Ho Seok sonrió a Yoonie ampliamente, él podía sentir la verdadera felicidad en el joven de tez pálida. Últimamente pasaban mucho tiempo juntos, desde que Yoon Gi tomaba aquellas pastillas, cada vez que cerraba los ojos en cualquier lugar, se encontraban durante un largo espacio de tiempo.
—Cuando sonríes, yo soy feliz—Yoon Gi acarició el rojizo cabello de su amado y besó suavemente sus labios.
—Cuando tu eres feliz, la dicha me llena—Ho Seok lo elevó un poco entre sus brazos y dio unas cuantas vueltas sobre si mismo—paseemos un poco por aquí.
Cuando lo dejó sobre el suelo, los ojos de Yoon Gi se agrandaron, no conocía aquel lugar ¿donde lo había llevado? las flores que los rodeaban eran simplemente hermosas, el olor que despedían habían embriagado sus sentidos y el hombre que estaba a su lado había robado hasta el último sentimiento de su ser.
—Estamos en el jardín Keunkenhof, lo llaman el jardín de Europa—Ho Seok acarició el rostro sonrojado de Yoonie.
—Es realmente hermoso—susurró el más joven.
——Tu belleza opaca cualquier lugar ante mis ojos—Ho Seok volvió acortar la distancia entre ellos dos y al separarse nuevamente de su amado, lo miró con emoción—ahora es como si estuviéramos casados—susurró mirándolo directamente a los ojos.
—Te amo—Yoon Gi no pudo evitar que aquellas palabras salieran de su boca.
El corazón del muchacho latía enérgicamente dentro de su pecho, no deseaba salir de allí jamás, aquello era realmente pura felicidad, lo amaba...
Cuando abrió los ojos y se encontró en su cama tendido y solo, las lágrimas mojaron su rostro hasta humedecer la almohada. Yoon Gi no entendía por qué debía despertar a aquel horrible mundo, si en el mundo de los sueños estaba junto a su ahora querido y adorado esposo Ho Seok.
Se levantó de la cama y sintió un fuerte mareo apoderarse de él, sin embargo aquello no lo detuvo para entrar en el baño de abajo, coger nuevamente las pastillas de su madre y subir a su habitación para hacer el reparto del día.
Yoon Gi guardó unas cuantas en un bote y las metió en la bolsa del colegio, al menos allí volvería a estar con Ho Seok, en cuanto llegara la hora de descanso lo vería nuevamente y serían felices de nuevo. El resto del bote, lo escondió bajo la almohada y salió directo a clase, sin comer nada, sin mirar tan siquiera a sus progenitores.
Al llegar a clase, sus compañeros ya ni siquiera le miraban, ni siquiera lo miraban. Aquello hacia las cosas más fáciles para sus propósitos, ya que nadie lo buscaba ni aun que fuera para meterlo en el cubo de la basura... Y eso a él lo hacía feliz, por que así, podía ver a su hermoso Ho Seok.
Deslizó un par de pastillas por su garganta, apoyó la cabeza entre sus brazos y sintió la felicidad completa al embriagarse del olor de su amado. Sus cálidos labios chocaban una y otra vez con los labios de su esposo, sus manos acariciaban su perfecto cuerpo, sus lenguas danzaban juntas en perfecta armonía, jamás creyó que pudiera ser tan feliz.
Yoon Gi estaba dispuesto a darle todo a su amado, incluso a él mismo, para demostrarle cuanto lo amaba, se alejó de Ho Seok y comenzó a quitarse su imperfecto y odiado uniforme escolar, pero algo salió mal, un frío recorrió su cuerpo alejándolo de aquel lugar, los gritos, los golpes...
Yoon Gi se sorprendió cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, un compañero lo había encontrado durmiendo al reanudar las clases y dio aviso. La profesora había dado la voz de alarma y con ello la directora había llamado a sus "perfectos y preocupados" padres.
Al llegar a casa, el padre, furioso y sin medida, lo golpeó salvajemente en su mejilla tratando de ganarse la autoridad que había perdido desde hacía mucho tiempo. Yoon Gi, cansado de que nadie lo esucchara, que no preguntaran en ningún momento porqué lo había hecho, que ni tan siquiera le preguntaran si estaba bien... aquello le había hecho sentir completamente miserable, solo, abandonado, odiado por ellos.
Subió las escaleras mientras derramaba lágrimas ardientes de puro dolor y se encerró en su habitación. Deseaba dormir para siempre y estar con él, que Ho Seok lo salvara de todo aquello, que lo hiciera feliz como lo había estado haciendo durante esos últimos meses.
Se dejó caer contra el suelo y con manos temblorosas, apartó la almohada de un solo golpe y cogió el bote lleno de pastillas entre sus largos dedos, dejando caer tres en su mano ¿con aquellas pastillas seria suficiente?
—No—susurró entre llantos—necesitaré más para olvidar todo.
Y así fue como vertió el contenido completo del bote en su mano y acto seguido tomo una tras otra todas las pastillas. Yoon Gi se dejó caer contra su desastrada cama y lloró con amargura hasta que al fin pudo verle.
Su mundo se detuvo, su cuerpo se detuvo, todo se detuvo para él. Yoon Gi sonrió al fin feliz, lo amaba, amaba todo de aquel hermoso hombre. Al mirarle a los ojos, se dio cuenta que algo no iba bien, Ho Seok tenía cara de terror y sus ojos estaban conteniendo las lágrimas ¿que pasaba ahora? ¿qué había hecho?
—Te amo—Ho Seok le indicó que mirara hacia atrás mientras decía aquellas bellas palabras, ahora dichas con dolor—pero no deberías de haber hecho esto, ahora se acabó todo esto.
Al escuchar aquellas palabras, Yoon Gi se giró para mirarlo nuevamente a la cara y vio como las lágrimas descendían por el rostro de su hermoso amado. Ho Seok acarició el pálido rostro de Yonnie y lo besó por última vez, dejando así paso a su verdadera forma.
La muerte apareció en aquella sala, ante los ojos de Yoonie ¿acaso la muerte no tenia derecho también de enamorarse? eso es lo que le había pasado a Ho Seok cuando vio por primera vez a su Yoonie. Ahora, los dos habían perdido... Ho Seok a su amor y Yoon Gi su vida.
Los padres de Yoon Gi encontraron su cuerpo sin vida y aun que trataron de hacer algo por él, ya era demasiado tarde...
FIN.....
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The Rendezvous "Yoonseok"
FanficÉl, siente como poco a poco su existencia no tiene importancia para nadie. Tras adentrarse en el mundo de los sueños, Yoon Gi encuentra a Ho Seok, el dulce caballero que lo hará feliz cada vez que se reencuentren. Historia basada en el corto The Ren...