No digas que no

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Mi madre siempre me dice que cada vez que se cierran todas las puertas se abre una ventana. El día que lo escuche por primera vez fui corriendo a mi cuarto y cerré todas las puertas, la del dormitorio, el armario, los cajones y mueblecitos... Esperando ver la magia de cómo se abría una ventana por sí sola. Pero a pesar de todo el rato que llevaba intentándolo y esperando no se abría. Cuando ella vino a por mí a por la cena le dije que no era cierto, que había cerrado todas las puertas y la ventana no se había abierto, mi madre solo se rió de mí y con una sonrisa me dijo que era una metáfora. De eso han pasado ya casi cuatro años pero sigo recordándolo, no comprendía en aquel momento lo que significaba aquella palabra, tampoco sabía cuán cierta era aquella expresión. Además de que por fin di en la escuela lo que es una metáfora, la escuela pasaba muy deprisa más de lo que cabría esperar, aprendi un montón de cosas, tenia muchos amigos en ella, de los cuales todavía conservo una gran cantidad, pero lo que más me gustaba en aquel entonces era el verano, porque en las vacaciones mi mama me dejaba siempre ir a jugar al parque que hay a la vuelta de la esquina. Por lo que aprovechaba los desayunos que compartíamos cada mañana.

-Mama, quiero ir al parque.

-Mama: Claro, pero antes de salir tendremos que vestirte, ¿no crees Rana?

-¡Si! ¿Me puedo poner el vestido arcoiris?- dije antes de pegarle otro gran bocado a la tostada.

-Mama: Por supuesto, pero antes de hacer todo eso tendrás que comerte tu desayuno.

-Estoy en ello.

-Mama: Bien, así me gusta.

Le sonreía como respuesta y seguía comiéndome la tostada, siempre con más velocidad para poder estar más tiempo jugando, el parque estaba muy cerca de allí y el año pasado convencí a mi madre para que me dejara ir sola. Utilice la escusa que ella siempre usaba cuando había algo que quería y no me lo quería dar, decía siempre que ya era demasiado mayor como para estar interesada en eso. Y como ya era lo suficientemente mayor para eso también debía ser mayor como para tener que ir a todos los sitios con ella. Ese día me acabe la tostada y bebí rápidamente lo que me quedaba de leche en el vaso, tenía el presentimiento de que sería un gran día.

Me levante de la silla y deje en el fregadero los platos mientras iba hacia mi cuarto dando brincos, era un gran día, las escuela acabo justo ayer así que ahora tenía todas las vacaciones de verano por delante para poder jugar y pasar tiempo con mis amigos. A lo mejor para más de uno es extraño que una chica de doce años siga jugando en los parques, para otros es normal, pero a mí no me importa lo que piensen, con divertirme estoy feliz. Entre en mi cuarto ignorando mi cama cubierta de peluches y el desorden generalizado en el que vivía. Fui al armario y lo abrí sacado mi vestido favorito que usaba prácticamente a diario. Y pase a peinarme el cabello, mamá solía decirme que lo tengo demasiado largo y debería cortármelo, pero a mí me gusta así. Me salen una trenzas enormes, pero a mi gusto lucen bastante bien, le coloque goma de un bonito tono azul, era bastante parecido al de mis ojos y congeniaba bastante bien mi cabello rosa. Una vez lista me dediqué a examinar mejor mi cama decidiendo que peluche me llevaría al parque, por mí los llevaría todos pero mamá solo me permite llevarme uno por salida, así que esta vez me llevaré mi panda de peluche, ya que la vez anterior saque al pájaro y la anterior a esa el perro.

-Shishou-chan hoy nos vamos los dos a jugar.

Dije tomando el peluche entre mis brazos y abrazándolo con fuerza. Para mí era uno de los más especiales, fue uno de los pocos peluches que me regalo mi padre antes de se fuera a un lugar donde no lo puedo alcanzar. Salí del cuarto, mamá me regañaría cuando volviera por haberlo dejado tan desordenado, pero ya lo arreglaré otro día. Corriendo me despedí de mi madre y salí deprisa cerrando la puerta a mis espaldas, estaba muy feliz, ya añoraba pasar tiempo en el parque, la escuela quita demasiado tiempo y apenas lograba pasar un día sin estudiar ya que al distraerme tanto necesito estudiar más. Crucé la calle rápidamente al asegurarme de que no venia ningún auto y entre al parque. Respire profundo y me acerqué corriendo hacia dónde estaba yuki.

One-shots vocaloidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora