SER INMORTAL

CAPITULO 1

Se impactaron mis rodillas en el suelo y por reflejo puse mis manos, ninguno de mis padres se acercó, solo escuche que no tan lejos dijo mamá:

-ya se callo.

y más fuerte la voz de mi padre.- levántate.

recuerdo que ni siquiera pude gritar, tan solo mis lágrimas caían, como era de esperar de una niña de 6 años, solo esperaba que alguno de ellos al menos se asustase y viniera corriendo hacia mi, a darme un abrazo, verificar mi herida y decirme que todo iba a estar bien, pero en un lugar de eso al acercarse, ambos me reclamaron y gritaron que debía tener cuidado, que ya no podría salir a jugar con un scooter porque no lo sabia usar, gritaban y mis lágrimas caían.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Fue por aquel dia o tal vez también por mis demas caídas que empecé a perder la costumbre de salir a jugar con los demás niños de la cuadra, decidí quedarme en casa cumpliendo mis tareas, mirando por la ventana a los demás niños jugar, porque si caía no recibiría ayuda, en lugar de eso sería regañada, no logro entender como una niña de 7 años analiza de esa forma sus conveniencias, si se supone que tan solo debería disfrutar de la vida sin importar las consecuencias....

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bebí un sorbo de mi café caliente mientras veía por mi ventana caer la lluvia, resultaba tan relajante ese sonido, pero era hora de partir, me puse de pie dejando mi taza de café a un lado y abrí mi laptop, y busque algún lugar interesante que me faltara visitar, TUMBES, mi próximo destino. Me dirigí a mi habitación e hice mis maletas, realice una reservación y al día siguiente partí muy temprano al aeropuerto, así es, sola, si bien tengo una gran admiración por la vida, tambien la tengo por mi privacidad al admirarla.

Sentí tanta paz nuevamente al salir del aeropuerto, subí a un taxi y me dirigí al hotel, desempacar mi equipaje en aquella habitación mientras recibí una llamada.

-hola?-conteste, y escuche la voz de mi madre responder, entonces solo sentí encogerse mi corazón en cuanto ella respondió.

-hija, como estas?

si.. como estoy, es seguro que necesita algo, entonces fríamente respondí:

-bien, necesitas algo?- pude escuchar su suspiro y retomando su voz respondió.

-oye no me hables así, soy tu madre- mientras yo pensaba, ¨solo si lo necesitas¨

-bueno, a qué debo el placer de tu llamada?

-bueno hija, cuando vienes a visitar, por aquí se te extraña.- era obvio que necesitaba dinero.

-no lo se, tu sabes que estoy muy ocupada, tengo trabajo que hacer, pero si necesitas algo te puedo depositar 200 soles.

-gracias, no te quería pedir dinero, pero por suerte tu sabes como esta la situacion y eso no hace falta, bueno un beso hija cuidate- lo sabía, tan solo colgue la llamada, en el fondo tal vez esperaba otra respuesta.

creo que desempacar tendrá que esperar, salí del hotel y camine al borde de la playa tan solo disfrutando del viento y el mar que me rodeaba, es el mar mi compañero de aventuras, y es la luna quien me cuida cuando casi no lo puedo ver...

En fin tuve otra relajante semana fuera de lima y sus problemas económicos de siempre. Al llegar a lima compre nuevos libros, algunas películas, realice mi trabajo, la rutina de siempre.

Los días pasaron, las semanas igual, y un mes mas termino, volvi a sentirme vacía, cada mes me daba un tiempo para pensar lo que le hacía falta a mi vida, a mis cortos 26 años me la había pasado viajando por el Perú, conociendo lugares, gente nueva y sus costumbres, hice de todo pero al volver nuevamente estaba vacía, y esa noche pensé en que tenía todo lo que desde niña había deseado, vivía sola, bajo mis reglas, viajaba sola al borde de toda la costa, era libre yo con mi gran amigo el mar, me había alejado de toda esa gente hipócrita que decía quererme cuando solo quería algo de mi, es verdad, tengo miedo de hacer amigos, voy a distintos lugares a conocer las costumbres y tradiciones , pero a costa de todo evito encariñarme con la gente; sí, soy amable con todos, pero jamás entablo relación alguna, no se supone que es mejor asi? me dormí deseando arriesgarme a amar de nuevo, y deseando saber, si algún otro humano podría amar con tanta entrega de la manera que yo amo el mar, aun con sus peligros.