I can wait forever

I can wait forever -1

Hola, este es un proyecto que llevaba abandonado unos dos años, pero me he propuesto continuarlo y darle un buen final.

Es la típica novela de "Harry Styles y tú" pero de verdad espero que les guste.

Lo que menos me gusta de Inglaterra es el clima, siempre me han gustado los lugares soleados y con gusto me iría a vivir a un país cálido, lo único que me mantiene aqui es Harry, la secreta razón de mi felicidad, somos mejores amigos desde que nos conocimos, justo por eso no le he dicho que lo amo.

-Hola-en ese momento apareció él y me saludó con esa voz, y me miró con esos ojos tan bellos.

-¿Cómo estás?-le pregunté sonriendo.

-Bien, gracias...Quiero preguntarte algo importante.

-Hola Harry y Alice- apenas estaba abriendo la boca para responder y llegó Janice a interrumpir.

-Hola Janice-saludó Harry mientras la abrazaba con cariño, creí ver sus ojos iluminarse.

-¿Qué hay Jan?-pregunté con otra sonrisa en mi rostro, pero esta enmascaraba tristeza y enojo.

Janice es tan bonita, es tan atractiva y carismática, como Harry. El chico perfecto para la chica perfecta obviamente. Como siempre, sobraba, así que me limite a sonreir en silencio mientras ellos hablaban. Luego de un rato Harry se despidió de nosotras, recibí un abrazo de su parte, mientras lo miraba irse me dí cuenta de que Janice se había ido también, así que me quedé sentada yo sola en la barda del colegio sin saber muy bien que hacer. Al final decidí caminar a mi casa, pero al pasar por una cafetería alguien me saludó a través de la ventana.

-Hola Audrey- cuando entré me encontré con mi amiga sentada frente a un muffin de tamaño gigante.

-Hola Alice, ¿estuviste con Harold?-dijo sin levantar la vista del pastelillo.

-¿Co-ccómo lo sabes?- tartamudeé avergonzada y confundida

-Estás algo sonrojada y tienes sonrisa de idiota, además te conozco.

-Lo lamento, estoy emocionada

En ese momento mi celular recibió un mensaje.

Te espero en mi casa del árbol, quince minutos y contando. -Harry

Me despedí de Audrey y me fui corriendo, segura de que llegaría en cinco.