Alisto a Cristal con su uniforma y ella me mira toda feliz. Mi hija es como una mezcla de varias emociones, pero casi siempre muestra su riza de alegría.
-¿Por qué no quieres una mami para mí?
-Basta ahí.
-¡Por qué no son bonitas como la novia de mí tío!
-Axel ya no está con ella.
-¿Cómo lo sabes?
-Él nunca volvería con alguien que le hizo daño.
-Ella no es mala.
-Es una ladrona. Lo es.
-No, Cristel es buena. Por eso va a ser mi tía.
-Basta Cristal Lehner. No quiero volver a oir algo como eso -mi voz sale un poco fuerte y mi hija se cohíbe. A veces no mido mi nivel de fuerza y eso es frustrante.
>>Lo lamento, pequeña -menciono al verla un poco callada-. Solo no digas eso.
Ella cruza los brazos, recoje peina y lazo.
>>¿Dónde vas?
-Quiero una mamá que me peine. Tus colas de caballo son aburridas y feas..
-Cristal -la regaño.
-Y quiero un hermano con quien jugar. -Cierra la puerta del baño con fuerza y agarro mi frente. Sé que mi hija sufre por muchas cosas, lo peor de todo es que no hago nada para remediar eso. No la dejo salir a jugar, no me gusta que se lleve con sus compañeros de clases y ahora sé y eso la está afectando, pero es difícil confiar cuando tanta gente te ha fallado y más cuando puedo exponer su seguridad.
Preparo su desayuno y Cristal se sienta en la mesa. Lleva una diadema y aunque está un poco mal, no digo nada.
-¿Quieres huevos?
-Ya que -habla enojada. Mi hija a veces hace todo para verme enojado. Su carácter es único.
Sirvo su plato de desayuno.
>>Los huevos están quemados.
-Están bien -digo viendo el plato. Aunque la verdad lucen feos.
Mi hija de levanta y agarra su colación, además de un yogurt con cereal. Agarra su maleta y abre la puerta.
-Vamos....
-No he comido.
-Son las ocho.
Me levanto asustado y ella vira los ojos. Sale por el pasillo y yo trato de arreglar mis cosas. Salgo corriendo y Cristal yace conversando con el guardía.
-Otra vez tarde -me regaña Oscar.
-Cállate -señalo enojado y él ríe. Mi hija levanta los hombros y agarra sus cosas. Quiero una mamá -creo y susurra.
Trago en seco al escuchar eso y acelero con fuerza. Llevo mucho de retraso.
******
Arreglo mi traje de terno y entro a mi oficina, recibo el saludo de los oficiales y camino hasta la fila de papeles de mi escritorio. Reviso los casos y los pongo por prioridades.
Natasha y Nathaniel entran a la oficina y se sientan frente a mí.
-Major Lehner, estamos por aquí por el caso asignado de la señora Lyndsy Blumer. Mi corazón se paraliza al oír su nombre y ellos me entregan su expediente.
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Major. Lehner - Saga Lehner 1. 5®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370414 "No puedes juzgar lo que desconoces" Pablo Lehner siempre fue un hombre serio. Se graduó de oficial de policía y a sus 30 años ha conseguido lo que se ha propuesto. Su único problema: cumple con honor su trabajo como p...