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Amor Prohibido

Los amores prohibidos siempre han existido. No por el echo de ser considerado prohibido este deja de ser hermoso, muchos piensan que por el simple echo de ser hermanos, primos, simplemente algún familiar que se aman debe ser pecaminoso o impuro. Ninguna clase de amor debe considerarse inferior a otra, hasta no hace mucho tiempo atrás el amor entre dos hombres o mujeres estaba visto entre este tipo de amor pecaminoso e impuro. Algún día cualquier clase de amor se verá cómo realmente es, un acto bello y hermoso que no debe juzgarse por el echo de quienes sean los que comparten ese vínculo. Puede que ese día este todavía lejos, pero tarde o temprano llegará y entonces todos podrán expresarse como realmente deseen. Sin embargo, la época de la que os voy a hablar fue una muy oscura para el hombre, en las que los seres humanos avariciosos y rencorosos abundaban y no dejaban que el amor fuese libre. Esa época en la que a las mujeres las quemaban por acusarlas injustamente de brujas o eran obligadas a casarse con quien su padre desease. Esa época en la que las mujeres no tenían ni voz ni voto, impensable que una mujer llevase pantalones, así que imagínense el echo de que amara a otra mujer.

Esa es la historia que os voy a contar, no son dos mujeres cualquieras, sino, como muchas otras el destino de ambas habría sido la horca. Sin embargo, esta historia es diferente pues una de esas chicas el caprichoso destino quiso que fuera la futura reina de su país. Una muchacha común y corriente había nacido un día cualquiera de la primavera, pero algo no andaba bien con ello, no eran lo que sus padres deseaban, ellos necesitaban un hijo sano y fuerte que pudiera heredar el reino. Así que sin pensarlo mucho a la muchacha de cabellos verdes la llamaron Gumi y como un chico la hicieron pasar.

Los años pasaron y como estos no perdonan a nadie todos habían crecido. El reino vivió engañado con aquel príncipe de actitudes tan extrañas y aventurero que se escapaba siempre que podía del castillo para observar su bello reino. El mismo se había creído la mentira, realmente pensaba que eran un joven muchacho y como todos actuaba igual a ellos, las mismas travesuras, mismo lenguaje, sin embargo con educación diferente. De lo que sus padres no se dieron cuenta hasta que ya fue tarde fue del echo de que tarde o tenor año su pequeña sería Rey y para gobernar necesitaría una reina, una que podría chantajearlos al saber la sexualidad de su hija y hasta podría crear una devastadora guerra que los dejara a todos en la ruina. Cada año que pasaba tenían más lo que pudiera suceder, aquel engaño podía salirles tremendamente caro.

El chico como todos de ellos tuvo sus aventuras con extranjeras a las que enamoraba y engatusaba, más nunca se acostó con ninguna, deseaba serle fiel a su futura mujer. Una cosa extraña en aquella época pero no por ello menos honrada, este era el segundo error que habían cometido sus padres, pensando que su criaban a su pequeña Gumi como un chico matarían muchos pájaros de un solo tiro enrevesados las cosas de mala forma, la chica nunca había visto la intimidad de ningún otro hombre o mujer, pues sus padres buscaban la mayor credibilidad posible en el papel, tal había sido su credibilidad que habían creado a una chica pecaminosa que gustaba de otras mujeres, pero nada podían hacer para remediarlo, solo esperar y rezar porque nada malo sucediera.

Un día en una de aquellas salidas a Gumi algo le sorprendió, era una simple muchacha, una campesina que iba al río a por agua con un cubo, aquellos intensos y largos cabellos turquesas ya los había visto alguna que otra vez en el poblado, más nunca lo había echo de cerca. El rostro dejo patidifusa a la mujer quien pensó estar contemplando a un ángel, aquel fue un auténtico flechazo de amor para ambos, todos los día en el mismo lugar se veían. Hablaban, reían, cantaban, cualquier cosa que pudieran hacer no dudaban en realizarlo a cabo, aquella joven llamada Miku se había enamorado profundamente del príncipe, pero ella sabía que no estaba a su alcance, por el contrario Gumi deseaba tener a aquella mujer solo para ella.

Sin dudarlo un día antes de su décimo octavo cumpleaños presento a sus padres a la campesina, les hablo de cuanto la amaba y que no dudaría en casarse con ella a pesar de su posición social, Gumi estaba dispuesta a todo, incluso a declinar el trono para poder escaparse con Miku en el caso de que no logrará convencer a sus padres. Algo extraño sucedió aquella noche, sus padres lo miraron con asco a ella y a la joven, más sabiendo que no había otra alternativa cedieron rápidamente. Al día siguiente en el baile se anunció el casamiento del príncipe con la campesina, todo el reino estaba extrañado de aquella decisión habían echo algo fuera de lo común, por una vez se hizo caso de los sentimientos de dos personas antes que a la unificación de territorios.