Sálvame [[Fnafhs SICK]]

Recuerdo de una promesa.

—Increíble—una chica paseaba de un lado a otro con suma preocupación por el área de espera

—Mangle tranquilízate—dijo la rubia en un intento por calmarla—pronto nos dirán que pasa con Bon, solo hay que esperar un poco más

—¡¿Que me tranquilice?!—quizá las palabras dichas por Joy no habían sido de lo más indicadas—si tan solo hubieras sabido que la mansión que tanto visitabas estaba dañada nada de esto habría pasado, nos hubiéramos quedado en el parque

—Mangle—la oji-azul se sentía culpable, quizá como un monstruo terrible, había dañado a Bon de muchas formas, primero rechazó sus sentimientos y luego había caído en su casi anterior hogar, se suponía que ella conocía cada rincón de este, ¿Qué había pasado entonces?.

Todas estas cosas rondaban por la cabeza de la chica, sin embargo, no se atrevió a hablar y se limitó a escuchar todo lo que su amiga tenía que decir, en efecto, ella parecía odiarla

—tranquila linda—interrumpió la chica de cabello corto quien junto a su hermana, las había acompañado a dejar al peli-turquesa en urgencias

—tu ni siquiera nos conoces, son las menos indicadas para decir esto—la oji-ambar estaba bastante molesta, en especial por aquellas chicas misteriosas quienes se veían bastante confiadas en aquella sala

—parece que ha captado mis palabras internas—decía la peli-blanca de ojos saltones

Mangle estaba a punto de responderle sin embargo algo más captó su atención, el doctor salía de la sala respectiva, no se podía descifrar las noticias que traía consigo ya que su expresión era totalmente seria...

Seriedad...

¿Acaso Mangle no estaba arta de aquello?.

***

Cuando perdió a su querida familia. Todo lo que tenía se había ido a la basura en solo un instante, recordaba la mirada de las personas cuando la veían caminar por los pasillos del hospital, "lástima", los doctores ni siquiera se atrevían a mirarla al único ojo con el que podía ver, estaba arta de sus miradas serias y desconsoladas a su persona, se había vuelto en la pobre niña huérfana del hospital.

Pero solo en una ocasión, alguien logró hablarle como si fuera una persona normal, aquel chico de cabellos castaños que estaba en silla de ruedas

Recuerda que aquel día unos tipos bastante formidos entraron al hospital, uno de ellos cargaba al castaño y tras ellos se encontraba una mujer, pidiendo a gritos que salvaran a su "bebé"

Más tarde y con los cuchicheos del personal del hospital, se enteró de que aquel chico sería enviado a una especie de "cárcel para dementes". Freddy's, un nombre muy agradable y tierno para un lugar como ese, la oji-ambar decidió no tomarle importancia, hasta que lo vió en la sala de espera, tenía curiosidad, quería saber más de su situación y la mejor forma que encontró de hablar con él fue contando un poco de su historia

A los ojos del castaño, lo que ella le contaba era algo bastante delicado y ella aparentaba que aquello no tenía gran importancia aunque le invadía un gran dolor por dentro

Su hermano era lo único que le quedaba en la vida, aquel chico de ojos azules era su última esperanza de volver a verlo, ellos hicieron una promesa, y aún después de eso se preguntaba si realmente habría cumplido con ella

***

—señorita—el doctor la regresó a la realidad—el paciente por ahora se encuentra estable, sufrió series lesiones, pero por suerte no llegó a complicarse demasiado, deben tener cuidado

—que alivio—Mangle podía estar en paz, por lo menos sus amigos ahora se encontraban bien, ellos eran su nuevo sentido de ser; su nuevo familia, de haberle ocurrido algo a su amigo habría culpado a todos y más tarde se sentiría fatal

—¿E-esta bien?—la rubia se acercó con timidez al profesional, tenía que admitir que la peli-blanca daba miedo algunas veces

—si, lo está—contestó su amiga con frialdad, su ego era mucho más grande

—ahora que el paciente está estable necesitamos hacer un pago—habló el doctor—ustedes lo trajeron de emergencia así que decidimos atenderlo inmediatamente pero son unos niños así que necesito hablar con un adulto responsable para ver lo del costo y sobre su salud

—porfavor no haga eso—la rubia se había asustado un poco—si su padre se entera no dejará que lo veamos de nuevo—el padre de Bon solía ser de esta forma,el oji-esmeralda era un chico bastante reservado y rara vez hablaba con alguien y solo por cortesía es por esto que había sido bastante milagroso el hecho de que el peli-turquesa tuviera amigos, aquel hombre había estado orgulloso de su hijo al enterarse de que llevaría a estos casa y grande fue su desilusión al ver que solo se trataban de chicas, tachó a su hijo de gay y le prohibió volver a verlas

"Prométeme que no volverás a traer esas niñas aquí, es más no les vuelvas a hablar, no quiero que mi hijo sea como una niña, la próxima vez traes amigos varones pero eso sí, no esperó ver que lo traígas y digas "es mi novio" ese día te mato ¡¿Entiendes?!"

Las chicas no podían creer lo que el padre de su amigo decía, no tenía ni la más mínima vergüenza en decir esto frente a ellas, a su punto de vista era un padre detestable, observaron como el peli-turquesa entraba en pánico y las miraba con culpabilidad, quizá lo que le contestaría a su padre sería algo forzado

"Si papá"—contestó con tristeza mientras bajaba la cabeza, no quería perder a sus amigas pero al ver a su padre en este estado no era muy consciente de sus acciones aunque era así la mayoría del tiempo por lo que no había mucho por hacer

Aquel día ambas chicas se fueron de aquella casa puesto que no querían que el hombre prosiguiera a correrlas, al día siguiente, Bon volvió a hablarles como siempre, ellas lo tomaron como un demente puesto que le había hecho una promesa a su padre

"Bueno algunas promesas solo no pueden cumplirse ya que yo les hice una primero, ¿no?, Dije que seríamos amigos siempre"

Aquella promesa de "ser amigos por siempre" podía haber sonado bastante estúpida e infantil en su momento pero para Mangle y Joy lo era todo en esos instantes de preocupación, desde aquel entonces ellos habían salido en secreto y siempre temían encontrarse al mayor, por suerte no salía mucho de casa

***

El doctor observaba a las chicas, podía notar claramente que no mentían, estaban demasiado preocupadas, sin embargo el también la tenía difícil, se habían utilizado equipo del hospital y necesitaban cubrirse esos gastos

—lo siento mucho pero deben ser las cosas así, yo solo hago mi trabajo—el hombre se encogió de hombros y dió media vuelta pues no tenía otra alternativa por el momento—el chico está muy consciente así que iré a preguntarle—y sin decir nada más se encaminó a donde estaba el oji-esmeralda

Una idea cruzo por la mente de la oji-ambar, tal vez después de todo aquellas chicas misteriosas les servirían de algo o almenos una en especial

***

Aquella dulce fruta corre lejos, que chica mas hermosa, se ve como una naranja con mucho jugo por exprimir, me tienta tanto el solo mirarla, quiero correr tras ella, arrinconarla, chuparla y hacerla mía por completo, vamos pequeña

...se que quieres

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Próximo capítulo

"Sed de lujuria"