"All i need is you..."
Van dos semanas y un día desde que me abandonaste ¿Cuando me dirás por qué lo hiciste?.
Eres cruel, YoonGi.
Siempre creí que eras mi ángel, que cuidarías de mi tal como yo lo hice contigo, pero maldición, me haz traicionado sin dudarlo, te haz ido con ella.
YoonGi, Siempre te asocie con el ángel Gabriel. Siempre ame tu idílica belleza, tus buenos sentimientos y tu cruel sentido del humor, pero ¿Sabes qué? Siempre dudé de tus sentimientos hacia mi.
Jamás pensé que podrías quererme, es por eso que cada día por la mañana intentaba convencerme de que estabas conmigo por tu propia voluntad y no porque te vieras obligado.
Nunca supe porque dudaba tanto, juntos éramos muy felices, no éramos perfectos, teníamos peleas, momentos de tristeza, felicidad, pasión...
Todo el mundo nos veía como una pareja estable, nosotros sólo nos veíamos como lo que éramos, dos jóvenes enamorados sensatamente, lo digo de esta forma porque nunca fuimos como esas extraordinarias parejas de los libros que me regalabas, siempre fuimos mejores, comunes, normales pero al final siempre mejores, porque el hecho de amarnos mutuamente era lo que nos hacía mejores, porque si tu estabas a mi lado, yo no necesitaba nada más, yo no quería nada más y no creía en nada más.
No era necesario que fueras un superhéroe, o que yo fuera una agente super espía, protagonista de tu libro favorito, no necesitábamos elegir entre un lindo camino lleno de flores y lindos conejos blancos o uno tenebroso y peligroso que finalmente nos llevaría a un final feliz.
No queríamos eso porque simplemente no queríamos pensar en un final ni un mañana para nosotros, sólo queríamos vivir el hoy, porque con ella cerca sólo eso teníamos.
Recuerdo bien cuando ella llegó a tu vida, estabas más callado, a veces eras frío y otras veces parecía que sólo te acercabas a mi porque te sentías culpable.
Luego de unos meses empezaste a salir, salías muy temprano por la mañana y llegabas muy tarde por la noche. Algo que me alegra de eso es que nunca llegaste borracho, eso me dejó saber que no habías cambiado del todo, tu siempre habías odiado el alcohol y lo odiaste hasta el último momento que estuviste a mi lado.
La peor época de nuestra relación fue cuando ya no llegabas a casa, nunca supe a donde te ibas, hasta que te seguí.
Luego del trabajo salí y te seguí, entraste a una casa, era pequeña y se veía muy acogedora, recuerdo aquel día muy bien, cuando tocaste el timbre una mujer rubia apareció en la puerta y te abrazo, con una efímera delicadeza, como si le diera miedo que te rompieras en el acto.
En aquel momento sentí como algo apretaba mi corazón cada vez más, como si quisiera oprimirlo hasta hacerlo explotar, el sólo verte con ella era una tortura inimaginable.
Aquel día no hice nada, sólo volví a casa y vi nuestra película favorita, me dormí en el sillón y al día siguiente falte a la Universidad. No quería ser inmadura, pero verte en sus brazos me había destrozado, sólo podía llorar, cada cosa en ese departamento me hacía pensar en ti y en lo mucho que te amo.
Luego de eso fui yo la que comenzó a comportarse fría, en aquellos días habías vuelto a casa, yo estaba acostumbrada a mi lúgubre soledad, pero aún así llegaste a arruinarlo.
Estuvimos dos semanas "Juntos" otra vez, pero yo no podía soportar tenerte a mi lado sabiendo que en cualquier momento correrías de nuevo a sus brazos, Sabiendo que de seguro hace un par de días, era aquella chica la que ocupaba un lugar a tu lado todas las noches, quien preparaba tus comidas y quien reía a tu lado.
Fue al tercer día en que caí en cuenta, no podía estar viviendo como si nada contigo, si bien peleamos muchas veces durante tu estadía fuera de casa, nos reconciliamos otras cuantas y peleamos nuevamente, yo no podía seguir así.
No quería seguir peleando y tampoco quería que siguieran utilizándome.
Ese día tu saliste temprano en la mañana, de seguro creías que no me di cuenta, que no vi aquella mochila llena de ropa colgando de tu hombro. O quizás que no noté la falta de nuestra foto en la sala, aquella foto que nos tomamos cuando terminamos la escuela, durante nuestro primer año de noviazgo. Lo noté, claro que lo hice, siempre decías que esa era tu foto favorita entre las miles que teníamos, pero, aún así me extrañó ¿Para que la querrías? Si finalmente ibas camino a la casa de tu amante.
Fue en aquel momento en que decidí irme. Entre sollozos tomé una maleta y guarde todo lo necesario, incluyendo nuestro álbum de fotos, aquel que ordenamos cronológicamente sólo porque sí. Eso es una de la tantas cosas que verificaban lo Nerd que éramos.
Cuando terminé aquella gran maleta simplemente arranqué una hoja de mi cuaderno de literatura y comencé a escribir, no fue mucho, un par de líneas y un "Se feliz con ella, te amo" fue la despedida de aquella desidiosa carta, no quise alargarme más, pues creía que ni siquiera te tomarías el tiempo de leerla.
Luego de aquel día, me la pase meses enteros llorando por ti y ansiado el momento en que llegaras a buscarme, que me dijeras una de tus estúpidas frases del señor de los anillos y que yo te respondiera con una de mis frases de Harry Potter.
Pero eso nunca pasó, nunca llegaste, pero aún así yo no perdía la esperanza, no quería creer que mis dudas iniciales eran reales, sólo quería creer en que en algún momento volverías por mi y viviríamos juntos otra vez.
Cada día, cada noche, esperé por ti. Mi vista siempre estuvo fija a mi teléfono, siempre al pendiente de tus redes sociales, o tal vez, sólo tal vez esperaba un mensaje o una llamada de tu parte, pero cada día perdía más la esperanza, llevabas más de un año sin actualizar nada, incluso llegué a creer que habías cambiado tus cuentas.
Pero fue aquel día, en el que todo cambió, Fue aquel día en que me Di cuenta de lo estúpidos que podemos llegar a ser.
Recuerdo perfectamente la fecha, Miércoles siete de septiembre a las diez con veintidós minutos mi teléfono comenzó a sonar, sin importarme la clase en la que me encontraba tomé mis cosas y salí, estaba dispuesta a soltarte un gran discurso de lo iluso que eras si pensabas que a estas alturas te perdonaría.
Pero no pude. No fue tu voz la que se escuchó en el teléfono, fue una voz femenina, preguntaban por mi, preguntaban si tu eras mi novio.
Estuve a punto de decir que no, pero la urgencia en la voz de aquella mujer no me dejó pensar, simplemente respondí que si.
Sólo escuché un par de frases y salí corriendo en busca de un taxi.
" El señor Min YoonGi se encuentra de camino al hospital central en una ambulancia...."
Sólo esas palabras recuerdo, pues lo que viene a mi mente después de eso es la desesperación que sentí mientras corría a recepción a preguntar por ti, minutos después de eso me encontraba en la sala de espera, nadie me decía nada, sólo recibía penosas miradas que lo único que hacían era preocuparme más.
Dos horas después de tu llegada al hospital llegaron tus padres, tu madre corrió a abrazarme y fue ahí cuando rompí en llanto, no sabía que sucedía, lo único que sabía es que habría dado todo para estar en tu lugar, porque aún después de un año y unos cuantos meses yo seguía amándote como el primer día.
Finalmente el médico salió y nos informó, habló sobre una recaída, que te habías desmallado en la calle debido a tus tumores, tumores de los cuales yo no tenía idea. Fue entonces que comencé a exigir respuestas, tu madre acongojada por la situación sólo atinó a llevarme a nuestro antiguo departamento, el cual, se encontraba igual que siempre, nuestra foto había vuelto a su lugar y mi lado del ropero seguía vacío, como si Guardaras la esperanza de que un día yo volviera a llenar ese espacio con mis pertenencias.
Rápidamente, tu madre se dirigió a nuestra cajita de recuerdos, aquella donde guardábamos nuestros más preciados momentos y objetos.
Al verla, la nostalgia nubló mi juicio, todos aquellos momentos volvieron a mi mente, pero aún así hubo algo que llamó mi atención, un sobre verde, con mi nombre en el.
Rápidamente lo tomé y comencé a leer.
Era una despedida, una jodida despedida.
Tenías cáncer de páncreas, lo sabías desde hace un año y 10 meses y nunca me lo dijiste, la chica rubia en realidad era tu cuñada, aquella que nunca tuve la oportunidad de conocer, no llegabas a casa porque habías comenzado la quimioterapia, te fuiste por semanas porque el tratamiento te dejaba demasiado mal y no querías que te viera, tenías miedo de morir pronto, pero aún así no me lo dijiste.
Eres un maldito idiota, YoonGi.
Pasaste de ser mi ángel a mis demonios y ahora ya ni siquiera se que eres.
Cuando terminé de leer la carta tu madre me explicó que habías vuelto a casa porque habías terminado con la quimioterapia, que estabas un poco más saludable y demasiado desesperado por verme, pero que el perderme te había hecho caer en una horrible depresión.
Pasaste todo eso sólo, tenías a tu familia, pero sé que tal vez a ellos no los dejabas entrar en tus pensamientos y emociones como a mi, y tu carta me dejó muy en claro cuanto me necesitaste durante aquel periodo, imagino cuanto debiste haber sufrido durante mi ausencia y me arrepiento de todas las veces que te maldije pensando en que me engañabas.
Cuando saliste del hospital lo primero que hice fue abrazarte, sentir como correspondías aquel gesto fue suficiente para saber que estaba perdonada. Unos minutos después tu médico de cabecera nos anunció que tus tumores habían vuelto a crecer, que necesitabas urgente una operación.
No sé que fue más angustiante, la esperanza de que todo se solucionara o el hecho de que no era seguro que salieras con vida de aquel quirófano.
Era todo o nada y yo no estaba dispuesta a perderte una vez más, no lo soportaría, si tu te ibas yo me iría contigo, después de todo seguías siendo mi ángel YoonGi y estoy segura que de alguna forma u otra terminaremos juntos en un mismo cielo, porque para mi hasta el mismo paraíso es un infierno sin ti.
Luego de aquello todo pasó demasiado rápido, los exámenes, las evaluaciones de los médicos, todo fue desesperantemente rápido, en menos de una semana ya habían fijado la fecha de tu operación.
Pero lo peor de todo fue cuando el médico nos citó a todos menos a ti, fueron las horas más tristes de mi vida. El señor de bata Blanca nos informó sobre las probabilidades de que tu cáncer se erradicara, como también nos dijo que podía producir todo lo contrario, lo que quería decir que tu tiempo en este mundo disminuiría.
Dos semanas, aquel era El tiempo que teníamos antes de tu operación, lo aprovechamos al máximo, fueron los mejores momentos de nuestras vidas. Pero aquel día llegó, todos nos encontrábamos en el hospital, desde tus padres hasta los míos, todos rogaban porque todo saliera bien, yo sólo pedía porque terminara tu sufrimiento, un ángel como tú no podía estar sufriendo en este miserable mundo, tu debías quedarte y ser feliz o desplegar tus alas y volar hasta ese ansiado paraíso, en el cual me esperarías con tus brazos abiertos.Mi querido YoonGi, hoy debo decirte que deberás esperarme unos cuantos años.
Nunca me arrepentí por pedir que terminaran tu sufrimiento, desee mil veces poder ser como tú y volar hasta aquel lugar en el que estoy segura te encuentras más que bien.
Pero YoonGi, en esos días que tuvimos sólo para nosotros dos, me diste un regalo que si bien nunca estuvo en nuestros planes, lo voy a amar igual o más que a ti, porque amarlo a él es como amar a nuestro amor, porque este pequeño ser humano que vive dentro de mi, es la prueba de nuestro amor, es la imagen de ti en la tierra, porque aunque el aún está en mi interior todos sabemos que no hay forma de que este bebé no sea igual a ti.Se que te fuiste porque no pertenecías a este mundo, los ángeles no están hechos para vivir en la tierra. Sé que es muy poco probable que tu seas mi ángel guardián, porque ya fuiste mi ángel aquí en la tierra, pero se que siempre estarás cuidando a nuestro hijo desde donde sea que estés, no importa si lo cuidas desde tu cielo o si bajas a la tierra a protegerlo, porque sé que de igual forma no podría estar en mejores manos.
pero si algún día bajas a este mundo, no olvides pasar a verme.
No olvides que siempre te amaré YoonGi, siempre seras mi luz en este mundo de oscuridad. Y aunque ya no pueda verte se que estarás en algún lugar de este universo cuidándome, así como yo lo hice contigo en el poco tiempo que ella nos dio, el poco tiempo que tu maldita enfermedad nos dio para estar juntos. la odio a ella y te odio a ti por no hablarme de ella, pero aún así mi amor por ti es más grande que cualquier otro sentimiento, porque tu, mi ángel, siempre serás el dueño de mi dañado corazón.
Aquí me despido, jurándole amor eterno a quien rompió y rearmo mi corazón cuantas veces quiso, a quien me dio las esperanzas de vivir para luego volver a quitármelas solo para darme unas nuevas. Solo me queda decir, Te amo YoonGi.
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Short Stories collection. ☕ Asian Idol.
Fanfic•Colección de historias cortas. •Los protagonistas varian entre idols del genero Kpop. •Actualizaciones lentas. •Idol x persona random.