UN CUERNO MUY PARTICULAR

1.- ME PRESENTO

Hola hola, ratones con cola !! Quizás no es un saludo normal, lo sé, pero siempre he saludado así, desde que tengo uso de razón... para ser exacta, hace 19 años, porque solo me acuerdo de los 3 en adelante, y gracias a este saludo típico mío, estoy acostumbrada a recibir comentarios como:

- Que te pasa enferma?

- Eres un gran ejemplo de un ser unineuronal

- Hay un rio de caca en tu cabeza?

- Que eres estupida jajaja

- Cual es tu puto problema?

- Alguien no comió frutas cuando chica...( OK ! me detendré un minuto aquí, esta estupidez, me lo dijo un amigo que se creé el rey de los chistes, y la verdad es que JAMÁS, pero jamás, me he reído de algún chiste suyo, y mucho menos lo iba a hacer de este, si no entendieron, las frutas maduran, y madurar, por lo menos en mi país, se le dice a la gente que tiene más de 20 pero que actúa como un pendejo de 15, Y ORGULLOSA, DEBO DECIR QUE SERE FOREVER YOUNG , POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, EN LAS DURAS Y LAS MADURAS, EN LAS CONCIENTES E INCONCIENTES, EN LAS COMILONAS Y EN LAS DIETAS, AMÉN !!! )

En fin, me presento, soy Josefina Soller, pero prefiero que me digan Jose, porque cuando me dicen Josefina, siento que están enojados o que me van a retar, tengo 22 años, una mezcla de morena y trigueña, mido 1.59, y mi peso no lo diré porque paso comiendo cada minuto de mi vida, pero obviamente mi contextura no es delgada, TAMPOCO GRUESA... de chiquitita acostumbraba a pegar hojas de arboles por las paredes de mi casa, con pequeñas sustancias gelatinosas de procedencia nasal...llámense mocos, y atrapaba moscas para ponerles nombre y echarla en unas casitas que yo hacía, con cajitas de fósforos...y en invierno siempre terminaba llorando y vestida de negro, porque mi papá echaba las cajas a la estufa para hacer fuego...Aún recuerdo como cristina se calcinaba en esas llamas, es como si hubiese sido ayer :( EN FIN, siempre tenía buenos panoramas siendo tan solo una niña, algo así como la maldad inocente con patas.

Ya de más grandecita, tipin 16 años, me habían expulsado de dos colegios, uno, porque accidentalmente estaba jugando con un desodorante en spray y un encendedor, y sin querer lance una llama a los colgadores de chaquetas logrando que se quemen todas, y dos, por pegarle a un compañero, quebrándole 2 dientes y su nariz, y que por suerte de é, y desgracia mía, era hijo de la profe que se le tiraba al dulce al director, OBVIAMENTE habían preferencias en esta pelea, y se compraron al juez...PERDÍ.

A esas alturas ya mis papis estaban un poquito preocupados por mí, NO ABURRIDOS, si no que preocupados, tanto que estaban desesperados por que cumpliera 18 y tuviera que ir a la universidad, a más de 6 horas lejos de ellos...Pero insisto...estaban preocupados, tanto así que mi último año escolar, lo pase en un internado, de primera no me gustaba, me aburría mucho, sobre todo porque era un internado católico, no tengo nada contra eso, pero no me gustaba tener que rezar todas mañanas al entrar a clases, a dar gracias por la comida antes de comer, dar gracias por la comida al terminar, y tener que rezar antes de dormir, menos mal no me hacían rezar cada vez que iba a evacuar al wc.

Cuando cumplí los 18 y rendí los exámenes para entrar a la universidad, mis padres me dieron permiso para irme a vivir con Tabi, mi pololo de hace un año, a los 17 empezamos a salir y es el amor de mi vida hasta hoy, y por los siglos de los siglos, en cielo, mar y tierra, en la pobreza y la riqueza, hasta el infinito y más allá. Por suerte quedo en mi misma universidad. Tabi se llama Gustavo, pero ustedes cachan que uno cuando se enamora, se pone tonta, y empieza a poner sobrenombres estúpidos a las parejas, y obviamente yo también quería ser popular y lo hice. Él es morenito, bien bonito, mide 1.70, tiene un cuerpo bien picho-caluga, sus abdominales marcaditos, seis lingotes de dureza pura en su abdomen, hay harta diferencia física entre nosotros, pero lo que más nos une, aparte de nuestro amor único, es el amor por la comida, siempre comemos por igual, y a toda hora, pero Tabi es deportista, juega fútbol y es runner, así que para él es fácil mantener un cuerpazo después de mandarse la llena' con comida chatarra, en cambio yo, el único abdominal que hago al día, es cuando se me cae algo de comida y la recojo rápidamente para respetar mi gloriosa ley 5s, esa que dice que cuando la comida se te cae al suelo tienes 5 segundos para recogerla y volver a comértela, pero la verdad es que pasen o no pasen los 5 segundos, yo me la vuelvo a comer igual.