La brillante y redonda luna deslumbra solitaria en medio de su infinito escenario nocturno, sólo el sonido de ágiles neumáticos recorriendo el camino asfaltado rompe con toda la tranquilidad de la escena. Es tarde, muy tarde. Las casas a oscuras de las calles casi desiertas por donde transita velozmente con su bicicleta se lo dicen y la hora que marca su reloj G-shock confirma una vez más su pensamiento.
La noche y el atajo improvisado que ha tomado convirtieron a la zona que reside en un lugar desconocido, asegurándose de leer bien las señales de tránsito y consultar en más de una ocasión a su instinto si está recorriendo el curso correcto. Doblando por una esquina logra divisar su hogar a tan sólo unas casas de dónde se encuentra, pero aún es incierto saber si las personas que habitan ahí siguen despiertas.
Acelera su paso, ansioso por llegar pronto. Ya frente a la puerta de su casa, baja de la bicicleta, retirando del canasto su bolso deportivo. Las luces apagadas y el absoluto silencio que presencia le dan un mal presagio, internamente ruega porque alguien todavía no esté disfrutando del agradable mundo de los sueños, por salir apurado a su práctica de equipo olvidó completamente llevar su llave consigo.
Tres toques rápidos sobre la dura superficie resuenan en el interior del domicilio, en respuesta a su llamado, se escuchan ladridos que provienen del patio trasero pero en ningún momento se oye alguna voz humana o pasos que se acerquen. Espera paciente en su lugar mientras vuelve a repetir su anterior acción, mas el resultado es el mismo. Yuuri empieza a preocuparse, en un tono de súplica llama a quien podría ser su heroína de esta noche.
—Ma...
Viendo sus esperanzas irse por el garete al no ver resultados por más que lo intenta varias veces, comienza a resignarse a la idea de pasar la fría noche en la calle durmiendo en la banca de algún parque cercano como un sin-techo que siempre ve por ahí o buscar una manera de entrar sin que resulte demasiado sospechoso para un estudiante de último año de preparatoria amante del béisbol. Cualquiera de las dos opciones suena tentadora y más si se considera las condiciones en que está.
Sin embargo, parece que algún dios de allá arriba o el mismo Buda escuchó su plegaria silenciosa, antes que siga divagando sobre otras posibles soluciones no muy convencionales, el chirrido de la puerta abriéndose lo saca de sus pensamientos. La dulce sonrisa y la mirada comprensiva que lo recibe le hace pensar más de dos veces que tipo de palabras debe de usar en una situación como esta, por alguna razón aquellos gestos causan de todo en él menos tranquilidad.
—Buenas noches, ma. Yo...
—Yuu-chan, buenos días.
Cierto, ya es un nuevo día.
La dulce voz maternal y la mueca sonriente intacta en el rostro ajeno no anuncian nada bueno, siente escalofríos, incluso no le ha corregido diciendo "¡Es mami, Yuu-chan!" como siempre lo hace. Su madre puede lucir aterradora cuando se lo propone y ahora él debe enfrentar la temida situación.
* - * - * - * - * - * - *
—Que relajante~.
Luego de buen —y necesitado— baño, el característico olor de tierra y sudor ha desaparecido de su cuerpo para ser reemplazado completamente por el refrescante y agradable aroma del champú y jabón. Los músculos de todo su cuerpo le están bastante agradecidos, después de horas y horas de intenso entrenamiento sin descanso alguno, esto es como estar en el cielo mismo. Si tuviera que describir su estado actual sería: flotando entre nubes.
Removiendo constante la pequeña toalla sobre sus húmedos cabellos, se dirige al comedor. La sensación de la ropa limpia sobre su piel es realmente satisfactoria.
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Padres Casamenteros [Kyou Kara Maou! / MaruMa]
Fiksi PenggemarUnir la vida con la de un completo extraño seleccionado por los padres para subir al altar, sin un romance previo, suena a tradición del siglo pasado. Sin embargo, el nuevo reality show "Padres casamenteros", es todo un reto que lleva implícitas an...