“Trágame tierra”
¿Qué acabo de escuchar? ¿Me dijo princesa?
-¿me dijiste princesa? -mis ojos parecían que se iban a salir de mi cara
-bueno, no creo que escuches tan mal -contestó Wood.
-¿Por qué me dijiste así? -el calor invadió mis mejillas
-porque puedo -una sonrisa perfecta apareció en su rostro- te ves hermosa sonrojada.
Se acercó a mí y posó sus manos en mis mejillas, sus ojos brillaban. Mi corazón se aceleró y empezó a bombear mucho más rápido.
Con tan solo un tacto de él, mi organismo se revolucionaba por completo. Estaba mal, esto está mal. Quise alejarme pero no pude, el sentimiento de querer sentir sus labios en los míos, era mucho más fuerte.
Su cara empezó a bajar buscando mis labios, mientras sus dedos acariciaban tiernamente mis mejillas, mi rostro se sentía pequeño con sus enormes manos. Mi cuerpo se sentía frágil, y anhelaba el beso que me daría. Elevé mi cara y mi nariz rozó la suya, moví lentamente mi rostro a los lados, formando lo que se llama “el beso del esquimal”.
Cerré los ojos, estaba experimentando algo mucho mejor que el sexo, y no sabía que era.
-vamos a tener que esperar 6 meses para que no tengas saliva de otra persona en tu organismo, para que me des un beso –su caliente aliento sentí en mis labios y luego el frío invadió mi cuerpo. Se había alejado.
-¿¡Por qué!? Yo lo quiero ahora –berrinché como una pequeña.
-por haber besado a otra persona.
-Hijo de… -me calmé- No somos NADA, puedo besar a cualquiera, cuando se me dé la gana, no estoy para tus juegos ¿entiendes eso? No soy un juguete.
Infeliz, ¿Qué se cree?
-Pero yo te quiero mía, solo mía. Cuando te dije que eras la exclusiva fue que te iba a ser fiel, en todos los ámbitos. Nada de sexo, nada de besos con otras mujeres, solo tú. No estoy jugando contigo. Pero no sirvo para relaciones formales, para mi es solo sexo, nada más. Por eso te dije que me llamaras cuando quieras. Nuestra relación es solo “sexo” pero a la vez es… solos los dos, nadie más juega ¿entiendes?
Asentí con mi rostro –y cuando estemos… -mi mirada divagó a la cama –ya sabes, “haciéndolo” ¿no me vas a besar? –un nuevo sentimiento se apoderó de mí, la decepción.
-¿tanto quieres un beso mío?
No sabes cuánto.
-No es eso, es que es extraño… -pensé mejor lo que iba a decir y seguí:- los besos encienden el ambiente, -empecé a mover mis manos nerviosamente- y si no nos besamos va a ser… extraño…
-¡Juliette, ya llegué! –la voz de mi hermano aviso su llegada.
Liam, en este momento te amo.
Salí de la habitación, y vi a Liam acostado en el sillón ¿es que los hombres no pueden ser menos flojos?
-te tengo una sorpresa –hablé
-¿A mí? –Su cara mostró horror- A mí nunca me das nada, te equivocaste.
-Scott está en mi habitación –susurré
-¡¿Y que hace ahí?! –su expresión se hizo dura.
-Hoy se muda con nosotros, estaba guardando las cosas. Relájate –alcé la voz:- Con Scott no somos ¡NADA! –sonreí
-¿hoy?... ¡Amigo, ven!
Scott apareció en el living y mi hermano se paró del sillón, se saludaron como típicos hombres. Pegándose como monos. Tire mi cabeza hacia atrás y me apoyé en el sillón.
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-¿Por cuánto te quedas? –una voz masculina habló
-Por un mes solamente, o quizás menos. Estoy esperando la respuesta de un departamento más cerca de la U. –contesto otro hombre
-Llévala a la habitación, y no le hagas nada en la noche ¿oíste?
-¿Me ves cara de querer hacerle algo a tu hermana?
-Ja, ja, ya escuchaste.
Unos brazos me alzaron y mis fosas nasales de invadieron de un exquisito aroma masculino. Me depositaron en un lugar muy blandito y me borré.
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El maldito despertador sonó y estire mi brazo para apagarlo.
En mi cama había alguien más.
Me están penando.
Me gire lentamente, asustada de lo que podría ver, y un Scott dormido estaba a mi lado.
-Scott… Scott –lo movía y no reaccionaba.- Scott, ¡Despierta!
-Mhh –una sonrisa apareció en su cara.
-despierta –lo agite aún más fuerte- ¿Qué haces aquí?
-Dormí contigo –abrió los ojos rápidamente. -¿No recuerdas nada? ¿Nada de nada?
-¿de qué me tendría que acordar? –me empecé a asustar, muchas veces hablo durante la noche, es algo que me avergüenzo mucho, ojala no haya dicho nada.
-En la noche me dijiste que olía malditamente bien, que querías un beso mío, que me encontrabas la persona más sexy de este mundo y que era un dios en la cama.
Maldita sea, no puedo tener tan mala suerte, ¡Trágame tierra!
Mi rostro se debe ver horrorizado en este momento porque Wood embozo una sonrisa juguetona.
-Bueno, lo de la persona más sexy de este mundo, no lo dijiste. Pero sé que lo piensas.
-por eso encontraba raro lo que decías, ya que la persona más sexy es Brat Pitt, no tú.
Me giré nuevamente y me senté en la orilla de la cama dándole la espalda.
-como digas… primera vez que duermo con una chica sin haber tenido sexo antes. –una mano rodeo mi cintura y me acostó nuevamente, apegada a él.
-suéltame, me tengo que bañar. –solicité
-Ahorremos agua entonces. –su cabeza estaba en mi pelo. –tu perfume es exquisito.
-Ya muévete –mi codo impactó en su pecho, alejándome automáticamente de él y me paré. –cuando salga del baño, tu entras.
Y lo deje solo en mi habitación, para mí también es primera vez que dormía con un hombre sin haber tenido sexo, pero también es mi primera vez con nuevos sentimientos.
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¡ojala que les guste!
Estaré esperando sus votos, los quiero<3
pd: recomienden a sus amigos, para que cada vez sean más los que lean esta novela<3
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Solo te necesito para "eso" (cancelada temporalmente)
Novela Juvenil"-Sería un privilegio hacerte mía, ahora. Maldita sea... te deseo demasiado" Recuerdo eso y un escalofrío baja por mi espalda. Cuanto deseaba a ese chico.