Parte nueve: Me faltabas tu

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La respuesta a mi pregunta no tardó mucho en llegar. Lo hizo exactamente el 23 de septiembre, recuerdo perfectamente ese día, porque fué el día que te vi por primera vez.
Esa mañana era como otra cualquiera, me levanté , tomé una ducha rápida, desayuné en silencio y me fui al instituto. Al acabar las clases, me dirigí a casa de Fabricia, una amiga con la que había quedado para almorzar, al llegar ella ya me esperaba en la puerta, como era un poco bajita, tenía sobrepeso y llevaba gafas, intentaba esconderse entre kilos de ropa, y eso me fastidiaba mucho, así que le quité la chaqueta con la excusa de que tenía frío.

-Vamos a almorzar a casa de mi mejor amigo ¿te parece? -me dijo sonriendo.

-No hay problema - contesté torciendo lo ojos.

No me apetecía nada ir a casa de un chico que no conocía, pero nunca he sido capaz de decirle que no a Frabricia, es tan... Como explicarlo, es la persona mas encantadora y risueña que he conocido. La casa de este chico estaba muy cerca de mi instituto, así que fingí enfadarme con Fabricia por haberme hecho ir hasta su casa y volver. Llegamos a un portal muy antiguo y pequeño de color verde, tocamos el tiembre y esperamos. A los dos minutos, y se el tiempo exacto que pasó porque lo estaba contando, abriste la puerta, al verte, sentí que el tiempo se detuvo y todo a mi alrededor se desvaneció, solo podía verte a ti, me puse a temblar y sentí que el corazón de me iba a salir del pecho. Por un momento pensé que me iba a desmayar. Nunca había sentido algo como aquello y no lo he vuelto a sentir por otra persona. Fabricia rompió el silencio diciendo:

-Mira James, te presento a Lauren.

Te inclinaste hacía mi y me diste un beso en la mejilla. Inmediatamente me sonrojé y balbuceé un hola. Sonreiste, y nos indicaste que pasáramos.

El resto de la historia ya la conoces, es el resto de nuestra vida, una vida juntos que empezó aquel 23 de septiembre, el día que encontré la pieza perdida del puzzle, te encontré vida mía, y a pesar de que yo me consideraba una persona sin la capacidad de amar, me hiciste comprender que cuando llega la persona adecuada, por mucho que te resitas el amor te atrapa, te envuelve y te lleva a otro mundo, un mundo donde todo es posible. Y ahí lo vi, aquel hilo rojo del que todos hablan pero yo era incapaz de distinguir entre tanta gente. Lo tenía justo delante de mi, palpitando, indicándome que había llegado a la meta, pero ese no era el final de la carrera, solo había sido la primera vuelta y tenía que seguir, pero ya no estaba sola en la vida, y no volvería a estarlo nunca más.

Fuí una niña no deseada que estaba sola y vagaba sin rumbo,pero al fin había encontrado un hancla.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2021 ⏰

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