¡Holy Shit!, I Love You 《YoonKook》

23.-|Renovación|

~•pov Jungkook•~
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-Porque... Porque.. -susurré vacilante, temiendo que mi voz se quebrara pero negándome a callar- ¡P-porque Hyung es mío!

No sabía sinceramente si lo que había dicho era demasiado estúpido para la situación pero el silencio que hubo luego de mis palabras me demostraba lo excesivamente infantil que había llegado a sonar.

Me sentía avergonzado pero no lo suficiente para retroceder.

Notando que al parecer aquel chico no quería separarse de Suga lo obligué a ello con un débil empujón, lo suficientemente fuerte para hacerle retroceder uno o dos pasos, agarrando ahora el brazo de mi Hyung como para limpiarlo de la presencia del desconocido.

Había retrocedido 15 de mis 19 años, realmente me sentía como un niñato.

Clavando puñales imaginarios en el castaño levanté mi pie derecho un par de veces como para insinuarle que no se acercara ni un poco, como expresando "da un paso y mi pié va a tu culo" y parecía funcionar, me miraba bastante desconcertado.

Solo en ese momento me di cuenta de los realmente perceptibles temblores de Suga.

Separándome solo lo suficiente para verle junté mis cejas en una mueca entristecida. Sus ojos se mostraban irritados y su delgado labio inferior era aprisionado con aparente fuerza por sus dientes.

Era una expresión lamentable.

Alcé una de mis manos para alcanzar su mejilla, haciendo pequeños toques con mis dedos en busca de su tranquilidad, para que dejara de estar dolido conmigo aunque fuera un poco pero parecía haber tenido el efecto contrario.

Apartándose de mis toques como de cerca mío negó repetidas veces, haciéndome a un lado para tomar al desconocido por uno de sus brazos.

Claro que intenté detenerle, había ido para conseguir su perdón y no lo estaba logrando para nada, sin embargo sus palabras me frenaron.

-No necesito tu compasión Jungkook.. - Me cortó con una voz tan fría que me caló hasta los huesos- No necesito eso de nadie, ni siquiera de ti.

Y terminando apenas se alejó, entrando a su casa y cerrando la puerta sin esperar una respuesta por parte mía, sin siquiera haberme dado una oportunidad para explicarme.

Sabía que había sido un idiota, no podía negárselo a nadie, pero al menos había tenido la idea de que mi Hyung me escucharía si iba por él, que era casi imposible que pasara de mi como lo había hecho su mejor amigo, pero ahí estaba, fuera de su casa con un ramo de flores ligeramente aplastado con un corazón y sentimientos casi en el mismo estado.

No culpaba a mi Hyung, no había razón para ello, toda la culpa recaía en mi, en mis hombros.

Avancé poco a poco hasta posicionarme fuera de su puerta y dejé aquel especial ramo bajo el umbral, esperando que recibiera al menos una mirada por parte de Suga, si al menos ocurría eso habría valido ligeramente la pena el viaje.

Tomé mi pecho con ambas manos mientras caminaba de vuelta a mi hogar, no era como si me hubiera dado por vencido pero creía que por ese día había sido suficiente.

Dejé que pequeñas lágrimas resbaralan por mi rostro mientras caminaba, notando como en el cielo comenzaban a aparecer las primeras estrellas, acompañándome y adornando mi camino, haciendo que las viera con atención en un intento de calmar a mi corazón.

Era increíble como había logrado derrumbar todo con Suga de un solo movimiento, sin embargo el trayecto me permitió ahora adoptar una paz interior que hacía que mis deseos de una reconciliación futura se hicieran más fuertes, desbordando de mi interior una cantidad exagerada de fé en el mañana.