Capítulo 10: Aylen Milano

36 9 8
                                    

El timbre suena repetidas veces en un lapso muy corto de tiempo y siento que voy a enloquecer.

¡Voy! -Grito a todo pulmón mientras doy a mis labios el último toque perfecto de lápiz labial rojo y corro a la habitación de Lucas con mis aretes en la mano-

¿Listo para divertirte? -Le pregunto en el marco de la puerta de su habitación mientras me pongo los aretes- 

Listo -Responde tranquilo y apaga su TV con el control remoto para luego caminar hacia mi cargando sus provisiones. Lo cargo de un lado y con el brazo que me queda libre tomo su mochila-

El timbre suena nuevamente. Tu papá es un poco intenso, ¿no? -Le digo justo antes de abrir la puerta-

Cuando abro Javier está parado en la puerta con la mano a punto de oprimir el timbre nuevamente.

Ni siquiera te atrevas -Digo mirándolo mal-

¡Papá! -Exclama Lucas muy emocionado al verlo y extiende sus brazos para que lo cargue justo a tiempo para evitar la tensión-

Él lo carga y le da un beso, rápidamente extiendo la mochila para que la cargue también. 

Con razón tenías tanta prisa para que viniera... no podías hacer esperar al gran Xabi Alonso -Dice Javier intentando provocarme pero yo sólo respiro y guardo silencio ante su comentario- 

¿Qué tienen planeado hacer? -Digo sonriendo en dirección a Lucas-

¿Qué haremos papi? -Pregunta tan emocionado que sus ojos color verde parecen brillar- 

Muchas cosas divertidas pero estoy seguro de que tu mamá se divertirá más que nosotros -Termina de hablar y blanqueo los ojos decidiendo ignorarlo-

Claro que no amor, tu papá solo bromea, te voy a extrañar muchísimo, nos vemos mañana temprano ¿si? -Me acerco para despedirme con un beso y un abrazo-

Buenas noches mami -Dice y sacude su mano- 

Adiós amor -Digo y le mando un beso, luego miro indiferente a Javier y cierro la puerta del departamento-

Este hombre toca mis nervios, no entiendo cómo pude  tener un hijo con él, y por favor no me malinterpreten, Lucas es lo más lindo que me ha pasado en la vida, los mejores 5 años de mi vida, pero con Javier... es otra historia.    

No pasan ni cinco minutos y la puerta vuelve a sonar. Ese debe ser Xabi. 

Voy por mi bolso a mi habitación y vuelvo a salir. 

Buenas noches princesa -Dice y me abraza-

Yo también te extrañe -Respondo aferrándome más al abrazo- 

¿Y el enano? 

Su padre se lo llevó hace un rato, ya sabes, fin de semana padre e hijo..

Ohh, bueno, debe estar muy entretenido...¿Dónde vamos a cenar?

No lo sé, pensé que tenías pensado algún lugar..

La verdad no, pero dime que se te antoja 

Decide tú, la verdad no sé lo que quiero..

Bueno yo tengo mucho deseo de sushi, ¿qué dices? 

Está genial, vamos..

La verdad en este preciso momento deseaba cualquier cosa menos sushi, pero se nota que él realmente tiene antojo de eso así que por pura educación no me permito decirle que no. Eso es algo que extraño de Javier, con un asado eramos felices todo el fin de semana, y al otro día recalentado, algo muy argentino de su parte, pero yo lo disfrutaba en sobremanera...

Fire meets gasoline | FutbolistasWhere stories live. Discover now