Las vueltas del destino

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No me habla, no se fija en mí, ni siquiera me mira. Desde que me declaré a estado tan distante, tan fría... Como si no me conociera, y eso a mí me duele, mi corazón agoniza cada vez que la veo ignorarme o cuando nuestras miradas se cruzan y ella aparta la mirada. ¿Qué tiene de malo que las dos seamos mujeres? ¿Solo por ello lo nuestro ya es imposible? Sea como sea la angustia me consume, ya no lo aguanto más, quiero respuestas y las quiero ahora.Esta mañana he decido que no me iba a aguantar más, tanta indiferencia esta acabando conmigo, quiero saber su motivo, que tenga el valor de explicármelo a la cara. Llegue a clase y como siempre me la encontré sola pero cuando nuestras miradas se cruzaron ella apartó deliberadamente la suya.

-Hola Gumi.- nada ni una mirada, ni una sonrisa, absolutamente nada, pero ya estaba cansada de esta situación, agarre su brazo y la encare- He dicho hola Gumi.

-Gumi: Lo sé, ya te escuche.

-¿Entonces porque no me contestas?

-Gumi: No lo veo necesario.

-Pero yo sí, Gumi ya no lo aguanto más. Te amo y quiero saber porque me ignoras, porque me tratas así, si no me quieres al menos ten la decencia de decírmelo a la cara. Llevas ignorándome dos meses y ya no aguanto más.

-Gumi: Rin, yo no te amo... No quería hacerte daño por haber sido mi amiga, pero es que yo no soporto a los homosexsuales.

Ahora sí que me sentía dolida, era como si el cuchillo que había tenido clavado estos dos meses desde que me declaré y me ignoró me lo hubiera retorcido hasta destrozarlo por completo. No soportaba eso, mis lágrimas cayeron mientras la observaba impotente como me daba la espalda, aquello no podía ser cierto, ¿Por qué? ¿Por qué el destino era tan cruel conmigo? De todas las personas que había en el mundo tuve que enamorarme de mi mejor amiga que además de eso era homofoga. Pero aunque quisiera no podía detenerlo, la amaba y a pesar de haberme rechazado de esa forma sigo amándola, nada podrá cambiar ese echo. Eche a andar detrás de ella y la tome del brazo deteniéndola.

-Gumi: ¿Y ahora qué quieres?- me pronto molesta.

-Esto.- la acorrale en la pared y choque sus labios con los míos , ella se quedó muy quieta, no me lo devolvió, pero tampoco intentaba apartarse de mi.

Yo solo disfrutaba de la sensación todo lo que podía, sabía que ahora en cuanto me alejara iba a sufrir las consecuencias, ella no se iba a acercar a mi, pero era algo que de todas formas sabía era estúpido de proteger, ¿De qué me servía estar cerca suya sabiendo que no me soporta? Que en cuanto pisase un pasillo se iba a alejar por el otro, al menos que lo haga por algún motivo. Todo el mundo que pasaba por los casilleros se detenía a mirarnos, pero la máximo que podía hacer era maximizar el oxígeno para no tener que sepárame de ella, para mi desgracia el aire comenzaba a faltar entre nosotras, por lo que tuve que separarme. Me había gustado tanto, era lo que llevaba añorando tanto tiempo, incluso mejor, pero ahora me tocaba afrontar las consecuencias. Gumi me miraba llorosa mientras llevaba su mano a sus cálidos labios.

-Gumi: ¿P-por que?- las lágrimas cayendo por su rostro despedazaron mis alegrías en un segundo haciéndome sentir culpable por aquel gesto, mientras toda mi clase me miraba molesta mientras murmuraban entre ellos.

-Si me odias al menos que sea por un motivo.

La mire de frente sería, aquello por lo que había estado esperando no se habría cumplido si no hubiera dado el primer paso, sabía que por esta acción esa puerta se cerraría para siempre pero era una agonía tenerla entreabierta y saber que nunca me dejarían cruzarla. Todo pasó en menos de dos segundos, pero para mí iba a cámara lenta, ver cómo su mano abierta se aproximaba lentamente hacia mi mejilla hasta impactar violentamente con ella derribándome al suelo. Aquello había escocido e inconscientemente lleve mi mano hacia la zona afectada que ya empieza a picar. No dudaba del echo de que más tarde se inflamaría, miro su mano asombrada y luego observe como me miraba con perplejidad y algo que no pude distinguir, tampoco me dio tiempo a descubrirlo pues la vi salir de allí a toda prisa apurada.

One-shots vocaloidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora