One-shots vocaloid

Naufragas

Aun no podía creerme lo que había sucedido, había sido todo tan inesperado, tan extraño, todo era demasiado confuso. Había pasado todo demasiado rápido y la situación me sobrepasaba demasiado, no es algo fácil de digerir que estas de crucero con tus dos mejores amigos y en unos minutos encontrarte en el agua helada siendo arrastrada por la corriente. El barco se había hundido, habíamos chocado contra algo, no tenía ni idea el que, pero en un segundo pasaron de ser las mejores vacaciones de mi vida a las peores con gran diferencia, dudo que si sobreviva, viva algo peor que esto.

Por suerte para mi, la corriente me arrastró hasta la orilla de lo que a primera vista era una isla. No tengo ni idea de donde están Len y Rin, Len es un buen amigo, mi confidente, es la única persona a la que me atreví a decirle que me gustaba su hermana, a diferencia de lo que me esperaba la primera vez que se lo dije me miro con comprensión, era algo que me sorprendió gratamente. Si Rin estaba con él al menos estaría protegida, para ella solo soy una amiga más, pero para mi ella es realmente importante, demasiado, la quiero con locura, aunque realmente decir eso es quedarse corto. Quisiera que mis sentimientos fueran correspondidos de igual manera, pero dudo mucho que ella se haya fijado en mi, a decir verdad no creo que se haya planteado siquiera la posibilidad.

Deje de contemplar las olas y me levante de la húmeda arena sacudiéndome y limpiándome un poco ya que se parte de esta se había quedaron adherida a mi ropa y piel. Estaba decidida a darle una vuelta a esta isla en busca de alguna persona que me ayudase, no iba a servir de nada quedarme aquí sentada llorando como una tonta. No valía la pena que siguiera torturándome con algo que no esta en mis manos, no es mi culpa que ella no me ame, hice de todo para que me notase, pero no lograba salir de la friendzone.

Además el barco se hundió... y a mi pesar, hay muchas posibilidades de que tanto ella como su hermano hayan muerto, ¿Y si no lograron salir del barco a tiempo? ¿Y si se ahogaron en el mar? Yo estoy ahora aquí porque me encontraba en la cubierta del barco observando el cielo y el mar cuando todo pasó. Todo aquí está tan tranquilo, desde que la corriente me acerco lo suficiente como para llegar a nado hacía ya bastante tiempo no había visto a nadie ni nada por aquí, solo las olas rompiendo contra la orilla.

Decidí que antes de adentrarme a explorar en el interior de la isla bordearía la costa, a lo mejor tenía suerte y me encontraba a alguien que me ayudase, o al menos encontrarme a otro náufrago del crucero que me hiciera compañía. Busque entre la arena algo para identificar el punto de partida y así no darle vueltas a la isla como una estúpida sin saber en qué parte estaba. Encontré un palo y lo clave verticalmente colocando varias rocas a su alrededor para hacerlo más evidente, una vez me aseguré de que el palo no se caería comencé a caminar por la orilla, atenta a cualquier sonido o cosa que me pudiese ayudar a sobrevivir mientras esperaba un rescate.

Por más que miraba atenta y esperanzada de encontrar algo, cualquier cosa, no aparecía nada por la costa, nada parecía haber llegado a las costas, que mantén su arena blanca impoluta. Hasta que me percate de que detrás de unas piedras donde las olas rompían con especial fuerza y virulencia había algo que me resultaba demasiado familiar, una pequeña coleta rubia se asomaba entre las rocas. No pude evitar alegrarme, aquello era demasiado bueno para ser verdad, si la coleta pertenecía a Len eso significaría que ya no estaría sola, incluyendo el echo de que si era Len posiblemente Rin no andaría muy lejos y ambos estarían a salvo y con vida.

Corrí hacia las rocas metiendo mis pies en la orilla para poder alcanzarlo, estaba muy feliz, tanto que no me importa empapar las prendas que tanto me habían costado seca. Estas habían sido las horas más angustiosas de soledad que había pasado en mi vida, y esperaba no volverlas a repetir, ahora tendré alguien con quien hablar mientras esperamos a que nos rescaten y lo mejor es que lo conozco a la perfección. Al llegar al otro lado toda la alegría e ilusión de encontrarme con él me abandonaron como si me hubieran tirado un jarro de agua helada, mi sonrisa se desvaneció por completo mientras llevaba mis manos a la boca para cubrirla.