El Precio de la Tentación

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El silencio inundaba mi habitación, que era alumbrada por la suave luz de luna. Era una tranquila noche de la naciente primavera inglesa.

Londres iniciaba lo que las personas llaman La Temporada, por lo tanto, la ciudad comenzaba a cobrar vida, presenciando la llegada de visitantes por cualquier razón, ya fuese negocios, ocio o una que otra invitación a alguna fiesta organizada por un noble.

Recordaba aquella orden que sólo había dado hace unas dos horas, y la respuesta que recibí.

"—Ya he notado que una o más veces en la noche revisas si estoy ahí. No soy un niño pequeño que no sabe defenderse, ante cualquier sonido reaccionaré, estaré alerta, y si es necesario, dispararé, tú sólo encárgate de vigilar la mansión, pero de mí no te preocupes
—Joven Amo –Respondió mi mayordomo ante aquella orden– En la noche es cuando usted corre más peligro, perfectamente alguien podría entrar en su habitación y secuestrarlo, le recuerdo que eso ya ha sucedido en múltiples ocasiones.
—Te repito, soy completamente capaz de defenderme por mi cuenta, y no creo que alguien logre entrar en mi habitación sin que lo notes, en la noche cualquier ruido es más fácil de detectar, así que deja de vigilar si estoy en mi habitación, es una orden
—Lo que ordene, estaré más alerta e intentaré atacar antes si es necesario"

Supongo que Sebastian ya debe estar sospechando algo después de una orden así, pero si quiero salir de la mansión y volver sin que nadie se dé cuenta, era necesario.

Tenía todo fríamente calculado, aunque seguía sin estar seguro de hacerlo, ni siquiera entendía del todo mis sentimientos, pero algo en mi interior me decía que debía hacerlo, que mis sentimientos eran reales, que si no lo hacía probablemente volvería a ser arrebatado de mi algo que amo. Y no quiero perder a quien me ha acompañado y defendido desde aquel día, y que también me hizo recordar que se sentía amar. Aunque tenga trece años, se que lamentablemente me enamoré de mi maldito mayordomo.

Y estaba dispuesto a hacer todo, y si era necesario hacerlo, lo haré, porque no quiero que me abandone, sea cual sea la razón.

Y esas mujeres son una amenaza inminente de que eso pase.

Decidido y repasando mentalmente la táctica para lograr ingresar y encontrarla, y lograr hacer todo de la manera más sigilosa, me levanté de la cama.

Ya vestido completamente, abrí el cajón de la mesa de luz y saqué lo que logré robar de la cocina, aquel largo cuchillo carnicero de plata relucía a la luz de la luna. Ese cuchillo sería quien más me ayudaría esa noche y las siguientes. Tomé el afilado y cortante objeto y lo guardé en el bolsillo al interior de mi capa.

Mientras anudaba y aseguraba la cuerda que utilizaría para bajar sin tener que recorrer toda la mansión, volví a preguntarme, "¿Estoy realmente seguro de hacer eso por una idiotez como lo es el amor?", pero dejo de dudar al recordar todo lo que ha sido arrebatado de mi lado, todo lo que he amado y lo han alejado de mí, todo lo que he sufrido gracias a esa cosa llamada amor.

Me armo de valor al tomar la cuerda y comenzar a descender, nunca he confiado mucho de mi casi nula habilidad anudando, pero parece firme, y logro llegar al suelo sin ningún problema. Al pisar la firme superficie, creí sentir alguna serpiente deslizándose por la hierba, al menos sólo era una leve brisa.

Logro fácilmente atravesar el espacio entre dos barras de la reja frontal, y me dirijo hacia el convento, al cual tardaré un rato en llegar, pero aún tengo bastante tiempo antes de las siete de la mañana. Tal vez al volver a la mansión no sean más de las cuatro, lograré tener tiempo para disimular ese olor o incluso limpiar los rastros de sangre.

[Hiatus] Only Mine •|| Sebaciel ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora