3

56 13 2
                                    

La profesora le arrebató él bollo de papel, con su ceño fruncido lo arrojó al la papelera- nueva, y maleducada, no se podría esperar menos de una chiquita - la señalo con desprecio, molestando mucho a el morocho, quien se enderezó y  miró amenazante a Barbara quien en vez de tranquilizar las aguas, lo miró desafiante - no quiero que molestes en mis clases, o tendré que castigarte- pronunció con desagrado dando una última mirada a Carolina..

La morocha asintió e hizo una mueca de decepción por no poder saber que diría el papel de aquel lindo chico.

En timbre no tardó en hacerse escuchar, provocando que la mayoría de los alumnos se dispararan fuera del salón - señorita Kopelioff usted se va a quedar un rato mas- indico Barbara, Carolina asintió lentamente, sin embargo a el morocho no le gusto nada la idea, se acerco firme a la hermosa chica, poso una de sus manos en la cintura de la chica de ojos verdes, sonrió malicioso, ante su plan.

Esta mas que claro, que Agustín tiene una mente brillante, que es astuto como nadie, no es solo su brillante destreza física la que sale a la luz, cuando se trata de él, si no también, su agilidad para dominar a las personas según sea su humor, puede dejar impresionado a mas de uno.

Y puede manipular a todos, porque sabe como y cuando jugar sus cartas, él lo tiene bien claro, el que no arriesga no gana, esto es un todo o nada.

-lo lamento profesora, pero Carolina tiene un compromiso con él director, él me pidió que le avisara que en él segundo receso tendría que ir con él - dijo amable, desafiando a Barbara, los dos sabían que era mentira, pero como la morocha se lo creyó, le pidió disculpas a la rubia, y si mas se marcho del salón.

Lo que Carolina no sabia es que Agustín la seguía, a una distancia prudente, sólo para protegerla...o de eso se estaba intentando convencer a si mismo.

¿Porque la cuida tanto?¿Que le pasa para ayudarla? Él no es hací, eso esta mas que claro ¿que lo hizo cambiar? ¿Ella?, Agustín no sabía que hacer, solo la cuidaba, porque ella parecía una muñeca de porcelana, y hasta él mas mínimo golpe podría romperla, destruirla en mil pedazos.

Ella llegó a la puerta del director, e inmediatamente él morocho la jalo del brazo, y la llevó con él a el patio, pero no al que iban todos, a una parte de patio que nadie conocía.

Bueno exactamente nadie no, Agustín utilizaba ese lugar como un escondite del mundo, su abuelo, que era el director de la institución, también era consciente de que ese lugar era presente e la vida de su nieto, pero este era un dato que a el astuto morocho se le escapó.

Carolina se avía quedado muda del miedo ¿por que el chico la llevaba? ¿no tendria que estar hablando con el director? ¿se metería en problemas por eso ¿a donde iban?....

A medida que Agustín caminaba y llevaba con sigo a la morocha, el a se llenaba de mas y mas dudas..
Hasta que de repente el freno su marcha provocando la misma reacción por parte de ella....

Mi Pequeña Salvación™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora