por el dinero, era sed de destrucción.

A pesar de que la primera vez que lo hizo se sintió muy mal por meses, el quitarle la vida a los demas se había convertido para él en algo parecido a un juego o más bien, en una costumbre.

Ni siquiera recordaba cuántas víctimas había dejado tendidas en el suelo.

Lo que si sabía es que le faltaban muchas más por delante.

Y como todo demonio que existe, ya estaba más que acostumbrado, a estar viviendo en el infierno.

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¡Hola!

Hoy damos inicio a una historia que me pidieron, primera historia de otro shipp que no sea 2won.

Así que espero que les guste.

Si me apoyan con sus ☆ la terminaré.

Hasta aquí está corta introducción y nos leemos mañana en el próximo capítulo.