Capitulo 3 2/2

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Bueno, en mi tobillo izquierdo se encuentra mi

tatuaje y en el derecho tengo una cadenita de

oro que mi papá me regalo hace 6 años por mi

cumpleaños; en este tengo dos dijes de corazón

partido separados por un ángulo de 180°.

Es muy bonita… pero ¿porque los dejes están

tan separados? – pregunto zayn

Bueno… yo tengo… una teoría – dije y él me

miro esperando la repuesta – bueno… no as

escuchado la frase que dice “te has levantado

con el pie izquierdo esta mañana” – dije

haciendo comillas mientras decía la frase, zayn

rio un poco y asintió – bueno las personas dicen

que es que te levantas mal; mi teoría es que

cuando una relación comienza mal o sea con el

pie izquierdo todo terminara bien por eso mi

tatuaje está en mi pie izquierdo – dije

tocándome el tatuaje – pero si comienza bien…

pues… no terminara bien… por eso los

corazones están separados…

Oh... y ¿por qué dices que cuando comienza

bien termina mal? – me pregunto

No quiero hablar de eso…- dije con tono triste ;

mi relación con Eduardo había empezado

espectacular mente, todo era mucha felicidad y

amor; pasando el tiempo él se distancio un poco

y ya saben porque….

Bueno no importa – dijo y luego sentí como

apretaba mi tobillo, me fije y tenía la mirada

llena de deseo, sus manos fueron subiendo mas

tocando mis piernas; tenía que agradecer que

esta noche llevaba pantalón Ya que normalmente

duermo con un camisón; sugieran subiendo mas,

llegaron a mi muslo, yo estaba sonrojada.

¿Puedo acerté una pregunta? – me dijo zayn,

acercando su cara a la mía, demasiado cerca

diría yo

¿Q…que? – respondí nerviosa, zayn era

impredecible.

Siempre has sido así de tímida – dijo; me

sonroje mas aun y dije – si, siempre – quite su

manos de mis muslos y el retrocedió un poco,

rio levemente, separo y fue hacia la puerta.

No que… íbamos a hablar – dije tímidamente, se

detuvo y giro para mirarme; note como se iba

acercando a mí, mis piernas no respondían

estaba como pegada al piso, me tomo de la

cintura, me acaricio la mejilla tiernamente y

acerco sus labios a mi oído y dijo – ¿no crees

que ya hemos hablado mucho ______? – dijo y

sentí como su mano subía por mi vientre,

cuando llego a mi seno paso sus manos

delicadamente, causando un escalofrió en mi,

apretó un poco, tuve que morderme el labio

para que no salga ningún gemido y dije –

prometiste…no hacer… nada - sentí como sus

manos dejaban mi cuerpo rápidamente.

Tienes razón… solo porque cumplo mis promesas

– tomo mi mejilla y la acaricio, fue acercándose

lentamente y me beso, sentí como metía su

lengua en mi boca y no sé porque pero me

gusto, demasiado, se fue separando de apoco y

me dijo – que descanses bien ________ - me dio

la espalda, abrió la puerta silenciosamente y se

fue. Yo me quede unos segundos parada, toque

mi labio y me senté en la cama, mire el reloj ya

era media noche, me acosté y por alguna razón

la imagen de zayn no se iba de mi mente, poco a

poco el sueño me fue venciendo hasta que

quede profundamente dormida.

A la mañana siguiente me desperté, miré la hora

y aún eran las 7:00 a.m. , me levante de la

cama, busque mi toalla y me dirija al baño, abrí

mi puerta silenciosamente para que nadie se

levantara, entre al baño y me bañe, salí de ahí

con mi toalla puesta y mi pijama en mano, entre

a mi cuarto y me cambien, cuando ya estaba

lista, baje las escaleras para ir a preparar el

desayuno, cuando ya estaba abajo vi a zayn

sentado en el mueble con una camisa y pantalón

blanco de dormir y con una taza de café en la

mano, el voltio y me miro.

¡Hola _______! – dijo con una sonrisa.

Buenos días zayn – dije también con una sonrisa.

Te vez linda – dijo y se acerco a mi – porque te

levantaste tan temprano – pregunto.

Yo… no podía dormir… así que mejor baje – dije

y sonreí nerviosamente.

Bueno y ¿qué? ¿Planeas hacer el desayuno? –

dijo parándose y dejando su tasa en el

refrigerador.

Pues si… eso planeaba – dije volteándome a

verlo

Genial – dijo cerrando el refrigerador - ¿te

ayudo? – pregunto

Oh no tranquilo el desayuno es más fácil, gracias

– dije sonriendo

De acuerdo – dijo y me agarro de la cintura –

entonces te dejo trabajar linda – dijo y comenzó

a depositar besos húmedos por todo mi cuello;

haciendo que otra de esas corrientes eléctricas

pasara por mi columna; algo que solo pasaba

cuando el me tocaba debo decir. Me dio la

espalda y comenzó a caminar, se dirigía hacia la

sala, caminando despreocupadamente.

El placer de tu inocencia •Malik•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora