Capítulo 8

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Math y yo de repente éramos felices nuevamente, como si nada hubiese pasado antes, reíamos nuevamente y me sentía llena, tal vez nunca debí de  irme, no puedo evitar pensarlo, y de pronto, cuando lo veía reír, de las tonterías de las que charlabamos, y todos estos recuerdos pasaban por mi mente, una lágrima resbaló por mi mejilla, al instante en que mi sonrisa se borraba, y al levantar su mirada Math, pudo notarlo y yo no pude esconder la tristeza que en mí abundaba, entonces como un acto reflejo, pero con suavidad, el acerco su mano a mi mejilla con suavidad queriendo borrarla, tomó mi rostro en sus manos y levantandola hacia  el, me tomo entre sus brazos y beso mis labios por primera vez, en la terraza de mi hogar, y pude sentir de repente, la briza que caracteriza a esas tardes playeras que adoramos Math y yo.

Por la mañana, cuando desperté junto a Math, una sonrisa nació en mi rostro al contemplar la paz que me brinda su  sola presencia aún dormido, es increible que pueda sentir esta seguridad, me dirigi hacia el baño a tomar una ducha, y de repente todas esas cosas pendientes que tengo comenzaron a atormentarme, por lo que al salir de la ducha me vesti rapidamente para ir a la casa de mi madre, luego mientras organizaba unos documentos para el proximo juicio que tengo por resolver se lo propuse a math a lo que el resondio muy contento.

La tarde en casa de mi madre me ha dejado tranquila, saber que esta bien tranquiliza un poco mi mente, pero me preocupa Math ahora, el siempre esta tratando de que o este bien, y no quiero ser una carga, por otro lado siento que el me oculta como se siente en verdad, si tan solo pudiera contarme.

SER INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora