Sálvame [[Fnafhs SICK]]

Aquel luminoso día.

No puedo recordar mucho de lo que pasó exactamente ese día, solo hay visiones borrosas y pequeños fragmentos, muy pocos, pero algo de lo que si puedo estar seguro es que nunca en mi vida me había sentido tan vivo

Escapar de mi habitación, liberarme de mis cadenas por fin, correr fuera de ella y asesinar a todas las personas que se interponían en mi camino, ¡Me sentía tan vivo, tan libre!, tan...tan...¿Enamorado?...pero que tonterías se me ocurren

Siento que hay algo muy importante que he olvidado... quizá el estar encerrado en este lugar me ha vuelto más loco de lo que ya soy

***

Nombre: Golden

Edad:14

Enfermedad: Pirómano

Rango: altamente peligroso

Datos generales: es conocido por ser uno de los autores de la más grande masacre que haya surgido en el hospital, asesinó a siete guardias con un lanzallamas, aceite y un fósforo

Ahora, la mujer con el rango más alto del lugar dejaba de lado aquel folder en el que había tal información que ya conocía bastante al grado de saberlo de memoria. Se dirigía a ver a su próximo paciente, no era muy entusiasta cuando de ellos se trataba y menos al hablar del enamoradizo y extraño rubio.

Luego del día de la masacre tras ser literalmente arrastrado por los guardias de seguridad, el paciente Golden había quedado inconsciente, se había cansado de tanto gritar y esto no fue desaprovechado ya que se emitió la orden de que las cadenas que portara fueran más resistentes y cortas, tanto pies como ambas muñecas fueron esposados nuevamente, su vigilancia aumentaría y el tamaño de su habitación sería reducido, sin mencionar la nueva e incómoda cama que le habían asignado

La mujer estaba lista para enfrentarse a la "bestia de fuego", llamada así por los que más le temían

Luego de dar una larga caminata hacia las habitaciones más bajas y aisladas del hospital, se encontró por fin en la puerta del chico; frente a ella había un guardia joven y "apuesto" dicho por muchas enfermeras del lugar

—Mike—Julia era una mujer sin intenciones de enamorarse, no tenía esas hormonas alborotadas  que tenían las enfermeras más jóvenes por lo que el físico del guardia no llamó su atención—vengo a ver a mi paciente—el guardia, a pesar de ser joven, era bastante precavido y bueno en su nuevo trabajo por lo que comenzó a inspeccionar a la mujer con la mirada

—¿Para que va a usar eso?—el oji-azul dirigió la mirada a la sospechosa bolsa negra que Julia llevaba consigo

—eso no es de tu incumbencia—la superior pasó a un lado dispuesta a entrar a como diera lugar pero fue detenida cuando intentó abrir la puerta

—no se tiene permitido acceder a la habitación de los pacientes si no es más que con las medicinas—la mirada de aquel guardia era amenazante, sus ojos no eran totalmente azules, parecían tener un tono mucho más claro y sanguinario—no me haga llamar a los que mandan en este lugar—la mujer no se había inmutado ni un poco y se retiró de su agarre como si la mano del guardia fuese la de un niño pequeño, sacó una llave de su bolsillo y la introdujo en una de las cinco cerraduras de la enorme puerta

—no sé si lo sepas novato—la oji-café continuaba sacando llaves y abriendo las demás cerraduras era bastante complicado abrir una por una y esto se notaba cuando la enfermera hacia gestos y hacía fuerza—pero aquí—sacó la última llave, está era enorme y tenía un característico color dorado—la que manda y única superior soy yo—tras decir esto el enorme candado de aquella gruesa puerta cayó al suelo emitiendo un fuerte eco—no estorbes ¿Quieres?—sin hacer algo más que mostrar una maliciosa sonrisa se adentró en aquella habitación