Mis intenciones de acercarme a Hide no estaban dando frutos, la osadía no fue mi mayor aliada. Camine por un terreno peligroso con los ojos vendados sin anticipar lo que había delante de mí. Retrocedí dos pasos al sentir la reticencia de Hide dentro de mi propio juego, abstenida a dar la retirada por completo. Espantapájaros, la nueva personalidad de Hide me estaba poniendo las cosas como una verdadera apuesta de póquer en donde él claramente tenía el as de pica bajo la manga y si pretendo ganar debo ser mejor estratega con lo perspicaz que él era.
Habían pasado dos días después de lo ocurrido la última vez, no nos volvimos a ver desde ese acontecimiento yo estaba abochornada y no me atrevía a verle la cara, ni sabía que él estuviera enfadado conmigo, tenía miedo que me despidiera. Le pedí el favor a Katherine otra de las mucamas de la casa para que me reemplazara, me sentía indispuesta nada lejos de la realidad; me sentía culpable de mi propia audacia y estar en mis días de menstruación hace sentirme peor por lo que decidí quedarme en cama por reposo.
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Hoy debía retomar mi trabajo y llevarle el desayuno a Hide, suspire subiendo las gradas al llegar a su dormitorio, toque la puerta primero esperando la señal de su campaña para que me dejara entrar, no quería que me echara a palos por mi descuido.
Pasaron tres cinco minutos de un incómodo silencio, quizás no quiera verme pensé angustiada hasta que escuche su campanilla.Entre mirando de reojo donde poner la bandeja suponiendo que aún se estaba cambiando al verlo de espaldas afirmando su yukata, me sorprendí al ver una consola de playstation al lado de su cama; los cables tirados, envoltorios de papas fritas, galletas, golosinas y una trituradora de comida sucia tirada en el suelo como si toda la noche hubiera estado jugando y comiendo.
Con su cuaderno me dio saludo algo frívolo sin recordar nada de mi embarazoso error, ni siquiera preguntó por mi ausencia en los días posteriores; me dijo que le dejara su desayuno sobre el velador y que retirará la basura del suelo y me retirara sin abrir la ventana. Esta vez no proteste, pero me pareció muy mal que descuidara su salud comiendo esas porquerías y limpie su basura sintiéndome ignorada por lo que procedí a retirarme.
Pasaron cuatro horas e intente romper el hielo inútilmente con la escusa tonta de retirar su bandeja, toque la puerta para no interrumpir su privacidad y escuché la campanilla, Hide ni se volteo a verme o a dirigirme la palabra con su cuaderno, él estaba sentado sobre unos cojines en el suelo jugando un juego en línea, husmee con interés que él se escribía entusiasmadamente con una mujer como para prestarme atención en ese momento, al parecer hizo una amiga en su juego, me sentí contenta por él pero a la vez sentí celos de esa chica, parecían estar tan familiarizados hablando muy diferente a mi que aún no lograba nada en esa casa.
Gire la perilla frustrada cuando escuché la campanilla de él. Me voltee con la pura expresión boba de ilusión, pensando que al fin iba a dirigirme la palabra para algo importante hasta que mi ánimo se fue al piso el leer en su cuaderno;
-¿_________ Podrías traerme una coca cola, unas papas de sabor a queso por favor?.
Con toda desfachatez y totalmente cabreada ignore su petición abriendo las cortinas y ventanas de un zarandeo para iluminar su lúgubre cuarto y de un tirón brusco desenchufe su consola soltando una pequeña sonrisa traviesa a ver como Hide protestaba con sus brazos seguramente enfadado.
-¡¿Qué pretendes bruja?!- escribió Hide con cólera
-No quiero que mi amo sea una bola de grasa, perezoso y vicioso. - Me pare frente a él con los brazos cruzados enfrentándolo.
-¿No tienes nada mejor qué hacer tarada? Porque mejor no te tomas otro día libre y te vas con tu novio a mirar el jardín horroroso de esta casa?
-¿De qué hablas necio? No tengo novio y tampoco he ido de citas...-fruncí el ceño bufando tratando de interpretar su enojo-¡Aguarda!.-sonreí más para mi misma al deducir su enfado.
-¿Estás celoso espantapájaros-chan?-entrecerré mis ojos con perspicacia sin dejar de observar lo nervoso que se puso.
-¿De qué hablas señorita _______________? ¿Con qué confianza me pone ese horrible apelativo?
-Me ausente dos días porque estaba indispuesta, no me fui de fiesta ni de citas por ahí como usted afirma.
-¡Eres una mentirosa! Las chicas como tú se van con chicos y dejan su trabajo botado, es por eso que no quería ninguna chica joven trabajando aquí, ¡Ese Marude se las va a ver!
Irritada saque mis toallas sanitarias en mi bolsillo tirandoselas en la cara viendo como sus ojos se abrían exageradamente.
-¿No quisiera que me bajará las bragas también para que vea mi toalla mojada y me crea señor espantapájaros-chan?- respondí con sarcasmo, no estaba de ánimos para liderar un despido en este momento.
-¡¿Qué crees que haces atolondrada, no tienes ningún pudor?!
Yo me encogí de hombros sin dejar de sonreír en mis pensamientos al ver su escandalosa expresión; Hide estaba tan empeñado con sus ideas absurdas obstinado como un niño pequeño reclamando que no me creyó en ningún momento, esto fue la única opción que encontré, para mi la menstruación nunca fue un tabú.
-¿No tenias para qué tirarme eso? Pensé que te había aburrido laborar aquí
-Me ausento dos días aquí y te conviertes en un niño rata Hi... Histérico-jejeje- sonreí nerviosa, casi vuelvo a meter la pata.
Hide se callo sin dejar de observarme en silencio, seguro pensó que lo iba a llamar por su nombre real. Me puse tan nerviosa que pedí permiso para limpiar su cuarto ignorando si protestaba pero no hizo nada, volvió a su sosiego.
-voy a traerle el almuerzo mi señor-pensé que respondería de nuevo con su cuaderno sin embargo se hizo un lado y me devolvió las toallas sanitarias olvidando su enfado , ok sabia desestabilizarme aquello no le vi venir, Hide no era para nada un libro abierto, solamente sabía que él se rascaba la cara cuando se ponía nervioso antes de que ocurriera semejante accidente pero ahora era totalmente diferente al antiguo Hide, el chico que conocí antes nunca hubiera dejado la luz natural del sol para ocultarse jugando play entre las sombras como un ratón en una cueva sucia. Pensé en su nueva amiga, quizás ella era una mala influencia para él, sin saberlo Hide se estaba abandonando por completo y yo quería que Hide volviera a ser la misma persona jovial de antes, ahora estaba encontrando refugio en la comida y tengo el deber de acabar con su vicio antes que empeore.
-¿Me traerá las papas?-escribió junto a unos símbolos que reconocí.
-Game over señor. Te toca el almuerzo hay lentejas.-Me retiré con una sonrisa triunfal dejandolo fustrado garabateando su cuaderno.
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Hide Nagachika y tú. El misterioso chico espantapájaros.
Fiksi PenggemarHideyoshi Nagachika x tu ReaderxHide Hide después de ver su rostro horriblemente mutilado decepcionado por no haber "muerto con estilo" en lugar de haber quedado con el rostro despedazado, se va al exilio en las sombras decidido desde ahí ayudar a...