Capítulo 25: Bea

24 10 2
                                    

Me levanto con un millón de pensamientos rondando mi cabeza, lo primero que hago es prepararme un café y aprovechando que la mesa está puesta y llena de deliciosa comida decido desayunar sola.

Empiezo a llenar mi plato de panqueques cuando un ruido llama mi atención, volteo y me encuentro con Roman.

¡Hey! -Digo alegre pero sin dejar de prestar atención a mi plato-

Buenos días -Se acerca alegremente y besa mi mejilla para después sentarse frente a mí y empezar a preparar su té verde-  

No sabía que estabas aquí, ¿y tu otra familia? -Pregunto sarcástica mientras derramo miel sobre mis panqueques- 

Mi familia, ambas son mi familia, no hay una más importante que otra -Corrige haciendo una pausa para exprimir una rodaja de limón sobre el té- ¿Y qué te tiene tan estresada?, antes no tomabas café por las mañanas...

Desde la secundaria que lo hago -Digo mirándolo desafiante- Ya ni siquiera sabes mis costumbres porque apenas y nos visitas...

Claro que no -Responde blanqueando los ojos- Sí los visito, solo que debes entender que mamá tuvo mi custodia todos los últimos años hasta que cumplí 18 y ya es turno de papá de poder pasar tiempo conmigo -Dice encogiéndose de hombros-

La historia es un poco complicada, intentaré explicarles de la manera más sencilla posible, La mamá de Roman se casó con mi papá hace varios años y vivíamos juntos como una familia feliz hasta que su papá se casó con la mamá de Marco y Regina Asensio y Roman se fue a vivir con ellos y empezó a pasar más tiempo allí. Mi papá lo quiere como a su propio hijo, de hecho es el hijo varón que nunca tuvo.

Ya sabes -Hago una pausa y ambos decimos al mismo tiempo imitando la voz de mi papá- Te divorcias de la pareja no de los hijos -Reímos al finalizar su tan conocida frase-

Ya en serio, ¿estás bien?, te ves algo extraña y empiezo a sentirme mal porque creo que no hay secretos entre nosotros -Roman se queja y da un sorbo a su taza de té-

De hecho tengo mucho que contarte, me siento terriblemente extraña, por un lado mal y por otro lado bien...

¿Qué esperas para decirme que está ocurriendo?

Ahora no.. -Respondo negándome mientras miro la puerta en señal de que alguien podría escuchar y no quiero que eso pase, él asiente entendiendo mi señal- Por el momento necesito que me ayudes con algo muy importante, quiero que investigues absolutamente todo acerca de Sofía Fernandez...

Roman se ahoga con el té al escuchar eso y toce levemente.

¿En qué estás metida Bea? -Dice mientras se seca con una servilleta- ¿Por qué quieres que investigue a Sofía?

¿La conoces? -Pregunto animada-

Responde mi pregunta -Ordena con seriedad-

¿Puedes o no puedes ayudarme con eso Roman? 

Sabes que te cubro la espalda siempre, y que lo haré pero me parece muy extraño lo que me pides, y respondiendo a tu primera pregunta sí la conozco, no es mi amiga pero digamos que tenemos un par de amigos en común, lo que sigo sin entender es por qué te interesa...

Suspiro y me levanto para cerrar la puerta que conecta la cocina con el pasillo de la sala y las escaleras asegurándome de que no hay nadie más cerca que pueda oír. Señalo la puerta de la alacena que es un pequeño cuarto donde guardan las cajas con avena, bolsas de arroz, cereales, etc.

¿En serio?, no hacemos eso desde que teníamos como 16 años, ¿es tan malo?

Lanzo una mirada muy molesta y finalmente Roman accede y camina hasta entrar al pequeño cuarto, entro detrás de él y cierro la puerta quedando dentro.

Okay suéltalo -Dice Roman mientras se distrae mirando las cajas de cereal-

¿Papá te contó algo sobre mi trabajo?..

Pues no necesito saber mucho, yo igual estoy en el club y...

Espera, Roman, tienes que jurarme que absolutamente nada de lo que te cuente se te escapará, esto es algo que sólo tu, yo y otra persona más sabemos y nos lo llevaremos a la tumba ¿entiendes?, sé que puedo confiar en ti porque antes te  he contado cosas y jamás me has defraudado...

Okay, suéltalo mujer, sabes que soy de extrema confianza, me preocupas con tanto suspenso...

Bueno seré directa, anoche estuve con Gabriel Fernández...

¡¿Qué?! -Roman no puede evitar gritar del espanto/sorpresa-

¡Cállate Roman! -Exclamo pegándole en el hombro-

¿Estuviste?, osea... ¿cómo?, ¿tuvieron una cita?

¡Ay por favor Ro, ya sabes a qué me refiero! 

Bea, ¿estás loca?, es el padre de Sofía -Dice totalmente horrorizado-

¿Me vas a juzgar? -Pregunto molesta- 

No, tienes derecho a hacer lo que quieras con tu vida sabes bien que yo opino eso, es sólo que me soltaste muy de golpe la noticia, ¿y cómo fue que paso todo eso?, ¿fue solo algo de una noche?

¡Ya quisiera! -Digo molesta- bueno, no quisiera, me refiero a que sería más fácil y sin importancia si hubiese sido algo de una noche pero no, es mucho más comprometedor que eso...

Entonces hay sentimientos involucrados...

No, sí...bueno no. En realidad sí -Finalizo intentando sonar segura-

¿Y qué planeas hacer? 

No quiero que nadie lo sepa, se va a mantener en completo secreto porque no quiero que la gente piense que esa relación influye en el trabajo, en mis logros, o en cualquier cosa, además ¿sabes por cuanto nos llevamos en edad?, papá enloquecería, todos enloquecerían y su imagen quedaría muy mal por todos los prejuicios...

Y todo eso a ti te vale madres, ya en serio, ¿por qué no quieres que nadie se entere?

No lo sé, ¿okay?, sólo necesito tiempo, ni siquiera sé que estoy sintiendo, todo ocurrió muy rápido y estoy procesando cosas que jamás había sentido en mi vida, ¿entiendes?, pero necesitaba contárselo a alguien...

¿No se lo has contado a tus amigas?

A NADIE -Digo enfatizando mis palabras-

Okay, entiendo.






Fire meets gasoline | FutbolistasWhere stories live. Discover now