Daichi tiraba de él con demasiada brusquedad, su muñeca dolía horrores y no paraba de quejarse aún sabiendo que estaba siendo olímpicamente ignorado por su pareja.
Honestamente ese chico...
Suspiró y tiró su brazo, logrando que el otro le soltase y cuando se giró hacia él, Suga le miró mal.
—Ha sido un error —aclaró a sabiendas de lo que debía pensar el otro—, Lev no se ha confesado a Yaku y estaba intentando que dejase el tema por la paz. Más allá de eso, ¿por qué demonios nos estabas escuchando?
Kōshi era bueno, Sawamura debería concederle eso.
Más calmado suspiró, tendría mucho que hacer si quería que Suga le perdonase, conocía más que bien lo mucho que disgustaba a su pareja las escenas de celos.
Según las palabras del chico, los celos sólo eran una demostración de lo poco duradera que llegaría a ser una relación.
Para el armador la confianza lo era todo y eso era lo que Daichi más amaba de él, pero al mismo tiempo le inquietaba.
—Yo... Eh... —dudó provocando que el otro chico arqueara una ceja— Te estaba buscando, ¿vale? Quiero que discutamos este asunto como dos adultos, Sugawara.
—¿Acaso eres un adulto, Sawamura? —espetó recordando sus molestias anteriores— Porque te aviso, cariño, que una edad sólo es un número cuando te comportas de tan infantil manera como hace un minuto.
El azabache agradeció enormemente haberlos llevado a un lugar poco transitado del parque, Suga se cruzó de brazos claramente irritado y suspiró.
—No planeo disculparme por lo del castigo de los chicos, soy el capitán y estoy en mi derecho de estar enojado contigo por dejarles hacer lo que quieran —no estaba ganando puntos precisamente...—, pero sobre mis celos lo sí que lo acepto, actué sin pensar y cuando volvamos me disculparé con Lev.
Vale... Estaba bien en eso por lo menos, pero Kōshi seguía haciendo pucheros y es que realmente aceptaba internamente que era muy blando con ese dúo problemático, pero una cosa era ser consciente y otra era ceder.
Era terco.
—Más vale que lo hagas —bufó desviando la mirada— Y sobre el asunto de Hinata y Kageyama...
—Ya está hecho y les pondré un castigo más severo cuando hagan alguna otra tontería —sonrió intuyendo lo que sucedía en aquella orgullosa cabeza—, además, creo que Ennochita aprendió de nuestros errores y los tendrá más firmes para el próximo año...
—Él será un buen capitán —finalmente dejó de cerrarse y sonrió—, me pregunto cómo podrá sobrevivir Tanaka, sin nosotros y Shimizu estará bastante...
—Lo dudo —Daichi rió volviendo a tomar su mano, esta vez con suavidad y le miró a los ojos—. En serio vas a extrañarlos, ¿no? Todas las discusiones con esos chicos y los partidos...
El menor torció el gesto y apretó el agarre entre ellos con el ceño fruncido.
—No hables de cosas deprimentes, iré a todos los partidos que pueda y me infiltrare en Karasuno también —lo llevaba pensando desde que vio al dúo problemático en el gimnasio, sonrió malicioso—. No se desharan de mí tan fácilmente, ¿sabes? Alguien debe cuidar que no se rompan el cuello los unos a los otros.
Estaba desvariando y alucinando muchas cosas espeluznantes, Sawamura sonrió divertido y negó.
Ese era su novio.
—Arruinas totalmente la atmósfera dramática que intentaba conseguir —se quejó con fingida molestia, Kōshi rió—. En serio, Su-chan, te pasas.
Y Su-chan le pegó en el brazo por decirle así estando en público, se sentía tan malditamente avergonzado y eso le recordó nuevamente a Lev y su dilema sobre decirle o no lo que sentía a Yaku.
Frunció el ceño.
—Eres un tonto, Daichi, te odio —seguidamente miró a su alrededor y le dio un beso corto en los labios a su pareja—. Dejando eso de lado, ¿crees que Lev consiga algún día el corazón de Yaku?
Era un maestro en desconcertar y cambiar el tema, todo hay que decirlo.
Sawamura sólo sonrió, más que acostumbrado al compartimiento del otro y asintió.
—Kuroo, Akaashi y yo estamos en una apuesta —confesó—. Los tres nos preguntábamos cuánto tardaría ese titán en notar que esas patadas eran dadas con amor.
—¿Quién va ganando? —indagó curioso— Y por cierto, ya te he dicho que está mal apostar sobre la vida amorosa de los dem...
—Voy ganando yo —rodó los ojos—, son treinta pavos bien merecidos por la confusión de otro.
—Sí, está mal que apuestes —y tiró de él hacia un juego—. Como castigo te gastaras tu dinero en mí, para que escarmientes.
Y así, los problemáticos padres cuervo se dieron el lujo de tener una cita.
¿Honestamente? Suga había dejado de estar molesto hacia mucho y poco recordaba en realidad de la razón, porque aunque el Kagehina era un motivo, había algo más...
Algo que involucraba sobreprotección, celos de madre y una Shimizu muy entretenida con el drama ajeno.
Sí, era mejor que no lo recordase o sino Daichi no volvería a ver aquellos ojitos lujuriosos que Suga le enseñaba en sus reconciliaciones.
Fin.
La verdad no :v sólo faltaría un cap xd y este es un final saca de debajo de la manga, no me juzguen! :'v estaba sin ideas xd

ESTÁS LEYENDO
Grupo desastre.
FanfictionEn continuación a Grupo Problema, el equipo de Karasuno tiene un nuevo campamento en Tokyo. El último para los de tercero. Sin embargo, las cosas no están siendo lo suficientemente nostálgicas y bonitas como debería ser, Kuroo lo sabe. Va a meterse...