CAPÍTULO 9

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5 AÑOS DESPUÉS...

9/6/2010

Un nuevo día comienza. Ni un solo rayo de sol se asoma por la ventana. El calor que hay dentro de mi habitación hace que sude demasiado. Hace un día de verano perfecto.

Os voy a resumir un poco.
Hoy había quedado con Rocío y Nerea para irnos a un parque acuático. Paulo vendría hoy de visita y se quedaría todo el verano con nosotros, después de dos años sin verlo, espero que no haya cambiado en absoluto. Marco y Rocío estaban saliendo. Sí, saliendo de novios. Yo estaba trabajando de camarera en un restaurante de aquí. Rocío había hecho la prueba de ingreso para una universidad, quería ser periodista deportiva. Y Nerea estaba entrando a la universidad de física más importante del país,  todo un sueño para cualquiera.

Tomé mi bikini de rayas y me lo puse en silencio, ya que todos en casa dormían. Saqué una mochila del armario y la llené con ropa de recambio, toalla y cosas necesarias para ir a una piscina. Me hice una coleta alta y ordené mi cuarto. Miré por la ventana mientras subía las persianas, un día muy soleado y caluroso, perfecto. Tomé todas mis cosas y salí de mi habitación en dirección a la cocina, para poder desayunar e irme. Cogí un batido de cacao de la nevera y me lo bebí mientras salía de mi casa. Cerré la puerta y fui rumbo hacia la casa de Rocío.
Mi móvil empezó a sonar con mucho volúmen. Me alarmé y lo atendí. "Número desconocido", ponía en la pantalla.

-¿Sí?- pregunté.-

-¿Nuria?- la voz de un chico salió del dispositivo.-

-¿Cómo sabes mi nombre?

-Nuria, soy yo, Paulo. -se rió-

-¿Paulo? ¿Te has cambiado de número?

-Sí, la semana pasada.

-¿Cuándo vas a llegar? Nosotras nos vamos a un parque acuático, si te das prisa tal vez llegues a tiempo para venirte. -le dije-

-Pues se supone que el avión aterriza por la noche. -escuché como hacía una mueca-

-Pues entonces nada. Si quieres hablamos luego, no deberías de hablar en el avión.

-Espera. -hizo una pausa-

-¿Que espere a qué?

-Sh, calla un segundo. -se calló. Yo hice lo mismo-

Me di la vuelta al escuchar el sonido de las ruedas de un coche detrás mía. Era el autobús, que ya llegaba.

-¡Paulo! ¡Te dejo, que ya ha llegado el autobús y no he avisado a Rocío!

Le colgué la llamada y corrí hacia la casa de Rocío. Volteé la vista para ver al autobús y vi como se detenía en seco. Corrí aún más rápido y vi a Rocío salir de su casa, estaba sentada en las escaleras de su porche. Ella al verme se levantó de golpe y alzó la mano.

-¡Nuria! ¡Espera!- escuché a mis espaldas.

Me di la vuelta para ver quien me llamaba. Al hacerlo, vi a un chico con gorra y con gafas de sol persiguiéndome. Corría y corría con la idea de alcanzarme. Me asusté al verlo correr de esa forma, parecía que su vida dependiera de ello.

These Days  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora