7 Days |AU-BTS|

071

day seven

El joven de cabello castaño se tambaleaba a los lados a cada paso que daba. Era inevitable para él seguir una línea recta debido a que su vista se hallaba bastante distorsionada y no podía siquiera pensar con plenitud. Jin se sentía drogado.

Recordaba la sensación de haber estado así antes pero en otras circunstancias cuando había decidido probar cosas nuevas, no era algo grave, solo había ocurrido dos veces. Exceptuando que ahora, él no entendía nada ni era consciente de las cosas.

Jin estaba desubicado. No sabía donde estaba, tampoco donde estaban sus amigos y menos sabia cómo volver a las carpas; el lugar donde estaba era completamente desconocido para él. Y el hecho de que su mente anduviera en otro mundo no ayudaba mucho.

Sus pies daban pasos torpes y en una de esas, una rama se enredo en sus zapatos haciendolo tropezar. En otro momento él pudo haber evitado caer estrepitosamente sobre la tierra piedrosa, pero ese momento no sería hoy.

Jin hizo una mueca de dolor y pensó que lo mas cuerdo sería quedarse ahí, hasta que los efectos de lo que sea que lo tuvieran así, se pasaran.

Encogió las piernas frotandoce la frente y lanzando quejidos por el repentino dolor en esa área. Cerró los ojos intentando hacer memoria de lo que fuese. Luego prefirió no hacerlo.

HoSeok... Está muerto... TaeHyung... Mi Monnie...

Jin experimentó una tremenda soledad, su pecho se estrujó y creyó que le daría un ataque en el corazón por la sensación, pero no fue así. Pensar en ellos hacía que su corazón se encogiera haciéndolo sentir vacío. Haciéndolo sentir miserable.

Poco a poco el sentido del tacto pudo volver prolongadamente. Pudo sentir algo mojado en su cara; la lluvia mezclada con sus lagrimas. 

Abrió lo ojos nuevamente cubriéndose la zona para que la lluvia no se los hiciera cerrar involuntariamente y se recargó sobre una de sus manos para levantarse. Aunque sus vista aun estaba algo nublada, ya no se sentía mareado y supo que era el momento de irse.

Caminó con lentitud entre la maleza buscando una señal de vida, algo que le indicara el camino el cual coger; al no verlo prefirió mirar al cielo intentándose guiar por la posición del sol. Fue hasta ese momento que se dio cuenta de que no había rastro alguno de este. El cielo estaba nublado en toda su exención.

Seok Jin no tenía otra opción que deambular por el bosque hasta encontrar algo... Lo que fuese.

No le importaba si era una serpiente venenosa que acabara con su vida de una vez por todas, o alguna cabaña con personas dentro - cosa que dudaba -, o si tenía mucha suerte, a uno de sus amigos con vida.

Lo ultimo sonaba mas apetecible, sin duda.

El fantasma de una voz que retumbaba en su cabeza no lo estaba dejando concentrar en coordinar sus pasos correctamente. No lograba entender que le decía esa voz, era como un recuerdo de hace tantos años que, aunque sabes que esta ahí, no logras hallarlo.

Golpeó una vez más su cabeza y la sacudió para seguir caminando sin rumbo alguno.

[...]

YoonGi no lo soportaba. Su espalda aun estaba pegada en el tronco del arbol y sollozaba con fuerza sin poder aguantar más su agonía.

No aceptaba que su JiMinnie estuviera muerto. No él.

Su pensamiento egoísta le decía que la muerte de todos pudo ser buena, solo si JiMin quedaba vivo al final. No quería estar en un lugar que no fuera cerca de su JiMinnie.

"Te encontraré de nuevo de alguna u otra forma. Solo... Prométeme algo.  "

El estridente llanto se detuvo y YoonGi analizó con mas detenimiento esa oración. 

"Salúdame felizmente cuando eso pase."

La mente de YoonGi trabajó con lentitud. Estaba desconcertado por las palabras que JiMin había dicho, pero aun mas lo estaba por verse a si mismo yendo a las carpas a tomar la cuchilla que había tenido para torturar a JungKook -lo cual no había hecho-. Como si fueran cosas del destino, YoonGi batalló con frustración para encontrar el pequeño metal revuelto en medio de las ramas y piedras que había en la tierra, pero luego de estar media hora en lo mismo y no encontrar nada, se rindió.

Algo dentro de YoonGi se removió inquieto. Se sentía vigilado. 

A unos metros de él alguien sostenia firmemente un aparato y susurraba cosas que YoonGi no oía por la distancia que los separaba.

— Realmente tienes miedo...—Susurró esta voz— Pronto estarás con tu otra mitad y no te sentirás tan vacío... Lo prometo YoonGi. 

Se alejó sigilosamente aún observandolo desde su lugar. YoonGi miró a todos lados levantandose del suelo y agarró una rama gruesa que estaba cerca de él.

La lluvia aun caía con fuerza impidiéndole ver muy lejos entre los arboles.

— ¡Se que estás ahí!—Gritó YoonGi sin recibir respuesta de nadie— ¡Da la cara!—YoonGi presionó con fuerza la rama entre sus manos y sus ojos se llenaron de lagrimas nuevamente. La emociones lo golpeaban con demasiada fuerza, en cualquier momento se pondría a vomitar— ¡Sal de donde sea que estés! ¡T-Tú...! ¡¿PORQUE DEMONIOS HACES ESTO?!

Las rodillas de YoonGi flaquearon por el frío, la impotencia y el miedo, para finalmente ceder y golpear la tierra con fuerza. La persona que le observaba susurró algo más antes de irse y esperar... Esperar a que todo ocurriera.

Caminó con tranquilidad entre los arboles a sabiendas de que no era posible ser visto por YoonGi desde la distancia en la que estaba alejándose, miró al cielo nublado con una sonrisa ladina.

— Aparece rápido Jin~ —Canturreó — YoonGi te está esperando.

[...]

Jin no sabía con exactitud durante cuanto tiempo había estado caminado. Solo lograba sentir un malestar en la bilis que no lo dejaba tranquilo y sin mencionar lo magullados que estaban sus pies de tanto caminar con estos mojados; por poco y lloraba.

Su mente estaba en blanco y a diferencia de antes, la lluvia ya no le molestaba. Su cuerpo había dejado de sentir dolor alguno aparte de los previos mencionados. Aunque a pesar de esto, el corazón del castaño se aceleraba de sobre manera cada que levantaba la vista y veía unas manchas de colores a lo lejos.

Otra vez pasó.

Jin alzó la vista y pudo ver ese característico color de las carpas que habían armado en el claro. Trató de calmarse respirando profundamente y parpadeando con fuerza. Aun con desconfianza acompañada de las palpitaciones aceleradas en su pecho, dio varios pasos poniéndose de puntitas para ver con más claridad. La lluvia se había calmado momentaneamente, por lo tanto Jin supo que esta vez no lo estaba imaginando.

¡Las carpas estaban a unos 15 metros de él!

Su pecho se infló con regocijo y felicidad al pensar en que todo acabaría. Por fin podrían irse.

JiMin debía estar muy preocupado por hallarme. Seguramente.

Sus delgadas y largas piernas fueron hacia adelante y atrás simultáneamente, acercándose a las carpas.

Acercándose al lugar del cual más debía huir.

Joder. No se si se hayan dado cuenta de lo que recientemente ha ocurrido con una de las obras que antes había publicado. Realmente estoy apenada y molesta conmigo misma por esa... situación. Para la próxima no volveré a hacer adaptación tan deliberadamente. Solo espero que las exolelas que me escribieron en mi tablero ayer hayan llegado bien a la mierda.