Camino sin pensar qué decir, qué hacer. No quiero eso...
¿Seguro?
No quiero una criminal en mi casa. Me niego, rotundamente me niego.
-¿Todo bien? -pregunta Natasha y la veo de reojo. Debo parecer un loco andando por toda mi oficina.
-¡Estoy bien!
-Joder, qué carácter, jefe.
-Ahora no.
-¿Quieres que la traiga a tú lado?
-¿Qué?
- A Lyndsy, está en una celda especial.
-¿Por qué?
- Es el proceso -dice respondiendo con el rostro inconcino-. Ya lo conoce, Major, ¿a qué se debe su estado?
-Nada.
-El Coronel, me hizo partícipe también de su caso. ¿Está bien con la idea?
-Claro. ¿Puedes quedarte con ella?
-¿Con quién?
-Con Lyndsy..., ¿Por qué la tuteamos?
-No lo sé. De verdad se siente bien, parece...
-¡Estoy bien!
-Entonces....
-¿Entonces? Llévala a tu casa. Es una orden.
-Major, no escucho al oficial. Ella está bajo su vigilancia, estoy en su caso, pero como su ayudante. Yo y Nathaniel.
-Qué más da, joder.
Ella levanta los hombros y sale de ahí, de hecho estoy hecho un lío, no sé ni que hablo. Camino por el pasillo y miro a uno de los guardias en la puerta.
-Major -dice poniéndose de pie.
-Buen día. Me llevaré a Miss. Blumer.
-Está en la celda 2, pero hace rato Natasha entro con su medicamento. Tenía un poco de dolor en su cuerpo, está dormida. -Camino asintiendo y abren la puerta. La celda no debe ser muy grande, ni cómoda. Tiene unos 2 x 3 metros en medidas, con una cama pequeña.
Entro despacio y la veo. Está acomodada frente a mí, con sus manos en el pecho. Luce tranquila, como un Ángel.
Mi Ángel.
Pero que mierda acabo de decir.
-Lyn....es decir. Miss. Blumer.
Escucho como su cuerpo silva despacio por el sueño.
-No creo despierte, la medicina es un poco fuerte.
-¿No hay una cobija? -hablo tocando sus heladas manos.
-No, Major. Conoce el procedimiento.
-Me la voy a llevar.
-¿Así? Pero...
-Oficial, no me contradiga. Obedezca y ayúdeme con una manta.
Él solo asiente y camina en busca de algo que cubra su cuerpo. Joder, ¿Cómo llego a casa con una mujer? Cristal enloquecerá....ya la veo toda preguntona.
La levanto en brazos y sonrío cuando una rara mueca trae su rostro. Me quedo helado cuando mi compañera me ve entrando por la puerta y disimulo. Ella tiene los dientes abiertos, con una rara mueca.
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Major. Lehner - Saga Lehner 1. 5®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370414 "No puedes juzgar lo que desconoces" Pablo Lehner siempre fue un hombre serio. Se graduó de oficial de policía y a sus 30 años ha conseguido lo que se ha propuesto. Su único problema: cumple con honor su trabajo como p...