SER INMORTAL

capitulo 2

La alarma sonó y yo desperté de golpe, hoy es mi examen de admisión, es el segundo paso de mi plan, plan que no se si tenga sentido. Camine hacia el baño y me di una larga y relajante ducha, en el fondo sentía nervios, recuerdo mi primer examen de admisión, pero se que todo saldrá bien, me prepare mucho para esto.

Al llegar había una larga fila de chicos de unos 16 o 17 años, se les ve muy nerviosos. Saliendo del lugar me dirigí a una cafetería cercana, ese olor es verdaderamente relajante, mientras le daba un sorbo a mi taza de café se me estremeció el cuerpo al verlo entrar, era el, cómo diablos lo estoy volviendo a ver, por poco estalló en llanto, y no se si es por hacerme la fuerte pero tan solo respire y voltee la vista, aunque todavía recuerdo la primera vez que lo vi, sentia mi corazon latir muy cerca de mi pecho, lo sentía casi salir, han pasado tantos años, no podría ser que aun exista dentro un sentimiento, quería irme del lugar pero también quería saber como le había ido, si había estado bien, si ahora estaba bien, si me había extrañado, si le había hecho falta, lo observé caminar hacia una mesa vacía, me pregunté si vendría seguido aqui, es la primera vez que visito esta cafetería, viviría cerca de aquí?

Quería irme, de verdad, no quería que me viera llorar, que aun soy tan débil como hace 10 años, que todavía extraño a aquel psicópata que le daba paz a mis días, a cada uno de ellos, pero tan solo me quede ahi, sentada, observando como ordenaba una taza de café, mientras me preguntaba tantas cosas a la vez, y tambien si estaría esperando a alguien, estaba vestido tan formalmente que casi no lo reconocí, pero es él, estoy segura, disimuladamente me puse mis gafas de sol y trate de cubrir un poco mi rostro, porque aparecerme ahora?, con la mano llame al mesero y pagué el café, me levanté mientras pude ver como el volteaba a verme y no pude saber si me reconocio, con los nervios encima sali de manera rápida y subí a mi auto, mientras me sentaba y encendía el auto lo pude ver salir de aquella cafetería y mirar por la ventana de mi auto. Voy camino a casa, y si, estoy llorando, no he podido olvidarlo en todos estos años, estoy arrepentida de muchas cosas, pero sobretodo de haberme alejado de él.