Capítulo 3

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Me quedé consternada en el momento que lo vi, entrando a la cafetería, con esa actitud tan relajada de siempre, es el mismo, y le sigue gustando el café, mientras mis lágrimas caen un recuerdo viene a mi mente y me hace sonreir, vuelven tantos recuerdos, tal vez hubiese deseado ir corriendo a abrazarlo, pero no se nada de él ahora, no se si le cause dolor, no se si me ha olvidado, y ahora él debe estar bien sin mi, le ha ido bien, se le nota, espero que le haya ido bien y que no me haya necesitado.

Pero no es tiempo de llorar por el pasado, si no de seguir adelante, seco mis lagrimas y me alisto con destino a la casa de mi madre, hace mucho que no la visito y aunque se que no me quiere realmente le debo a ella muchas cosas de las que tengo ahora. Al llegar y tocar la puerta me sorprendió verla desmaquillada, con pijama y la televisión encendida, y me abrazo, tan fuerte como pudo al parecer, se veia mal, no la recordaba así, cuando aparto tus brazos de mi me miro, con esa mirada tan débil y fuerte a la vez, con ese brillo enternecedor, y una lagrima resbalo por su mejilla, ella la limpió con una mano temblorosa al instante en que sonreía y yo podía ver la nostalgia de esa sonrisa, tomó mi mano y nos adentramos en la sala, los servicios estaban sucios y apilados sobre la mesa, cuando vio que me fije se disculpó por el desorden y explicó que no esperaba visitas, no pude tener el corazón más quebrantado en ese momento, me convertí en la persona que nunca quise ser, como ha podido pasar todo esto.

me senté con ella en el sofá, y la mire con amabilidad..

-como has estado?- pregunté pero en el fondo sabía que ella mentiría. Sonrió y en el momento que note que respondería me adelante

-Dime la verdad-le pedi

-Te he extrañado tanto- y al instante me abrazo, no me lo esperaba, y tan solo le correspondi, y pensaba dentro mio, que aquellas palabras junto con este abrazo me habrían venido bien cuando aun no cumplia 7 años.

Le sonreí y le dije que tambien la habia extrañado pero que no había tenido tiempo para ir a visitarla y que me disculpe, aunque no sea cierto no quiero lastimarla diciéndole que el único sentimiento que tengo hacia ella es de agradecimiento, ella no debería sentirse culpable por algo tan estúpido como mis sentimientos.

Ordene una pizza y pasamos la tarde viendo películas, cuando se quedo dormida me encargue de lavar sus servicios sucios y de ordenar su casa, tambien la lleve a su habitación y me quede a su lado leyendo un libro que tal vez olvide en aquel hogar antes de mudarme, y espere a que despertara para llevarla a cenar a algún lugar al que se le antoja ir.

-Cuando despertó sonrió nuevamente, y me dijo que pensó que me habría ido, le sonreí..

-antes de la cena?- respondí, y ella solo río- que se te antoja cenar?- pregunté, es lo minimo que puedo hacer después del daño que al parecer le he causado a esta mujer que sacrificó tantos años para darme la mejor educación.

-vas a sacarme a cenar? hace mucho que no pruebo comida china..

-bueno cambiate, hoy comeremos todo lo que se te antoje.

Nos vamos directo a su restaurante de comida china favorito mientras ella preguntó..

-que estamos celebrando?- su pregunta me extraño 

-nada, es una cena normal-respondi

-te conozco- dijo y pude sentir su mirada- y esa mirada hace mucho que no la veía.- sabia de lo que hablaba, pero es extraño sentir que esta mujer en verdad me quiere, aun asi no voy a involucrarla en mis problemas.

Rei amistosamente y dije..

-Ya estas alucinando madre, mi mirada es la misma- ella también rió, y luego de unos minutos llegamos al lugar.

La comida estuvo muy rica, reímos y conversamos, cuando la llevaba de regreso a casa ella me pidió que me quedara esa noche, que nadie había tocado mi habitación excepto ella para limpiarla, no pude negarme y acepte, mientras entraba a aquella habitación recordé tantas cosas...

SER INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora